sábado, 4 de febrero de 2012

CON EL CORAZÓN ROTO 42

Tanto Jack como Kimberly eran estériles.
Una ironía de la vida.
Dos hermanos estériles.
Decidió que tenía que hablar con Anne acerca de Greg. Así podría poner sobre aviso a Olivia.
Pero era un asunto delicado. Jack lo sabía. No se veía así mismo preguntándole a Anne si se había acostado con Greg. Se preguntó si la cocinera le habría comentado algo a Olivia. Era algo probable. O no...La vida sexual de una mujer era un tema delicado.
Jack lo sabía.
Vio a Lily pasar cerca de él. Iba corriendo. Parecía que llevaba mucha prisa. Jack esbozó una ténue sonrisa. A Lily, probablemente, le había llegado la hora de enamorarse.
Antes o después, la joven encontraría el amor. Tenía derecho a hacer su vida. A ser feliz. Lo merecía después de todo lo que había sufrido a lo largo de su vida.
Pero el amor era una apuesta arriesgada. Lily podía correr muchos riesgos. Pensó en la señora Wallace. Ella y su marido se casaron por interés. Pero el amor llegó a sus vidas poco a poco. Fueron un matrimonio relativamente feliz. La señora Wallace tuvo dos hijas. Tuvieron que abrirle el vientre para sacarle a Abby cuando ésta nació. Milagrosamente, la mujer sobrevivió.
Abby seguía siendo una joven terca. Los hombres no querían como esposa a una mujer como ella. Y tampoco querían casarse con una mujer enferma. Como lo estaba Tracy.
Es una pena que ni ella ni Tracy se casen ni tengan hijos, pensó Jack.

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