Ya hemos dicho que Kimberly era la hermana de Jacob. O de Jack. Preferiblemente, seguiremos refiriéndonos a él como Jack.
El nombre completo de Olivia era Dulce Olivia Sybil. Un nombre muy largo, en opinión de ella. Y también muy cursi. Lo escogió su madre. Todo el mundo prefería llamarla por su segundo nombre, Olivia.
Le habían hablado de la familia que tenía en Irlanda. La familia de su madre...Sabía que tenía un tío, una tía y una prima. O quizás tenía más primas. No lo sabía. Había decidido que aquella familia no le interesaba en absoluto.
No pudo ir a trabajar aquel día.
Al levantarse de la cama, la asaltó un fuerte dolor de cabeza. Olivia no recordaba haber estado la noche antes en el "saloon". Era cierto que bebía whisky, igual que los hombres con los que jugaba a las cartas. Pero nunca perdía el control. La noche anterior, no se sentía con fuerzas para salir. De modo que decidió acostarse temprano.
Todo le daba vueltas. Cerró los ojos.
Se tocó la frente.
Estaba ardiendo. Pero ella no podía tener fiebre. Olivia no recordaba cuándo fue la última vez que estuvo enferma. Siempre había gozado de una salud de hierro. Esperaré un poco, decidió.
Se estaba haciendo tarde. Pero estaba visto que no podría ir a trabajar aquel día. Lo sentía mucho. Se sentó en la cama. No podía tener ni siquiera los ojos abiertos. No será nada, decidió Olivia. Sacó los pies fuera de la cama. Pero aquel gesto le provocaba dolor. Se tambaleó en cuanto se puso de pie. Tuvo que aferrarse al cabecero de la cama para no caerse al suelo.
Jack quería abandonar "LA PILARITA". Siempre estaba discutiendo con su patrón. No le soportaba. Se refería a él como "EL LORD" de un modo despectivo. Además, veía el brillo de la lujuria en los ojos de éste cada vez que miraba a Olivia.
Y eso no lo podía soportar.
-No deberías llamarle así-le regañó Anne-Es el patrón. No puedes estar todo el día discutiendo con él. Acabará echándote de aquí.
-Iré a trabajar a "LA ISAURA"-le aseguró Jack-Deberías venir conmigo, Annie.
-Si algún día dejo de trabajar aquí, me gustaría trabajar en la escuela. Con Kimmy. Siempre he querido ser maestra. Admiro el trabajo que hace tu hermana. Los niños la adoran.
-No siempre. Serías una excelente maestra. Igual que Kim. A las dos se os dan bien los niños.
-La pena es que no tengo. No pasa nada. Estoy soltera. Me quedaré a vestir Santos. No soy como la señorita Lily. Ella es joven. Pero tiene limitaciones por su origen. No puede casarse con quien ella quiera. El ir contracorriente está mal visto en todas partes. Bastante raro es que el patrón la haya acogido en su casa y la haya convertido en su pupila.
-Tú eres mucho más guapa que la señorita Lily, Annie.
-¡Eres todo un adulador! Pero no me engañas.
Los dos se echaron a reír. Anne tenía una risa agradable.
La mujer estaba limpiando pescado. Lo había comprado aquella misma mañana. Era día de mercado en Streetman. Anne tenía fama de ser una feroz regateadora.
-¿No tienes nada que hacer?-le preguntó a Jack.
El hombre negó con la cabeza. No tenía ganas de salir de la cocina. En el patio estaba Olivia marcando reses. Oía los mugidos de las vacas a las que estaba marcando. El hierro a fuego vivo.
-No soy tonta-dijo Anne-Veo cosas. Danielle es amiga mía. Y no...No me gusta. Ella tampoco es tonta. Ve cosas. Y no dice nada. ¿Cómo te va con Danielle? ¿Va todo bien?
Jack se encogió de hombros. Hacía mucho que no besaba con pasión a Danielle. Que ella no se dormía abrazada a él. No nos amamos, pensó Jack. Ya no queda amor entre nosotros. ¿Estuvimos realmente enamorados?, se preguntó. La naturaleza de Danielle podía ser apasionada en otros aspectos. Pero no en las lides del amor.
-Sí-mintió Jack-Va todo bien. No me puedo quejar. Echamos también en falta el tener hijos. Pero son cosas que pasan. He hablado con el párroco. Dice que ha sido el Juicio de Dios. Lo veo bien. Aparte de eso, somos felices.
-Te he visto con Olivia-afirmó Anne-¿Ha pasado algo entre ella y tú?
-No.
-¿Seguro?
Jack se sentó en una silla. Sacó papel de fumar de un bolsillo de su roída chaqueta. Se lió un cigarrillo.
-Livie es sólo una buena amiga-dijo-Es como tú. Tú y yo somos amigos, Annie. Jamás ha habido algo fuera de lo normal entre nosotros. Jamás me propasaría contigo. Y tampoco me propasaría con Olivia.
-Livie no es un hombre-le recordó Anne-Ella se viste igual que los hombres. Hace cosas de hombre. Como marcar reses. Pero no es un hombre. Es una mujer. Y tú no eres tonto. Como tampoco son tontos los demás peones. ¡Hasta el patrón sabe que Olivia es una mujer! Y la mira con mucho descaro. No te creas que no me he dado cuenta. Sir Kyle es todo un crápula. Jamás cambiará.
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