sábado, 27 de junio de 2015

LO INTENTO

Hola a todos.
El título de la entrada lo dice todo. Resume todo lo que siento en estos momentos.
Intento sonreír, pero no puedo hacerlo. No puedo ni siquiera enseñar los dientes. Me faltan las fuerzas.
Intento hacer las cosas bien y no lo consigo. Siento que he fracasado estrepitosamente en todo. Siento que le he fallado a todo el mundo. Siento asco hacia mí misma. Siento una profunda decepción dentro de mí. He llegado a la conclusión de que no sirvo para nada. Escribir es lo único que me hace feliz.
Pero uno no puede pasarse toda la vida escribiendo. Entonces, ¿para qué sirvo realmente? No sirvo para nada. Ignoro el porqué estoy en este mundo.
Sólo escribiendo me siento feliz. Y, a veces, pienso que ni siquiera sirvo para eso.

2 comentarios:

  1. Hola Laura, lamento que te sientas de esta forma, lo siento mucho, y es poco lo que se puede decir, porque a veces necesitamos salir de estas situaciones por nosotros mismos ya que solo comprendiendo nuestro interior logramos aceptar lo que nos rodea y lo que somos y salir de estos hoyos. Lo que sí puedo decir con total objetividad y mucho cariño, es que pienso eres una excelente persona, que es lo más importante a mi parecer, y que estos pensamientos nos recorren a más personas de las que puedas imaginar en muchos momentos de nuestras vidas, pero el dejar que nos marquen el rumbo puede ser un gran error. Si lo necesitas, sigue con un tiempo para ti, haz lo que te hace feliz, y avanza, mientras tú te sientas satisfecha, nada más importa, es algo que se aprende con el tiempo y las pérdidas, ese apreciar los pequeños favores de la vida.

    Sabes donde encontrarme si me necesitas.

    Un abrazo.

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  2. Si sirves para algo. Dices que escribir te hace feliz, eso es importante. No todo el mundo sabe escribir. Si haces disfrutar a la gente, haces volar su imaginación y los haces felices mientras te leen ahí tienes la respuesta. Hacer feliz a las personas con algo que creas es una de las cosas más hermosas e importantes que existen. Porque gracias a ti, la gente olvida por un rato sus angustias y sus problemas y viajan contigo allá donde tú los quieras llevar.

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