viernes, 3 de octubre de 2014

EN LA ISLA

Hola a todos.
Vamos a ver lo que ocurre en este fragmento de En la isla. 
Los planes de huida se han visto alterados por culpa de la repentina enfermedad de Phoebe.

                                Tres días estuvo Phoebe con fiebre muy alta.
                                 Lady Honora, Lily y Meredith se turnaron para cuidar de ella.
                                 El médico sospechaba que la enfermedad que sufría la joven debía de ser cosa de nervios. Fiebre cerebral fue su dictamen. Ni Lily ni Meredith quisieron separarse del lado de la cama de Phoebe. La joven deliraba. Llamaba a Gabriel. A Meredith se le rompió el corazón cuando la oyó llamar al joven.
-Gabriel...-murmuraba la enferma-Gabriel...
                                Al cuarto día, la fiebre le bajó a Phoebe. Durante el tiempo que estuvo con fiebre, Meredith ordenó a un criado que fuera a buscar a Gabriel.
-¿Por qué quieres que venga aquí?-le preguntó Lily, curiosa.
-Porque Phoebe quiere verle-respondió Meredith-A lo mejor, si lo ve, se pone mejor.
-No debería de pensar en ese joven.
                              Durante dos días, Gabriel permaneció en la habitación de Phoebe. Ayudó a pasarle paños empapados en agua fría por la cara.
                              La mirada vidriosa de Phoebe se clavó en él. No sabía si estaba delirando o si Gabriel había ido a verla. Su Gabriel...
                              Una semana después, Phoebe se sentía con fuerzas como para levantarse de la cama. Daba pequeños paseos por la habitación. Pero se mareaba enseguida. Era alimentada a base de infusiones, de zumos y de caldos. Las visitas que le hacía Gabriel eran diarias. Le enviaba ramos de flores todos los días. Pero Phoebe no se llamaba a engaños. El interés que Gabriel mostraba hacia ella era puramente fraternal.
                            Se preocupaba por ella porque la quería. Pero su cariño era fraternal.
                            Al octavo día, Phoebe quiso salir al jardín a tomar el fresco.
                            Gabriel había ido a verla.
                            El joven la acostó en una chaise longue y negó la ayuda que le ofreció una criada. Se puso de rodillas a su lado sobre la hierba del jardín. Se quitó la chaqueta y la colocó sobre los hombros de Phoebe.
                              Ella le cogió la mano y se la besó.
-Te sacaré de aquí dentro de unos días-le prometió Gabriel-En cuanto hayas recobrado la salud y las fuerzas. Necesitas estar fuerte. Nos espera un viaje muy largo. Pero todo será para bien, mi querida Phoebe.
-Eres muy bueno conmigo-afirmó la joven.
-Te quiero mucho.
-Pero no estás enamorado de mí.
                           A Gabriel le dolía ver en aquel estado a Phoebe. La joven estaba más delgada. El color se le había ido de la cara. Su cabello de color rojizo había perdido todo su brillo. Estaba más demacrada. Sus ojos habían perdido su mirada pícara.
                         Gabriel le acarició la mejilla con la mano.
-Estás enamorado de Meredith-observó Phoebe con tristeza.
                          Gabriel la miró extrañado.
-No trates de negarlo-añadió Phoebe.
                          Lo tenía ya asumido. Si se había hecho ilusiones con Gabriel. Pero había sido culpa suya por haber pensado que él la amaba. Por haberse hecho ilusiones. Por todo...
-Amo a tu hermana con todas mis fuerzas-admitió Gabriel-No podría vivir sin Merry.
-No pasa nada-dijo Phoebe.
                           No tenía fuerzas para discutir con Gabriel. Le estaba dando su bendición.
-Tan sólo quiero pedirte un favor-prosiguió-Haz feliz a mi hermana. Es la persona más noble del mundo.
-Merry me pidió que me enamorara de ti-le confesó Gabriel-Que la olvidara. Pero no puedo hacer eso. Habría sido mentirte. Y eso te habría destrozado.
-Te agradezco tu sinceridad.
-Phoebe, voy a impedir tu matrimonio con lord Kirkcaldy porque te va a hacer una desgraciada. Vas a trabajar como institutriz en casa de lady Annette. Tiene dos hijos pequeños. Es la hermana mayor de un amigo. Pero siempre está sola. Su marido pasa más tiempo en Londres que con ella. Y su hermano está en el Ejército. Le han destinado a La India.
-¿Dónde vive?
-Vive en Canterbury.
-Donde los cuentos...
-Más o menos...
                              Phoebe ya conocía el lugar donde se escondería.
                              Canterbury...
                              Parece un buen lugar donde empezar de cero, pensó la joven.



-¿Cómo es lady Annette?-quiso saber Phoebe.
-Es una mujer muy agradable-contestó Gabriel-Vas a trabajar en su casa en calidad de institutriz. Tendrás un nombre falso para que nadie te encuentre.
-Está bien.
-Os haréis mucha compañía lady Annette y tú.

1 comentario:

  1. Pobre Phobe el destino que le espera todo lo que hace por amor su hermana. Te mando un beso y te me cuidas

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