martes, 29 de octubre de 2013

MARATÓN "FIESTA DE COMPROMISO"

Hola a todos.
El día de ayer fue para olvidar, aunque pueda parecer una tontería lo que me pasó. ¡Y es una tontería!
Empecé a escribir Fiesta de compromiso en una libreta a la que se le estaban acabando las páginas.
Cuando terminé la libreta, continué el relato en otra. Resulta que ayer estuve buscando la libreta por toda mi habitación para subir el trozo correspondiente al lunes ¡y no la encontraba! Me volví loca buscándola.
No pude subir nada. De pronto, esta mañana, me acordé que había subido algunas cosas a la buhardilla y fui a ver si, por un casual, estaba la dichosa libreta. ¡Y, menos mal, allí estaba!
¡Cualquier día de éstos pierdo la cabeza!
Digo que hoy habrá maratón de Fiesta de compromiso porque subiré los dos trozos: el tendría que haber subido ayer y el de hoy. No me gusta subir trozos ni muy largos ni muy cortos, pero, al juntarse dos, hoy será muy largo.
¡Deseo de corazón que os guste lo que viene hoy!
¡Nos vamos de fiesta con Devin y Catriona!

                              Devin se colocó a la altura de Catriona.
                              Como correspondía a la etiqueta, cogió la mano temblorosa de la chica. Se la llevó a los labios para besársela de manera larga, aunque eso no entraba dentro de la etiqueta.
-¡Por fin te encuentro!-exclamó Devin. Estaban a punto de dar las doce, la hora en la que se anunciaría el compromiso de Douglas y Nell. Catriona supo que no había escapatoria. Devin quería hablar con ella acerca de lo ocurrido semanas antes. Por suerte, no había quedado embarazada-Tenemos que hablar. Tenemos una conversación pendiente sobre cierto asunto.
-No estoy embarazada-le aseguró Catriona-No hay nada de qué hablar.
-No he venido para saber si vas a tener un hijo mío-afirmó Devin-Te juro que me habría alegrado saberlo. ¿Piensas que lo que pasó entre nosotros fue un error? El tenerte entre mis brazos, ¿fue un error, Cathy?
                         Ella no quería mirarle. Lo ocurrido en el cuarto que se le asignó a Devin aquella noche la perseguía en todo momento. Devin sonrió en un esfuerzo por aliviar el ambiente tenso. Buscó a su hermano con la mirada.
-Te juro que para mí no fue ningún error-sentenció el joven.
                       Catriona no quería mirar a aquel joven de tez morena que la había cautivado. No quería perderse en la inmensidad de sus ojos. Los ojos de Devin eran de color gris claro. No eran unos ojos fríos. Como los que tenía Douglas. No...Cuando las miradas de ambos se cruzaron por primera vez, Catriona sintió que podía confiar en aquel joven. Había algo en él que le inspiraba cercanía. Y, luego, estaba su sonrisa. Fue una locura besarle. ¡Era una locura todo lo que había pasado! Sentía que nada era real.
                     La orquesta interpretaba un vals. Los invitados bailaban. Y ella había perdido la virtud. ¡Con el futuro cuñado de su prima!
                       Pero los labios de Devin...Tan bien trazados...Tan sensuales...Buscó a Nell con la mirada. La encontró en un rincón con la mirada perdida.
                        Las mejillas de Catriona se encendieron de un modo que Devin encontró adorable. Desde la primera vez que la vio, tuvo la sensación de que había encontrado a la mujer de su vida.
                        Decidieron que era mejor hablar en un aparte. Catriona sentía cómo las piernas le temblaban con violencia. Tuvo que apoyarse en Devin para poder caminar. Aquel contacto le hizo sobresaltarse. Ella también me ama, pensó con alegría.



-Puede que pienses que soy igual que Douglas-dijo Devin-¡Y lo entiendo! Pero no soy igual que él.
-Eso ya lo sé-aseveró Catriona-Lo que ocurrió la otra noche entre nosotros fue una locura.
-No...No lo fue.
-Fui a tu habitación porque me dan miedo las tormentas. Debiste de haber pensado que yo era una cualquiera. ¡Y me comporté igual que una cualquiera!
-¡Jamás pensaría tal cosa de ti, Cathy!
                     Casi por inercia, empezaron a bailar al son del vals que estaba interpretando la orquesta.
-Deberíamos de anunciar esta noche nuestro compromiso-insistió Devin-Hablaré con tu padre.
-¡Por Dios, no hagas tal cosa!-se asustó Catriona-Esta noche pertenece a mi prima y a tu hermano. Se van a casar ellos.
                        Devin negó con la cabeza.
-Y también nos vamos a casar nosotros-le aseguró a Catriona-No entiendo el porqué te niegas. No es por lo que pasó la otra noche. ¡De verdad que no, Cathy!
                        Catriona no dijo nada. Siempre pensó que se casaría por amor. Y que se casaría con un hombre que la amara y al que ella correspondiera. Douglas se sitió al lado de Gilroy. El hombre llamó a Nell. La hora de anunciar el compromiso se estaba acercando.
-Querida...-la llamó Evanna.
-¿Sí, tía?-inquirió Nell.
-El compromiso está a punto de anunciarse-le informó Catriona a Devin-No hablemos de esto ahora. Ya hablaremos en otra ocasión. Más adelante...Hemos de ir con ellos.
                      Dejaron de bailar y Devin besó con reverencia la mano de Catriona.
-Me siento muy orgulloso de anunciar mi compromiso entre mi sobrina Elaine Campbell y el honorable Douglas Crane-anunció Gilroy, hinchando mucho el pecho.
                     Se encontraba en el centro, separando a la pareja. Nell mantenía la vista baja. En cambio, Catriona pensó que Douglas parecía un pavo real. Estaba muy contento.
-Señor Crane, se lleva a una joven extraordinaria y con un gran corazón-le dijo Gilroy a Douglas-Le ruego que la cuide como su tesoro más valioso.
                    Los invitados estallaron en aplausos. Al mismo tiempo, las lágrimas empezaron a correr por las mejillas de Nell.

                    Algunos días después, los Campbell fueron a visitar a sus vecinos, los Banner. Samantha Banner acudió a saludar a las primas. Parecía realmente emocionada al saber que Nell se va a casar.
-Debes de estar muy contenta-aseguró Samantha-¡No todos los días se casa una!
-Nelly está un poco nerviosa-le hizo ver Catriona-No está muy habladora que digamos.
-¡Lo entiendo! ¡Se va a casar con uno de los mejores partidos de toda Escocia! Además, Cathy, tu prima es también un buen partido. Con una dote muy elevada...Con su propia fortuna...
                      Catriona se puso tensa cuando vio a Devin. El joven se acercó a ella y la apartó de Nell y de Samantha.
-Discúlpenme, señoritas-les dijo-Pero la señorita Campbell y yo tenemos que hablar. Me gustaría comentarle una cosa acerca de la isla. Son ustedes muy afortunadas. Viven en un lugar realmente hermoso.
                      Devin cogió del brazo a Catriona y se la llevó al jardín, donde podrían hablar con más tranquilidad. La muchacha miró con nerviosismo hacia la fachada de la casa.



                      Apenas era capaz de mirar a Devin a los ojos.
-Vamos a dar de qué hablar-le espetó al joven-¿No te das cuenta?
                      Devin pensó que el escándalo lo podrían haber dado la noche en que hicieron el amor. Catriona estaba convencida de que él quería casarse con ella por lo ocurrido aquella noche. Sin embargo, Devin sabía que eso no era así. La sonrisa de Catriona le había deslumbrado. A pesar de su aspecto frágil, era mucho más fuerte de lo que aparentaba. Era inteligente. Y se preocupaba por Nell.
                    Se disculpó unos instantes con Catriona. Se metió dentro de casa y, al cabo de unos minutos, regresó portando dos vasos. Contenían zumo de naranja. Le tendió un vaso a Catriona y él se quedó con el otro. Bebió un sorbo.
                      Catriona se dijo así misma que había obrado de un modo alocado cuando acudió aquella noche a la habitación de Devin. Era cierto que el joven era muy apuesto. Y era el primer muchacho que se había fijado en ella. El sentido común de Catriona desapareció por completo.
-Cathy, no sé qué hacer para que te des cuenta de que quiero casarme contigo-dijo Devin.
-¿Y quién te ha dicho que quiero casarme contigo?-le espetó Catriona-¿Cómo has llegado a esa conclusión?



                      Le gustaba hablar con Devin porque le hacía reír. Catriona bebió un sorbo de su vaso de zumo de naranja.
                      Se decía así misma que había sido un error haber hecho el amor con él. Era una mujer deshonrada. Sus padres, por suerte, no lo sabían. ¡Nunca lo sabrán!, decidió Catriona. Pero, si se llegaba a casar, su marido sí se enteraría.
-Lo siento-susurró.
                     Habló más alto.
-Eres muy bueno por querer casarte conmigo-dijo-Pero no te estoy obligando a que hagas algo de lo que puedas arrepentirte.
-La otra noche fue la noche más maravillosa de mi vida-se sinceró Devin-Yo también quería que eso pasara. ¡Y no me arrepiento por nada del mundo! Volvería a hacerlo. ¡No te ofendas!
                     Catriona se ruborizó.
-Entiendo que lo digas-opinó-Debes de pensar, aunque digas lo contrario, que soy una furcia.
-¡Por el amor de Dios, Cathy!-exclamó Devin-¡Yo jamás pensaría tal cosa de ti! ¡Te lo he dicho!
                      No pudieron seguir hablando. En aquel momento, una voz femenina y conocida les interrumpió.
-Cathy...-dijo la voz.
                        Se giraron para ver a Nell, que salía del interior de la casa. Estaba preocupada por su prima. ¿Cómo se atrevía a hablar a solas con Devin?
-Señor Crane...-dijo Catriona-Mi prima me está llamando. Ya hablaremos usted y yo.
-¡No pararé hasta que no hablemos!-le prometió Devin.

Mañana, un nuevo fragmento de Fiesta de compromiso. 

2 comentarios:

  1. Mañana te leo los dos capítulos, ahora ando con una jaqueca y me bailan las letras. Un beso y te me cuidas

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    1. Mi querida Citu, cuídate mucho. Si es preciso, ve al médico y descansa. Lo importante eres tú, amiga.
      Te envío el abrazo más fuerte y todo mi cariño.
      Haz caso al médico y a tu familia y cuídate mucho.

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