lunes, 19 de noviembre de 2012

AMORES SILENCIOSOS ARGUMENTO Y PRÓLOGO

Lo prometido es deuda.
A partir de ahora, voy a subir, siempre que pueda, un capítulo de mis antiguas historias. Son las primeras que escribí. Tendrán muchos gazapos en cuanto a expresión y ambientación.
Empiezo con una historia que escribí cuando tenía quince años. En el Instituto, en clase de Historia, estábamos dando el colonialismo. Me gustó esa lección. Algunas de esas historias transcurren en países lejanos que fueron colonias españolas.
Esta novela se llama "Amores silenciosos" y abarca muchos años en la vida de una misma familia. La acción arranca en el año 1815, en Nueva Guinea, donde hubo asentamientos españoles. Al acabar su educación en un internado religioso, la sensata y tranquila Lucía regresa a casa. Sus padres han muerto y ella y sus dos hermanas menores han quedado bajo el cuidado de su tío, un hombre serio, aunque algo inestable emocionalmente. Deberá de enfrentarse a los cambios que se están produciendo en su vida y a la llegada del amor encarndo en alguien totalmente prohibido para ella.
Os dejo con el prólogo.

PRÓLOGO

Se sentía cómo una extranjera en aquella tierra.
Había nacido en ella. De niña, le habían hablado de un país lejano. En aquel país, habían nacido sus padres.
Pero sabía que nunca lo conocería. A menudo, se había sentido sola. A pesar de que estaba rodeada de gente. Sentía que no tenía nadie con quien hablar. Que no tenía a quién contarle sus penas. Lucía Acebedo Gutiérrez nunca se quejaba.
Las monjas del internado en el que ella y sus dos hermanas menores, Sara y Blanca, estaban estudiando decían de ella que tenía vocación religiosa. En cambio, Sara iría al Infierno. De las tres hermanas, Sara era la más traviesa. Lucía tenía que estar llamándola constantemente al orden. Lucía era una chica muy tranquila. Siempre estaba ocupada leyendo o rezando. Blanca era una mezcla de las tres.
Era tan traviesa como Sara. En cambio, podía ser tan tranquila como lo era Lucía. Tras la muerte de sus padres, las hermanas se tenían las unas a las otras. Blanca no había llegado a conocerles y quería saber cómo eran ellos. De aquella forma, Lucía pasaba los días en el internado con la compañía de sus hermanas.
Y de la soledad que la embargaba a pesar de todo.
Se preguntaba si las cosas serían distintas si se iba a España. ¡España! El país de sus padres...Donde habían nacido. Pero estaba segura de que también la mirarían como lo que era. Una extranjera...No tenía tierra. Lucía Sin Tierra...

 Creo que esta imagen refleja la soledad en la que vive Lucía.

¡Ojala os haya gustado!
¡Hasta mañana!

4 comentarios:

  1. Lilian, me has dejado con la miel en los labios, me ha sabido a poco. Y qué linda imagen has escogido, me ha encantado. Eres muy talentosa al escribir historias complejas desde tan joven, felicidades.

    Estaré atenta al desarrollo.

    Besos, feliz semana.

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  2. Lilian estoy con Aglaia, me ha gustado mucho el prólogo de tu historia y estoy deseando leer más. Empezaste muy joven a escribir, te admiro un montón amiga.
    Se adivina ya una gran aventura.
    Un beszo!!!

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  3. Hola, Aglaia.
    Me sentía sola en aquella época. Quería desahogarme escribiendo. Y me salió lo que acabas de leer. Además, mezclaba también la Historia, que me encanta.
    Gracias por seguirme, amiga mía.
    Te deseo una feliz semana.
    Un abrazo.

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  4. Querida Rae.
    Espero que te guste todo lo que tiene que venir a continuación. Esto acaba de empezar. ¡Je, je!
    Un abrazo muy fuerte.

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