martes, 24 de enero de 2012

CON EL CORAZÓN ROTO 23

Lily era la pupila de Kyle y admiraba la belleza y el valor del que hacía gala Olivia cada vez que intentaba domar un potro salvaje.
-Deberías casarte con ella-le decía Lily a Kyle-Me recuerda mucho a ti.
            Kyle sabía que Sean haría un gran esfuerzo por proporcionarle a Olivia una cuantiosa dote llegado el momento de casarla.
-No creo que Olivia O’ Rourke sea la mejor candidata para convertirse en mi esposa-replicaba Kyle.
-¿Y a quién quieres como esposa?-le preguntaba Lily.
-Aspiro a casarme con una mujer sofisticada y elegante.
-Olivia es fuerte. No le tiene miedo a nada. A mí me gusta. Cásate con ella.
            La imagen de Olivia paseando cogida de su brazo hizo que Kyle se estremeciera. ¿Qué podía ofrecerle él? La haciendo no iba mal. De hecho, milagrosamente, no estaba en la ruina. Su contable era un hombre eficaz. El problema era él. Kyle era un bala perdida. Ni siquiera el ocuparse de Lily le había ayudado a mejorar. Los hombres como él no cambiaban Olivia se merecía algo mejor que él. Kyle suspiró con pesar.
-Eso no va a pasar, Lily-le dijo a la chica.
-¿Por qué no?-inquirió ella.
-Porque no soy la clase de hombre que merezca una mujer como Olivia.
-Entonces, deja de quejarte y haz lo imposible por cambiar. Todo el mundo merece una segunda oportunidad. Tú no vas a ser menos.
Kyle no sabía qué pensar. ¿De veras un hombre como él merecía otra oportunidad? ¿De verdad merecía el amor de alguien como Olivia? Podía hacer como le decía Lily. Luchar. Podía cambiar. No era demasiado tarde. Podía contar con Lily. Pensó que él le estaba haciendo un favor al acogerla en su rancho. Ahora, veía que era al revés. Que el favor se lo había hecho ella al irse a vivir con él.

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