jueves, 7 de noviembre de 2013

FRAGMENTO DE "FIESTA DE COMPROMISO" Y EL PORQUÉ ME GUSTAN LOS LUGARES PEQUEÑOS

Hola a todos.
Hoy, tenemos un nuevo fragmento de Fiesta de compromiso. 
La vida de Nell no volverá a ser la misma después de que tome una decisión que atañe a su futuro. Por supuesto, su fiel prima Catriona permanecerá a su lado en todo momento.
Es un fragmento un poco más corto que de costumbre. Y es que hay algo que me gustaría explicaros.

                     Estuvo lloviendo durante todo el día siguiente.
                     Nell no quiso salir de su habitación. Sólo Raisie y Catriona pudieron entrar.
-¿Has hablado ya con mis padres?-le preguntó Catriona a su prima.
-No sé cómo contárselo-respondió Nell-Me muero de la vergüenza. ¡Me odiarán! Si me echan de aquí. ¿Adónde iré?
                     Nell llevaba suelto su largo cabello de color oscuro. Llevaba puesto el camisón. No había probado bocado durante todo el día.
-Niña, tus tíos son muy comprensivos-intervino Raisie.
                   La doncella y Catriona se sentaron en la cama, junto a Nell. La joven tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Catriona se preguntó el porqué la vida estaba siendo tan injusta con su prima. Nell se había enfrentado a una orfandad temprana. Y, ahora, se enfrentaba al desamor.



                     Raisie retorcía sus manos con nerviosismo.
-Puedes huir, mi niña-le sugirió.
-¿Y adónde iría?-le preguntó Nell.
                    Catriona se puso de pie. No podía responder a la pregunta que había hecho su prima. Se acercó a la ventana. Las gotas de lluvia golpeaban el cristal.
                    Percibía la desesperación en la que estaba sumida Nell. Era una situación nueva para ella. Su prima siempre había sido una joven alegre y con mucho carácter. Pero estaba sumida en el dolor que causa el desamor. Sólo podía compadecerse de ella.
-¿Mi tía tenía familia?-quiso saber.
-Ya lo sabes-contestó Nell-Por lo que sé, mi madre no tenía familia. Era hija única. Tenía un primo. Pero no llegué a conocerle. No sé si todavía vive. Ni siquiera sé dónde vive.
                   Nell rompió a llorar. Catriona se dio la vuelta y se dirigió corriendo a su lado.
                   Nunca antes la había visto tan hundida. Nell había decidido romper su compromiso con Douglas. Había tomado esa decisión, amándole como lo amaba, porque sabía que aquel amor no era correspondido por él. Nell no quería vivir un matrimonio sin amor.
                    Se imaginó así misma compartiendo cama con Douglas. Por supuesto, no se negaría a yacer con él. Tenía una ligera idea de cómo eran las relaciones entre un hombre y una mujer. Pero se le revolvía el estómago al imaginar que Douglas habría estado con otras mujeres antes de acudir a ella. No la buscaría como mujer, sino como esposa. Como la única mujer con la que podía engendrar un hijo legítimo.
                    Podía poseerla y Nell se dejaría hacer. Era lo que se esperaba de ella. Guardar silencio. Recibiría las caricias que le brindarían las manos de Douglas. Recibiría los besos que le daría Douglas. Pero no le daría su amor. Y eso la mataba por dentro. No podía acostarse con Douglas sabiendo que él no la amaba como ella le amaba a él. De nada servía hacerse falsas esperanzas al respecto.
-No puedo huir-decidió Nell-Me moriría fuera de aquí.
-Habla con mis padres-le aconsejó Catriona.
-Tu prima tiene razón, hijita-intervino Raisie-Tus tíos son muy comprensivos.
                   Catriona sintió angustia al pensar en la conversación que sus padres y su prima iban a mantener.
-Todo irá bien-le aseguró.

                     Por la tarde, Nell abandonó su habitación en compañía de Raisie y de Catriona. Las dos la acompañaron hasta el salón. Su tío Gilroy estaba leyendo el periódico. Su tía Evanna estaba tejiendo una manta.
                     Catriona observó cómo su prima palidecía de un modo casi mortal.
-Habla con ellos-le susurró.
                      Nell carraspeó. Sus tíos alzaron sus cabezas. Posaron sus miradas en ella.
-Tío Gilroy...-titubeó Nell-Tía Evanna...
-¿Ocurre algo, querida?-inquirió Evanna.
-Tengo que hablar con vosotros-contestó Nell. Empezó a temblar de un modo visible-¡Os lo ruego! ¡No me odiéis!
-Nosotros nunca te odiaríamos, hijita-le aseguró Gilroy-Sea lo que sea lo que nos tienes que contar, no puede ser tan grave como para que pase eso. Acércate a nosotros. Háblanos. Tu tía y yo te escuchamos.
-Yo...
-Hazle caso a mi padre, prima-le aconsejó Catriona-Habla con el corazón. Te entenderán.
                    Un nudo se formó en la garganta de Nell. Catriona la abrazó con cariño. A su prima le costaba trabajo hablar. Entonces, de algún modo, Catriona encontró la voz para poder hablar por ella.
-Nell ha decidido romper su compromiso con Douglas Crane-explicó-Ese hombre no la ama.
-¿Qué estás diciendo, Cathy?-se asombró Gilroy.
-Mi prima no puede casarse con un hombre que no la ame. Tan sólo os pide a vosotros dos que la comprendáis. Si está llorando, es por miedo a vuestra reacción.

Mañana, si puedo, continuaré con esta historia. Confieso que se trata de una de mis historias favoritas, aunque esté mal decirlo.
No sé si os habréis fijado. La mayoría de mis relatos, ya sean corto o largos, transcurren en lugares pequeños. En su mayoría, son islas.
La idea de vivir en una isla siempre me ha parecido atractiva. Porciones de tierra que son rodeadas por el mar. Pero siempre me han atraído más las islas pequeñas, donde viven pocas personas. Me gustan los lugares pequeños en los que viven pocas personas, sobre todo, las islas. Le dan un ambiente más acogedor, más íntimo. Intento que mis personajes sean los esenciales. Que intervengan cuando tengan que intervenir. Que hagan lo que tengan que hacer. El tamaño de una isla y el hecho de que viva poca gente en ella es bueno porque, de este modo, hay pocos personajes, pero son suficientes como para que cumplan su papel.
Después de leer numerosas novelas que estaban ambientadas en el Londres de la Regencia y también numerosas novelas de highlanders, acabé harta de Londres y de libertinos. Y confieso que también un poco harta de highlanders. ¿Acaso no hay vida más allá de las Tierras Altas? ¿Qué pasa con archipiélagos como las Shetland o las Orcadas?
Lo bueno de escribir es inventar personajes y crear una historia. Pero también es bonito ir a otros lugares. Investigar sobre ellos (aunque tengas que estar traduciendo páginas de Google porque te vienen en ingles). Salirse un poco de la norma.
Las islas, todas las islas pequeñas de todas las partes del mundo, son un lugar precioso para descubrir. Y del que enamorarse. Pequeñas, románticas, misteriosas...

 Un hermoso atardecer sobre Innis Chonain, la pequeña y preciosa isla escocesa donde transcurre Fiesta de compromiso. 

4 comentarios:

  1. También es una de mis favoritas y espero a ver que pasa con Nell?. Te mando un beso y te me cuidas mucho.

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    1. Hola Citu.
      No te preocupes ni por Nell ni por Catriona.
      Te apuesto lo que quieras a que van a tener un final feliz.
      Un fuerte abrazo, amiga. Y cuídate mucho.

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  2. Es normal que no pueda casarse con un hombre que no la ame, es que yo tampoco lo haría. Un besazo.

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    1. Nell ama a Douglas, pero también se respeta así misma. Y no quiere pasar por el terrible trance de un matrimonio sin amor.
      Un fuerte abrazo, Tamara.

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