jueves, 12 de marzo de 2015

AMORES SILENCIOSOS

Hola a todos.
Se ha hecho esperar dos años y cuatro meses.
Pero aquí os traigo el último fragmento de mi relato Amores silenciosos. 
Mañana, subiré un pequeño epílogo.
Espero que os haya gustado esta bonita historia de amor y que perdonéis los errores que tiene.
¡Mil gracias por estar ahí!

                                       Beau y Lucía se casaron en cuanto la joven acabó sus estudios en el internado de miss Benedict.
                                       Sara y Blanca permanecieron serias durante toda la ceremonia. Ésta se celebró en la pequeña capilla del internado.
                                       Las dos hermanas sabían que iban a vivir en cuanto terminaran sus estudios con su tío. ¡Y casi ni se acordaban de él!
                                       Sin embargo, se alegraron muchísimo cuando vieron a Lucía de pie ante el Altar junto a Beau. Tuvieron que reconocer que Lucía estaba muy bella con su vestido de novia de color blanco.
-Va a ser muy feliz con él-auguró Marianne-Miss Benedict dice que su sobrino es un joven serio. Y quiere de verdad a Lucía.
                                      Fue una boda sencilla. Era lo que los novios querían.
                                      Blanca empezó a aplaudir a rabiar cuando el capellán declaró marido y mujer a Beau y a Lucía.
                                      Sara, en cambio, rompió a llorar. Sin embargo, sus lágrimas eran de alegría.
                                      Marianne trató de consolarla.
-Tu hermana no debe de verte llorar-le exhortó-Le vas a arruinar el día.
-Jamás pensé que vería a Lucía casada-afirmó Sara-Y en estas circunstancias...Con nuestro padre muerto... Lejos de nuestro hogar...
-Piensa que, al menos, es feliz.
-Tienes razón.
                                     Sara había visto en varias ocasiones a Beau besar con amor a Lucía.
                                     Y la besó con amor después de la ceremonia.
                                      Cuando salieron de la capilla.
-¡Vivan los novios!-trinó miss Benedict, visiblemente emocionada.
                                      Las hermanas de Lucía fueron corriendo a abrazarla.

2 comentarios:

  1. uy que tierna boda, veamos que pasa . Buen fin de semana

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  2. Una boda tierna y sencilla, me encanta. Laura, adoro como escribes, tu estilo es dulce y sentimental, muy de mi gusto.
    ¡Ánimo y que tu pluma no se seque jamás!

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