viernes, 27 de abril de 2012

CON EL CORAZÓN ROTO 150

Sir Kyle cayó enfermo.
Primero, tuvo un resfriado. Luego, derivó el resfriado en una severa gripe. Anne fue a buscar al doctor Castro. Creía que su patrón acabaría enfermando de neumonía.
La fiebre empezó a subirle a sir Kyle por la tarde. Empezó a delirar. El doctor Castro le administró un jarabe para bajarle la fiebre.
-Livie...-susurró sir Kyle-Livie...
Anne observó que su patrón estaba delirando.
-¿Por qué llama a Olivia?-le preguntó "EL BIZCO".
Había ido a ver a sir Kyle a su habitación junto con otros patrones. La respuesta era obvia. Sir Kyle amaba a Olivia.
-No vayas a buscarla-le pidió "EL MUELAS" a Anne-Es ya muy tarde.
-Olivia debería de casarse con el patrón-opinó Marty-A su lado, no le faltará de nada.
-Olivia no está enamorada del patrón-intervino Anne-Una mujer lo nota.
-¿En qué lo nota?-inquirió Marty.
-En muchos aspectos.
-¿Cómo cuáles?
-No sé. La forma en la que habla de un hombre. El brillo de los ojos...De la cara...Cómo se comporta cuando está con él. No soy ciega. Sé que Olivia no está enamorada del patrón.
En su delirio, Kyle llamaba a Olivia y Anne tuvo que ir a buscar a la joven.
Lo hizo en mitad de la noche y Olivia apenas tuvo tiempo de ponerse unos pantalones y una camisa encima del camisón. No ensilló a "Yasmina", montó a Anne en la grupa y partieron rumbo a "LA PILARITA". El doctor Castro estaba sangrando a sir Kyle cuando Olivia entró en la habitación de su patrón. La visión de la sangre manchando el brazo de sir Kyle conmovió a Olivia.
Se acercó poco a poco a él. No lo amaba. Pero le tenía mucho cariño porque no sólo era su patrón. También era uno de sus mejores amigos.
-Livie...-la llamó sir Kyle.
-Aquí me tiene, patrón-dijo la joven.
-Acércate.
-He venido para cuidar de usted.
Olivia se arrodilló junto a la cama donde yacía sir Kyle. Le acarició el cabello rubio con dulzura y le besó en la frente con cariño. Sir Kyle deseaba abrazarla con fuerza. Lloró cuando Olivia le besó en las mejillas sudorosas.
Sentada en una silla estaba Lily. La joven a duras penas podía contener las lágrimas.
-No llores-le pidió Olivia.
-No lo puedo evitar-gimoteó Lily.
-Sir Kyle se va a poner bien.
-Sé que los espíritus le protegen.
-El doctor Castro es uno de los mejores médicos del Estado.
-Lo sé.
Olivia se puso de pie. Se acercó a la silla en la que estaba sentada Lily. Le cogió la mano. Deseaba darle ánimos. Lo último que debía de hacer la muchacha era venirse abajo.
Las dos se pusieron de pie. Se acercaron a la cama donde yacía sir Kyle.
-Milord...-susurró Lily.
Se inclinó sobre él y le dio un beso en la frente ardiente.
-Deberías de acostarte, niña-le sugirió sir Kyle.
-No tengo sueño-replicó Lily.
-Milord tiene razón-intervino Olivia-Tienes que acostarte. No puedes pasarte toda la noche levantada. Anda. Ve a dormir un poco. Yo me quedo con él.
-Estoy acostumbrada a pasar noches en vela-se sinceró Lily-Cuidaba de mis padres cuando éstos estaban enfermos. A veces, venían Dos Nubes y Pluma Roja. Me ayudaban.
-No quiero que tú también caigas enferma-insistió Olivia.
Pero sabía que estaba perdiendo el tiempo. Lily se quedó en la habitación. Olivia miró con cariño a sir Kyle. Le dio un beso en la mejilla.
Olivia mojó un paño en agua. Lo pasó por el rostro ardiente de sir Kyle.
-El médico ya me ha desangrado-le recordó.
Olivia se llevó a los labios la mano del aristócrata.
Se la besó con cariño.
Sir Kyle se estremeció al sentir los labios de Olivia en el dorso de su mano.
-Usted está enfermo y yo le voy a cuidar-le aseguró Olivia.
-Soy un hombre fuerte-intentó jactarse sir Kyle.
Pero empezó a toser en aquel momento.
-No hable tanto, patrón-le exhortó Olivia.
Casi sin querer, le dio un beso suave en los labios. Fue como un roce.
Lily contempló la escena y le sonrió con cariño a los dos.
Al amanecer, Olivia se quedó dormida. Se durmió con la cabeza apoyada en el pecho de sir Kyle. Al sentir aquel ligero y precioso peso, se sintió mejor.
-No la mueva-le pidió al doctor Castro.
-Me parece que usted debe ya sentar la cabeza, milor-le exhortó el médico.
Le sonreía a sir Kyle con picardía.
-Ella le puede ayudar a ser un hombre formal-prosiguió el doctor Castro-No va a encontrar a muchacha más buena, noble, hermosa y trabajadora que Olivia O' Hara.
Lily también se había quedado dormida casi al mismo tiempo que Olivia. Se quedó dormida en la silla. Anne entró en la habitación. Se encargó de tomarle la temperatura a sir Kyle. Le estaba bajando la fiebre.
-¡Bendito sea Dios!-exclamó la mujer.
-No haga ruido-la regañó el doctor Castor-Milord debe descansar.
Sir Kyle acarició con mano temblorosa el cabello revuelto de Olivia.
-La pobre no ha descansado mucho en toda la noche-comentó Anne.
-Es un ángel-afirmó sir Kyle.
Anne sonrió mientras le pasaba el paño mojado por la frente a su patrón.
-No creo que a ella le guste escuchar eso-apostilló.
"EL MUELAS" entró en aquel momento en la habitación. Se alegró mucho de ver a sir Kyle mejor y se echó a reír cuando vio a Olivia. Tenía la cabeza apoyada en el pecho de sir Kyle.
Anne fulminó al "MUELAS" con la mirada. Sabía que aquel viejo desdentado se dedicaría a inventar historias acerca de Olivia y de sir Kyle. A pesar de que todo el mundo sabía que sir Kyle estaba enamorado de la muchacha.
-No digas nada-le advirtió al "MUELAS"-Te lo prohíbo.
-No te pongas así, Annie-sonrió "EL MUELAS"-Sabes de sobra que yo nunca miento.
Sir Kyle pudo besar a Olivia en la cabeza, pero el gesto le cansaba. Aún se encontraba débil debido a la fiebre tan alta que había tenido.
-Aún soy el patrón-dijo sir Kyle-Cuando me recupere, podría echarte a patadas del rancho yo mismo. Así que mucho ojo con lo que vas contando acerca de Olivia y de mí.
"EL MUELAS" borró de inmediato la sonrisa estúpida que bailoteaba en su boca desdentada.
Inmediatamente, salió de la habitación. Pero, en aquel momento, entró Marty.
-¿Da su permiso para pasar, patrón?-le preguntó a sir Kyle.
Marty no hizo ningún comentario al ver a Olivia. En su fuero interno, casi se alegraba de ver aquello. Hablaría con Jack y le pondría de una vez por todas los puntos sobre las íes.
-¿Vas a reírte tú también?-le increpó Anne.
-No, Annie-se defendió Marty-Claro que no. Vengo a ver cómo está el patrón. Nos dio ayer un susto terrible.
-Está mejor. Gracias por preguntar.
-Ya lo veo. Quiero decir que me alegro. Me alegro de que se encuentre bien, patrón.
Marty se ruborizó.
-Hazme un favor-le pidió sir Kyle-Lleva a Lily a su cuarto y acuéstala. No me gusta verla dormida en la silla. Es muy incómodo para ella.

2 comentarios:

  1. Me dejas con el corazon en un puño.
    Besotes

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  2. Marty tiene mucho sobre lo que opinar en esta historia. Además, va a dar una sorpresa.
    Un abrazo.

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