viernes, 26 de septiembre de 2014

EN LA ISLA

Hola a todos.
En el fragmento de hoy de En la isla, nos centraremos en la figura de Gabriel.
El joven está preparando la huida de Phoebe.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                                Estaré encantada de recibir a esa joven institutriz en mi casa. Me has hablado tan bien de ella que pienso que podría hacer algo con mis hijos. Son unos niños encantadores, pero son un poco traviesos. Me alegro de que vayas a sentar cabeza, Gabriel. Mi hermano sabe Dios cuándo lo hará. Mientras estuviste en el continente, su contingente partió hacia La India. ¡Sabe Dios cuándo regresará! Pasa tanto tiempo fuera que, a veces, siento que soy hija única. 

                            Gabriel leyó la carta que le había escrito lady Ferguson, la hermana mayor de su amigo Alexander.
                             Annette Graham había sido su apellido de soltera. Era, al menos, cinco años mayor que Gabriel. En su primera temporada en sociedad, se casó con el conde de Ferguson. Fue una temporada rápida para ella. Captó la atención del conde en su primer baile. Habían pasado algunos años y Annette vivía en el campo. Había tenido dos hijos varones con el conde. Pero no era ningún secreto que hacían vidas separadas. Annette vivía en la casa solariega de la familia de su marido. Y lord Ferguson se dedicaba a frecuentar a mujerzuelas en Londres.
                          Gabriel estaba en su despacho.
                         Pensó que la pobre Annette había vivido rodeada de irresponsables. Su hermano, el duque de Graham, no se hacía nunca cargo de nada.
                          El nuevo nombre de Phoebe sería Nancy Pembrooke. Y entraría en la casa de lady Ferguson como institutriz de sus hijos.
                          Ésta vivía en Canterbury, en el Estado de Kent.
                          El mayordomo de los Bane entró en el despacho de Gabriel.
-Señor, ha venido una joven-le comunicó-La señorita Leighton...
-¿Cuál de ellas?-quiso saber Gabriel, con el corazón latiéndole a toda velocidad.
-La menor...La señorita Meredith...Pero no se ha quedado. Me ha entregado una nota. Estaba muy nerviosa.
-¿Una nota?
                          El mayordomo le tendió a Gabriel un papel. Estaba mal doblado. Gabriel lo desdobló. Había unas pocas líneas. Se notaba el pulso tembloroso de Meredith al escribir.
-La señorita Phoebe Leighton va a casarse-anunció Gabriel-Con lord Kirkcaldy...Me pide que la ayude a escapar cuanto antes.
-El vizconde de Kirkcaldy es un excelente partido, señor-opinó el mayordomo-No entiendo cómo puede querer huir de él.
-Es Meredith quien me pide ayuda. Conoce demasiado bien a su hermana. Ese matrimonio sería un Infierno para Phoebe. La boda se celebrará en menos de un mes. Hay que darse prisa.
-No le entiendo, señor.
-Yo sé bien lo que me digo.
                            Gabriel se paseó de un lado a otro del despacho.
                            Había que sacar a Phoebe lo antes posible de su casa.
                            Debía de pensar bien la manera de sacarla de allí. Si sus padres la descubrían, no sólo se cebarían con ella.
                             También se cebarían con Meredith por ser su cómplice. Ya no le importaba nada, excepto ayudar a Phoebe porque así ayudaba también a Meredith.
                             También sacaría a Meredith de casa de sus padres. Se casaría con ella. Y Phoebe sería libre.
-Felicítame-le dijo al mayordomo-Voy a casarme.
-¿Va a convertirse en el esposo de la joven Phoebe, señor?-se extrañó el mayordomo-Usted no pertenece a la aristocracia. Y ella va a casarse con el vizconde de Kirkcaldy.
-No pienso casarme con Phoebe. Me voy a casar con Meredith.
-Entiendo.
                             Gabriel bufó.
                             Por algún extraño motivo, todo el mundo había pensado que acabaría casado con Phoebe. De amarla, se habría casado con ella. Pero su corazón ya había escogido.
-Felicidades...-dijo el mayordomo imperturbable.

2 comentarios:

  1. Uy genial Meredtih merece ser feliz. Te mando un beso y buen fin de semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Citu.
      La semana que viene tendrá lugar el desenlace de esta bonita historia.
      Y espero no defraudar.
      Un fuerte abrazo, amiga.
      Disfruta de un feliz fin de semana.

      Eliminar