OCURRIÓ EN LA INDIA

Hola a todos.
Hoy, me gustaría hablaros de una novela romántica que leí hace unos tres años.
Se llamaba Deseo bajo la piel. Había visto la luz en el año 1984, el mismo año de mi nacimiento, pero hacia la Navidad. Pertenecía a la Colección Gaviota.
La Colección Gaviota eran unos libritos pequeñitos que te regalaban con la compra de la hoy desaparecida revista Garbo. 
Eran novelas románticas que transcurrían en distintos puntos de España y que, además de abordar las relaciones amorosas, abordaban otros temas como el secuestro, las drogas, la familia, las amistades, el autismo (un personaje de una de estas novelas era autista), la enfermedad, etc.
Eran historias cortitas que se leían en un periquete, pero muy intensas. Muy romanticonas, pero que ahondaban en el problema que muchas abordaban. No todas sus protagonistas eran vírgenes (a Dios gracias) e, incluso, se hacía un poco a la doble moral que decía que la mujer debía de llegar virgen al matrimonio, cosa que no se le exigía al hombre.
La novela que nos ocupa cuenta la historia de Andrea, una joven que vive con su hermana menor y que mantiene una relación tormentosa con un hombre en trámites de divorcio. Él está muy enamorado de ella, pero Andrea no siente lo mismo. Rompe la relación y no sabe qué hacer con su vida porque su antiguo novio le daba mucha estabilidad emocional. Además, su hermana le comunica que tiene novio y que va a casarse con él, lo cual la descoloca. Decide tomarse unas vacaciones y se va a La India a pasar el mes de octubre con un grupo de turistas españoles que ha elegido la temporada baja para hacer turismo. En ese grupo, Andrea conoce a Javier, del que se enamora y con el que vive un romance. Él quiere que la relación vaya a más, pero a Andrea le entra el pánico porque casi no le conoce.
Y es, entonces, cuando ocurre la tragedia.
El suceso que paso a relatar es real y ocurrió entre los días 31 de octubre y 1, 2 y 3 de noviembre de 1984. Hace casi treinta años.
La entonces Primera Ministra del país, Indira Gandhi, es asesinada el 31 de octubre de 1984. En la novela, se menciona el asesinato, que fue llevado a cabo por dos de sus guardaespaldas, que eran sij.
Los sij son miembros de una religión que verenan a un único dios hindú, renegando de los demás dioses (Ganesh, Kali, etc) y que siguen las enseñanza de los Diez Gurúes, que vivieron entre los siglos XV y XVII.
Volviendo a la novela, al día siguiente del asesinato, se organizaron numerosos altercados en distintos barrios de Delhi. Partidarios de la asesinada Primera Ministra asaltaron varios barrios de la ciudad y no dudaron en asaltar las Gurdwaras, los templos sij, en la creencia de que los sij se ocultaban allí.
La ira y la venganza llevaron a los partidarios de la difunda Indira Gandhi a cometer una auténtica masacre.
En la novela, el grupo de turistas está visitando una Gurdwara cuando la turba enfurecida irrumpe en el templo. Javier, en un acto entre heroico e insensato, intenta detener a la turba mediante el diálogo, pero le apuñalan y es herido de gravedad.
Mientras el joven se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Delhi, Andrea no se separa de su lado y se da cuenta de lo mucho que lo ama. Pero, al mismo tiempo, Andrea está al tanto de lo que está pasando fuera. Se entera del fallido toque de queda impuesto al día siguiente. Se entera de que la Policía y el Gobierno están colaborando para sofocar la revuelta. Se queda conmocionada al enterarse de que han muerto 3.000 personas (todos ellos sijs) y que han habido un gran número de heridos.
A pesar de ser un libro de la Colección Gaviota, refleja bastante bien lo que ocurrió en esos días. No habla sólo de la historia de amor. También dedica un capítulo entero a la masacre de los sijs. No entra en detalles morbosos, sino que relata cómo la ciudad está sumida en un caos de violencia, muerte, sangre, venganza, confusión y dolor.
En la realidad, fueron creadas hasta diez comisiones para investigar los hechos y depurar responsabilidades, pero ninguno de los principales acusados llegó a entrar en la cárcel.
Esto fue el hijo de Indira Gandhi, Rajiv Gandhi, el 19 de noviembre de aquel 1984 sobre la tragedia había ocurrido:

Se han producido algunos disturbios en el país tras la muerte de Indiraji. Sabemos que el pueblo estaba muy furioso y que durante unos días parecía que la India ardía en llamas, pero cuando cae un árbol grande es natural que la tierra que lo rodea tiemble un poco.

La esposa de Rajiv Gandhi, Sonia, pidió disculpas en 1998. 
Pero el asesinato de una persona no debe de servir como justificación para una violencia aún mayor, ya que sólo trae más sufrimiento. 
La venganza, al final, no hace desaparecer el dolor, sino que lo aumenta.