viernes, 24 de enero de 2014

SEGUNDAS OPORTUNIDADES

Hola a todos.
Después de haber estado desde el lunes sin pasarme por aquí, retomo mi novela Segundas oportunidades. 
En este fragmento, veremos cómo Jonathan habla con Edith y aclara algunas cosas.
Este episodio se lo dedico a nuestra buena amiga Judith Álvarez, más conocida como Citu. No está pasando por un buen momento y es una incondicional de la pareja Jonathan-Margaret. Le dedico a ella el momento en el que Jonathan se aclara.
Aunque...¡Mejor será que no siga hablando!
Espero que os guste.

                        Jonathan encontró a Edith al día siguiente en el salón. La joven se encontraba sola. Sin embargo, Jonathan escuchó a Margaret en su habitación corriendo la silla de su escritorio.
-Tenemos que hablar-le dijo a Edith.
-¿De qué se trata?-inquirió la chica.
                    Jonathan se sentó a su lado, en el sofá. Edith estaba bordando un pañuelo.
-Es sobre lo que pasó en la biblioteca-contestó Jonathan-Ya sé que no pasó nada. Pero noté que había algo raro en el ambiente. Y he de aclarar algunas cosas. Lo último que quiero es hacerte daño, Edie.
                     La chica dejó de bordar. Había llegado el momento de dejar atrás sus sueños de la niñez.
-Ya lo sé-admitió.
                      Respiró hondo.
                     Jonathan pensó de nuevo en Abby. Su hermosa esposa siempre formaría parte de su vida y la querría por siempre. Recordaría su esbelto cuerpo. Lo alta que era. Su cabello largo y rojo que caía de manera desordenada por su espalda. Sus hermosos ojos de color verde.
-Cuéntamelo-le pidió Edith-Sigo siendo tu amiga.
-Siento algo muy fuerte por tu prima Margaret-se sinceró Jonathan-He decidido cortejarla. Quiero casarme con ella si este sentimiento persiste. He sentido algunas dudas porque una parte de mí sigue amando a Abby. Pero siento que es hora de dejar atrás el pasado.
-La quieres. Formará parte de tu vida. Tienes miedo de que mi prima Meg no lo entienda.
                     Jonathan asintió.
                    Edith parecía entender todo lo que Jonathan le estaba diciendo.
-Pues yo creo que sí que lo va a entender-le aseguró.
                     Edith le dedicó una sonrisa. Posó su mano sobre la mano de Jonathan. El joven se dio cuenta de Edith tenía la mano helada.
                      La sonrisa de la muchacha era radiante.
                      Como de costumbre, llevaba su cabello rubio recogido en un moño. El cuello de Edith era largo, cual cuello de cisne. Jonathan pensó que su joven prima acabaría atrayendo las miradas de muchos caballeros con su rubia belleza.
-Quiero que sepas que mereces ser feliz-le aseguró-Nunca te conforme con menos. Mereces amar y mereces ser amada, Edie. Y yo quiero ser también feliz. Pienso que tu prima me hará feliz.
                    Ella se llevó la mano de Jonathan a los labios. Tenía los ojos llenos de lágrimas.
-Me alegro mucho por los dos-afirmó-Meg es muy buena.
-Edie...-dijo Jonathan conmovido-Tú también eres muy buena.
                    Le dio un beso cariñoso en la mejilla.
                    Margaret descendió por la escalera en aquel momento. Se quedó de piedra al ver la escena. Tuvo la sensación de que se desmayaría. Nunca antes había sentido celos de su prima porque Edith era casi como una niña para ella. Los ojos de color azul de Edith brillaron con adoración al posarse sobre Jonathan.
                    Se acercó a ellos. No tardó en darse cuenta de que estaba sacando de contexto aquella situación. A lo mejor, Jonathan y Edith estaban recordando viejos tiempos, pensó.
-No quería interrumpiros-dijo Margaret.
-No interrumpes nada-le aseguró Edith-Sólo estábamos hablando de lo que hacíamos cuando iba a visitar Lennon Cottage.

 

                        Margaret respiró aliviada para sus adentros.
                        ¿Acaso amar a una persona significaba sentir celos de otra?, se preguntó.
-Yo os dejo-dijo Edith, recogiendo su bordado.
-¡No te vayas!-le pidió Margaret-Quédate con nosotros.
-No quiero molestaros.
                    Jonathan se sentó en un sillón.
                    Margaret se sentó en el sofá, al lado de Edith. La muchacha iba a ser su carabina aquella tarde. Era lo mejor, si no querían dar de qué hablar.
                     Los ojos de Jonathan recorrieron la silueta de Margaret. El cabello de la joven era una indomable masa de color castaño con matices rojizos. El moño que lo sujetaba amenazaba con soltársele. Se perdió en las inmensidades de sus ojos...Grandes...De pestañas largas y oscuras...Podía pasar horas mirándola a los ojos, como hacía con Abby. No debía de seguir comparando a Abby y a Margaret. Estaba mal.
                     Pero estaba su cintura. Y aquellos pechos que eran grandes.
-Iré a visitar a Eve-anunció Edith poniéndose de pie-Hace días que no nos vemos.
-Pero...-balbuceó Margaret.
                      Edith se despidió de ella dándole un beso en la mejilla.
                     Margaret la vio dirigirse al recibidor a coger su abrigo y su sombrero.
-Nos hemos quedado solos-suspiró la joven-Tía Phoebe y tío Edwin también han salido. Han ido a hacer una visita también a la isla de Sheep. Edie se encontrará allí con ellos.
-Edie y yo nos conocemos desde hace muchos años-le contó Jonathan-Y la quiero mucho.
                    Margaret guardó silencio. Entendió que Jonathan no quería a Edith de una manera pasional y carnal. La quería como si fuera su hermana.
-No estoy celosa-le aseguró.
                   Estaba mintiendo. Jonathan lo percibió en el tono de su voz.
-¿Acaso yo te he dicho algo de celos?-le sonrió.
                    Margaret se puso roja como un tomate. Jonathan acunó el rostro de la joven entre sus manos. La besó en la frente. La besó en la mejilla. La besó en la punta de la nariz.



-Estás muy guapa cuando te enfadas-bromeó.
                  Margaret le dio un puñetazo en el brazo.
                 Sin embargo, tuvo una extraña sensación. En aquel momento, sintió que Jonathan era suyo. Que le pertenecía por completo. El joven se alegró de haber podido hablar con Edith. Sus ojos se encontraron con los ojos de Margaret.
-Te quiero-le dijo-Te quiero muchísimo.
                     Los labios de ambos se encontraron en un beso cargado de dulzura.

4 comentarios:

  1. Escuchar un te quiero de unos labios sinceros y después un beso...mmm que maravilla!

    Un abrazo!

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  2. Uy que lindo capitulo adoro Jonatahn yo creo que hace linda pareja con Margaret, te mando un beso y buen fin de semana

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  3. uhmmmm pues la verdad segun iba leyendo pense que pasaria eso. Ha estado bonito.
    unos besotesssssssssss

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  4. Simpatizo con Margaret, pero Edith creo es mejor partido para Jonathan. Buen capitulo.

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