martes, 23 de septiembre de 2014

EN LA ISLA

Hola a todos.
Aquí os traigo un nuevo fragmento de mi relato En la isla. 
El día de la boda se está acercando y la visita a la modista son constantes.

                         Después de dos días encerrada en su habitación, Phoebe se vio forzada a tener que salir de su encierro. En realidad, no quería ver a nadie desde su encuentro con Gabriel en el viejo fuerte. No tenía ganas de comer. Lo único que deseaba era morirse. Gabriel no la amaba. Él mismo se lo había confesado.
-Tiene que estar contenta, señorita-trató de animarla su doncella mientras le cepillaba el cabello.
                       Para su estupor, Phoebe rompió a llorar de manera amarga.
-¿Estás lista, querida?-le preguntó lady Honora a Meredith.
                       Encontró a su hija menor sentada al piano interpretando una pieza. Era de Mozart. Réquiem...
-Esa canción es muy triste-opinó lady Honora-No entiendo lo que le pasa a tu hermana.
-No quiere casarse con el vizconde-afirmó Meredith-Eso es lo que le pasa.
                          Meredith, Phoebe y Lily acudieron a ver a la modista junto con lady Honora. Meredith y Lily serían las damas de honor de Phoebe el día de su boda. Había que tomarles medidas para hacerles los vestidos.
-¿Y cuándo será la boda?-le preguntó Lily a Meredith.
                          La joven no respondió.
                          Recordaba cómo Gabriel la había besado el día antes, al amancer. Cuando tuvo que abandonar su habitación si no quería ser sorprendido allí.
                          Por suerte, nadie se despertó. Por suerte, nadie fue a ver si había alguien con ella.
-¿Qué piensas hacer?-le preguntó Meredith a Gabriel cuando se puso su camisón.
-Tengo un amigo-respondió el joven-Su hermana necesita una institutriz para sus hijos. Podemos hacer que Phoebe vaya a vivir a casa de ella en calidad de institutriz.
-Parece una buena idea.
                            Gabriel le dio un beso ardiente a Meredith antes de saltar desde la ventana de su habitación. Cayó de pie en el jardín.
-Puede que la boda no llegue a celebrarse-auguró Meredith.
                           Phoebe tenía una expresión extraña en el rostro. Parecía no ser consciente del lugar donde se encontraba.



                                  Sintió una dolorosa punzada dentro de su pecho al ver el rostro triste de Phoebe. Y quiso pensar que superaría el duro mazazo que le había dado la vida.
                                 Gabriel la ayudará a huir, pensó Meredith. En ese momento, una de las ayudantes de la modista le mostró a Phoebe un trozo de tul. Pensaba confeccionar con él su velo de novia. Phoebe rompió a llorar.
-¿No le gusta?-le preguntó la mujer, asombrada.

2 comentarios:

  1. Uy me dio mucha pena Phobe, veamos q ue pasara con Meredith. Te mando un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Citu.
      A la pobre Phoebe se le ha juntado todo. El amor de su vida no siente lo mismo por ella y se enfrenta a un matrimonio sin amor. Todavía no sabe que su amado está realmente enamorado de su hermana.
      ¡Vamos a ver lo que pasará!
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar