sábado, 29 de septiembre de 2012

WEBNOVELAS

Dedico esta entrada a las webnovelas.
Uno puede estar preguntándose. ¿Y qué es una webnovela?
También tiene el nombre de foronovela. Nace de los fanfiction. Ya sabéis. Esas historias que escriben los fanáticos de una novela o serie de televisión original. Se han visto fanfic de Harry Potter. Ya hablé en otra entrada de un personaje nacido en un fanfic, Mary Sue.
Las webnovelas o foronovelas las podéis encontrar en un foro o en una página web. Son como nuestras blog novelas. Pero con la diferencia de que los personajes de las webnovelas tienen su origen a partir de un personaje concreto de una telenovela. Puede ser el personaje principal o puede ser el personaje secundario. Los personajes que lo rodean pueden ser los mismos personajes que aparecen en las telenovelas de las que salen. O pueden ser personajes inventados. No importa mucho.
Algunas webnovelas fingen ser una telenovela real. Tienen incluso su propio elenco actoral. Con actores reales que pueden verse en cualquier telenovela. ¡Y hasta tienen su propia banda sonora! Hay que admirar a los autores de las webnovelas. Se lo curran mucho. Puedes leer una webnovela y tienes la sensación de que estás viendo una telenovela en el salón de tu casa. Lo digo porque he leído varias webnovelas.
Y todas me han gustado. Por la sensación que transmiten de estar viendo una telenovela.
Entre las características de las webnovelas están:
EPISODIOS: Todas tienen entre 40 y 60 capítulos. Igual que una novela normal.
EL ELENCO: Sirve para que nos hagamos una idea de cómo son los personajes. Eso la hace más real. La vives con más intensidad. Casi siempre son actores de telenovelas. Pero también aparecen actores de cine y hasta modelos.
DIÁLOGOS Y NARRACIÓN: Se utilizan muchos diálogos. Pero también hay una rica narración para acercarla más a la novela.
Existe una controversía entorno a cuál fue la primera webnovela. Se cree que se llama "Amistad Perdida". Su autor utiliza el nick de Pato. Pero su verdadero nombre es Patricio Sesnich y es oriundo de Chile. Por desgracia, dicha webnovela desapareció del ciberespacio. En la actualidad, ostenta ese honor "Todo cambiará". Su autor es el puertorriqueño Rafa Ochoteco.
Existe un gran riesgo para los autores de webnovelas. Van colgando los episodios en los foros o en un foro específico creado para colgarla. Sin embargo, no tienen a menudo en cuenta de que existen personas que roban los trabajos de los demás. Pueden plagiar sus webnovelas y hacerlas pasar como suyas. Por desgracia, se han dado casos. Lo mismo pasa con los autores de blog novelas. El riesgo del plagio parece acechar a la vuelta de la esquina.
España es uno de los lugares donde son más famosas las webnovelas. Existe una gran demanda de ellas, sobre todo, en los países de América del Sur. Tanto es así que hasta se han creado premios. Los más importantes son los "Premios Fotech" y los Premios "Webnovelas Internacional". Por desgracia, la competencia es bastante escasa y resta emoción a estos premios al haber pocos participantes.
Pero lo cierto es que este género está recibiendo mucho apoyos.
Existen portales de Internet que ayudan a los autores a promocionar sus obras. Y ahí es cuando se hacen más realistas.
Llegan a emitir webnovelas de lunes a viernes a una hora determinada. ¡Igual que una telenovela de verdad!
El principal canal de webnovelas es UTV (Unión de Teleseries Virtuales). Sin embargo, por desgracia, este canal ya no existe. Igual que desaparecieron otros canales como Virtual Fox.
A lo largo de los años han ido apareciendo los cibercanales de nueva generación. Pese a que éstos son más dados a las ciberseries, también emiten webnovelas. Es el caso de laDox.
Por lo general, el canal que más promociona las webnovelas es el foro de webnovelas. Su moderadora se llama Acka. En su honor, los Premios "Webnovelas Internacional" también se conocen como "Premios Acka".
Otros canales dedicados a la difusión y promoción de este género son los siguientes:
El foro de webnovelas de Univision.com.
El Área Dramática Virtual del Fotech.
También se han creado revistas virtuales. Se publican en Internet. Pero algunas simulan ser revistas impresas.
En conclusión. Las webnovelas son un género en auge. Te acercan a las novelas hasta el punto de llegar a sentirlas. A creerte que las estás viviendo. Son un interesante cruce entre una novela y una telenovela. Como ver en televisión la versión con actores de carne y hueso de tu libro favorito.
Se empeñan en contarnos una historia. La hacen real. Con música...Con unos actores que representan a los personajes a los que dan vida. Hay montajes de videos y de fotos. ¡Quién sabe si algún día esas foronovelas se convierten en telenovelas de verdad!
Mientras tanto, os invito a que las leáis. Hay que saborearlas. Con mucha calma...No os arrepentiréis.
Siempre es bueno descubrir géneros nuevos. Hay muy buenos autores de webnovelas. Es una forma más de darse a conocer. De que conozcamos a autores nuevos. Y llenos de talento. Capaces de hacerte crear una historia que te haga vibrar. Que la sientas en carne propia.
Animo a los autores de webnovelas a que no dejen de escribir. Y a que sigan fascinándonos con sus maravillosas historias.
 Ésta es Maite, uno de los personajes de "La noche del lago", foronovela escrita por Úrsula, también conocida como Nefertiti. Es miembro del Club de las Escritoras, al que pertenezco. Espero que no le importe que haya colocado una imagen de Maite para resaltar lo que es una webnovela.
Úrsula ha sido víctima de plagio en su webnovela y ha tenido que eliminar su blog. Toda precaución es poca. Es muy triste ver cómo alguien te roba lo que es tuyo. Todos estamos expuestos a ese riesgo. Y hay que ser precavido.
Le deseo a Úrsula toda la suerte del mundo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

¡"CRUEL DESTINO" ESTÁ EN FACEBOOK! Y DON ROBERTO COLINA Y YÁÑEZ, CONDE DE MORA

He escrito el título de la entrada entre exclamaciones porque estoy muy contenta. ¡"Cruel destino" está ya en facebook! Fue hace dos días que me decidí a crear una página en Facebook para dar a conocer mi novela. De momento, hay unas pocas entradas contando más o menos de qué va la historia. Y he subido una foto con quien creo que mejor representa a Roberto en su juventud. Daniel Radcliffe, sí, sí. El mismo que hizo de Harry Potter. Pero la foto corresponde a su película "La mujer de negro", donde creo que se aleja definitivamente de nuestro querido mago infantil. Buenos modales, exquisita educación...Roberto sería, para mí, el perfecto caballero. Es atractivo, pero de un atractivo refinado. Elegante...Distinguido...
Juzgad, porque os dejo aquí la foto, se Daniel Radcliffe podría ser Roberto más joven.


En "Cruel destino", todo hay que decirlo, Roberto tiene treinta y siete años y en la foto podría parecer que tiene poco más de veinte. Aquí os dejo con otra foto de quien creo que podría representar mejor a Roberto con treinta y siete años.
 Es Hugh Jackman en "Kate y Leopold". Ni aún atrapado en pleno año 2000, Leopold dejaba atrás sus exquisitos modales, su cultura, su elegancia, su impecable educación y su refinado atractivo. ¿Verdad que también podría ser Roberto más mayor? ¡Ains! ¡Me encantan! ¡Me encantan los dos!
Por supuesto, volviendo a Facebook, pienso seguir trabajando en esa página subiendo fotos para que podáis conocer mejor a los personajes y un poco más "Cruel destino".
La verdad es que estoy muy ilusionada con esta historia. Me he encariñado con sus personajes y, además, la época histórica en la que transcurre es una de mis favoritas. Os dejo el enlace aquí para que podáis ir a verla.
Es éste:
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Cruel-Destino/528949367120218
Tengo que seguir descubriendo los misterios de blogger y de Facebook. Eso sí. Siempre con cuidado.
Muchas gracias a todas por vuestro apoyo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

CRUEL DESTINO

              Emma cerró los ojos.
              Podía sentir todavía la brisa marina en su rostro.
              Estaba en el puente al lado de Christopher. Ella se había disfrazado de chico para escapar de su libidinoso primo Edward. Y le había conocido. O, mejor dicho, había vuelto a verle. Sólo que él no la había reconocido.
              Christopher le sonrió. Y Emma creyó que el corazón se le saldría del pecho. Se enamoró de él en aquel momento.
              Y lo había amado desde aquel instante.
              Un amor que Emma sabía que no era sano. Un amor que le había hecho mucho daño. ¿Cómo podía amar a quien le había hecho tanto daño?
               Robert la rescató del lado de Christopher. Robert fue el que delató a Christopher. Estaba al tanto de sus actividades delictivas.
              De algún modo, Emma odiaba a Robert por lo que había hecho. Por su culpa, su amado Christopher estaba muerto. Pero todo el mundo le recordaba lo que él le había hecho.
             Por culpa suya, Emma estaba postrada en una silla de ruedas. ¿Cómo podía amar a un salvaje que la había maltratado de todas las maneras posibles?
             Emma sintió cómo una lágrima rodaba por su mejilla. Sabía que todos tenían razón.
             Pero ella no quería ver la verdad. Seguía permaneciendo ciega. No quería admitir que Christopher nunca la había amado. Siempre había sido una especie de juguete para él. Incluso...Perdió el hijo que esperaba por su culpa. El hijo de ambos...Sólo por eso, Emma tendría que odiarle. Pero no podía odiarle. Seguía amándole.
            Seguía amándole de un modo retorcido y absurdo.
            Emma estaba asomada a la ventana de su habitación. Desde allí, intentaba ver el mar. ¡Le parecía tan lejano! Pero estaba muy cerca de su casa.
-¿Quieres que te lea algo en voz alta?-le preguntó Margaret-Así te distraerías.
-Me duele la cabeza-respondió Emma.
-¿Por qué no busco algún paño de tela?
-¿Para qué quiero yo un paño de tela?
-Podrías bordar algún pañuelo. Se lo regalaríamos a la prometida de Robert. Quiero pensar que es una mujer decente. Y que no es como la otra. Confío en Robert. Pero no piensa con la cabeza cuando se trata de escoger esposa. No sé con lo que piensa. ¡Pero de fijo que no es con la cabeza!
-A lo mejor, ya tiene muchos pañuelos y puede que no le guste el que yo le he bordado. No, Margaret, no.
-¿Y si salimos a dar un paseo? Te distraerías. Verías gente.
-Y esa gente se compadecería de mí porque no puedo caminar.
-¡No digas eso!
-¡Es la verdad!
              La ventana de la habitación estaba abierta.
-No deberías de tomar tanto el fresco-la exhortó Margaret-Podrías resfriarte.
               Emma fingió no escucharla. Casi podía sentir sobre su cara el agua de las olas.
-No me importa-alegó la muchacha.
            Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Cada día que pasaba, de un tiempo a aquella parte, estaba furiosa consigo misma. Furiosa porque no era capaz de levantarse de aquella silla de ruedas. Era un trasto inútil, en su opinión.
-No deberías de hablar así-la aconsejó Margaret.
                Se puso de pie.
             Se acercó a Emma. Se puso de cuclillas a su lado. Le dolía ver a su prima en aquel estado. Sabía que estaba sufriendo mucho. ¡Máldita invalidez! ¿Por qué Aurora estaba condenada a no volver a caminar? Debería de haber sido cortejada. Debería de haber tenido una puesta de largo. Debería de casarse. Debería de tener hijos. Debería de disfrutar de su juventud. Debería de ser feliz.
             Ese malnacido, pensó Margaret con rabia.
             ¡Es culpa suya!
             ¿Por qué le había hecho tanto daño a Emma? ¿Por qué se había ensañado con ella?
            Y su prima seguía defendiéndole. ¿No se daba cuenta de que sus excusas nunca fueron creíbles?
            Aún le dolía la muñeca que le rompió. Sobre todo, cuando iba a cambiar el tiempo. Si movía la mano de una u otra forma, su muñeca se resentía. Incluso...Ese daño se lo debía a él.



-Sé lo que estás pensando-advirtió Emma.
-¿Y qué crees que estoy pensando?-la retó Margaret.
-Piensas que Christopher es el culpable de mi invalidez. ¡Pero no es así! Él nunca quiso tirarme por la escalera. Él...Me amaba. Me lo decía siempre. Estaba enamorado de mí. Por eso...Me salvó en varias ocasiones.
            Para hacerte daño, pensó Margaret.
-Le escribiré a Robert y le diré que busque ayuda-decidió la joven-Debe de haber en algún sitio un médico que pueda ayudarte. Y Robert lo buscará. ¡Te lo juro!
-Está demasiado ocupado pensando en casarse-se lamentó Emma.
-Nunca está ocupado cuando se trata de ti. Ya sabes lo mucho que te quiere. Eres su ojito derecho, Em. Me he acostumbrado a llamarte así. Además, es tu primer nombre. Si te soy sincera, nunca me gustó el nombre de Nicole. Demasiado pomposo...
-Lo sé.
               Una lágrima solitaria se deslizó por la mejilla de Emma. ¿Acaso existía alguna cura para ella?, se preguntó. No quería ser optimista. Pero tampoco quería hundirse en la depresión. Eso no era propio de ella.
              Debía de ser fuerte. Y debía de ser fuerte por sus hermanas y por su madre. Sufrían al verla tan triste. Emma se secó la lágrima con la mano. Miró a Margaret. Forzó una sonrisa.
-Saldremos a dar un paseo-decidió.
-¿Adónde quieres ir?-inquirió Miriam-Hace una tarde preciosa.
-Vayamos a la playa. Hace mucho que no voy por allí.
-De acuerdo.
            Margaret salió de la habitación.
          Una criada ayudaría a Emma a cambiarse de ropa para poder salir. No podía salir a la calle llevando el mismo vestido que había llevado puesto durante todo el día. Eso no estaba bien. Emma se sentía humillada cada vez que una criada entraba en su habitación para vestirla.
             Debería de vestirme yo, pensó la joven con desesperación. Debería de hacer yo misma las cosas.
             Golpeó con rabia los brazos de su silla de rueda con los ojos llenos de lágrimas. Pero no debía de llorar porque Margaret se daría cuenta de que había estado llorando y sufriría.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

CRUEL DESTINO

             De pronto, su vida se había convertido en una locura. A falta de una fiesta de compromiso, su boda con Robert era ya un hecho y una certeza. Mary estaba asustada. ¿Por qué?, se preguntaba. ¿Por qué no se sentía feliz? ¿Por qué estaba tan asustada?
           Robert era un buen hombre. Su vida a su lado sería dichosa porque nunca le faltaría nada y sería muy respetada en su ciudad natal. Pero el miedo había vuelto a hacer acto de presencia en su vida. Volvía a sufrir pesadillas en la noche. Sus hermanas acudían corriendo a su habitación y la consolaban.
Robert la respetaba y Mary sabía que siempre la respetaría.
             ¿Y más adelante? Tendría que contarle la verdad. A lo mejor, una vez se la hubiera contado, el conde cambiaba de parecer. Y la repudiaría. Mary no podría soportar una nueva humillación. No viniendo de Robert.
             Varias veces a la semana, Robert iba a visitarla. Mary lo recibía en el salón y era con frecuencia Sara la que se quedaba con ellos haciéndoles compañía a modo de carabina.
              Sarah le sonreía a Robert con picardía cada vez que éste entraba en el salón. El hombre se sentaba en el sofá al lado de María mientras Sarah fingía estar leyendo un libro. Pero alzaba la vista del libro sólo para verles. Lo que no sospechaba Sarah era que Robert, como al descuido, aprovechaba para mirarla en la creencia de que ésta no se daba cuenta de nada. Mary, por supuesto, ignoraba aquellas miradas que su prometido le lanzaba a su hermana. Estaba demasiado nerviosa.



            Trataba de imaginarse cómo sería compartir cama con aquel hombre. Robert no era tonto. ¿Cómo se sentiría al encontrarse en brazos de aquel hombre?
-La veo nerviosa, miss Mary-observó el conde.
-Aún no puedo creerme que quiera casarse conmigo, milord-admitió Mary-Todo esto me parece un sueño.
-No es ningún sueño, miss Mary. Es la realidad.
           De vez en cuando, Robert miraba a Sarah y se preguntaba cómo sería besarla, pero tenía que contenerse, sintiendo asco de sí mismo por albergar aquellos sentimientos hacia la mujer que iba a convertirse en su cuñada.
-¿Saben su hermana y su prima que estamos prometidos?-inquirió Mary.
-Les he escrito a ellas y a mi madre contándoselo-contestó Robert-Están sorprendidas. Es normal. No la conocen, miss Mary. Pero sé que sabrá ganarse su confianza. Es usted una mujer maravillosa. Es honrada. Buena...Dulce...Gentil...Es culta.
-No me conoce tan bien como cree. Piensa que yo soy de ese modo, señor conde.
-No diga eso. Usted vale mucho. Se lo digo en serio. ¿No me cree?
-Me cuesta trabajo creer en usted. Le ruego que me perdone.
-Quiero ser digno de usted, miss Mary. Se lo digo de corazón.
-Señor conde...
          Lord Robert cogió las manos de Mary y se las llevó a los labios para besárselas. En aquellos momentos, deseó, más que nunca, llegar a ser digno de aquella joven tan buena y tan maravillosa. Y olvidarse de una vez por todas de Sarah.

             Fue Erika la que advirtió a Sarah de que el conde no dejaba de mirarla. Fue una tarde. Sarah estaba cortando rosas en el jardín. Erika estaba detrás de ella.
            Al escuchar aquellas palabras, Sarah estuvo a punto de cortarse con las tijeras.
-¡Estás mintiendo!-acusó a la doncella.
            Sin embargo, muy a su pesar, Sarah tuvo que admitir que las palabras de Erika tenían un poso de verdad. Varias habían sido las veces en las que había alzado la vista. Y se había encontrado con que su futuro cuñado no dejaba de mirarla. ¿Por qué la miraba tanto? Aquella mirada la ponía nerviosa. Sarah se descentraba de lo que estaba haciendo.
-Su futuro cuñado es un conde-afirmó Erika-Y todo un caballero.
-Se va a casar con Mary-le recordó Sarah.
-Eso es lo que él dice. Pero yo le aseguro que no le gusta su hermana. Quien le gusta es usted, miss Sarah.
-¡Ni se te ocurra decir eso delante de alguien! ¡Es absurdo!



             Sarah se alejó de Erika con paso airado. Su doncella tenía el don de crisparle los nervios. ¿Por qué había tenido que hablarle de aquellas miradas que le dirigía Robert?
            ¿Y por qué estaba pensando precisamente en Robert?
            ¡En quien tenía que estar pensando era en Darko!
            ¿En serio iban a estar así toda la vida? Darko aparecía y desaparecía sin venir a cuento.
            Sarah luchaba por tener fe en él. Pero...
-Sabe que le estoy diciendo la verdad, miss Sarah-oyó decir a Erika en voz baja y sibilina-Nunca me equivoco cuando hago una afirmación.

martes, 25 de septiembre de 2012

DARKO RAVEN

Lo prometido es deuda.
Cuando creé al personaje de Darko Raven, lo imaginé como un hombre muy apuesto y viril, pero también con su corazón y con algo de nobleza y con cierta ternura que sólo una mujer podría inspirar en él. Más que peligroso, lo imagino atormentado, corroído por la culpa de sus muchos delitos.
He recordado una telenovela que vi de cría hace un porrón de años, "Corazón salvaje". Pensé que el actor Eduardo Palomo supo interpretar al personaje de Juan del Diablo. Un personaje oscuro, temible y misterioso, pero también noble y romántico. Como Darko.
Juzgad si Eduardo podría ser Darko.


Es una pena que muriera tan joven, hace nueve años. Era un gran actor. También protagonizó otra telenovela, esta vez junto con Danna García, "Ramona". Esta entrada, si me lo permitís, se la dedico a él.
Todo mi cariño donde quiera que esté. Lo recordamos y lo admiramos. Un abrazo, querido Eduardo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

CATALINA FERNÁNDEZ

He de confesar que siento un gran cariño hacia uno de mis personajes, Catalina Fernández, la hermana de la protagonista de "Cruel destino".
A Catalina la imagino como una joven muy dulce, romántica y soñadora. Cuando se enamora, se entrega en cuerpo y alma. Puede ser rencorosa, pero también sabe perdonar. Su lealtad hacia sus hermanas es inquebrantable.
Curioseando un poco por Internet, me he encontrado con esta foto de Jessica Alba y, durante unos segundos, he creído ver a mi perfecta Catalina.
El mismo cabello de color miel que tiene Catalina. Sus mismos ojos brillantes...El mismo rostro dulce y amable...Una sonrisa cautivadora...Un gesto cargado de decisión...
Creo que Jessica Alba, al igual que Catalina, siempre ha tenido muy claro lo que ha querido en la vida y no ha dudado en ir a por él, dejándose la piel en el empeño.
Juzgad vosotros si creéis que Jessica Alba podría ser una perfecta Catalina Fernández.
 En breve, buscaremos al perfecto Darko Raven.

viernes, 21 de septiembre de 2012

EL BLOG DE CAMILA WINTER

Hoy, me gustaría hablaros de una miembro del Club al que pertenezco, El Club de las Escritoras.
Ha publicado sus novelas en Amazon y entre ellas están "El fantasma de Farnaise", "El corazón de la doncella" y "El retrato de Francine". También ha publicado con el seudónimo de Phoebe Willows "El pianista fantasma" y "Misterio en Lasalle".
Si os gustan las novelas llenas de romanticismo y de misterio, os gustará Camila Winter. Su estilo me recuerda mucho a Victoria Holt. Castillos encantados, lugares solitarios, seres fantasmales, aristócratas misteriosos, damiselas inocentes, etc.
Camila Winter tiene un blog. Es éste:
camilawinternovelas.blogspot.com
En su blog, Camila promociona sus obras. Pero no se limita a hacer sólo eso. Ella escribe novela romántica de época. No es lo mismo escribir una novela romántica histórica que una novela romántica que transcurra a día de hoy. Como bien dice, hay que investigar. Da consejos sobre cómo investigar la época en la que transcurre tu historia. Piensa que la manera de vestir de la Regencia difiere mucho de la manera de vestir del periodo victoriano. Hay que pensar que las formas de vida y de pensar han ido evolucionando a lo largo de los siglos. No se vive ahora como se vivía en la Edad Media. Las costumbres de hoy son muy distintas a las costumbres del siglo XIX.
Camila hace muchas entradas interesantes acerca de cómo era la vida en la Edad Media, de lo que se comía y de las creencias de aquel tiempo. Podéis encontrar una entrada muy interesante sobre la fe en aquella época en esta entrada:
http://camilawinternovelas.blogspot.com.es/2012/09/la-fe-y-el-misticismo-en-la-edad-media.html
En esta entrada, nos da un consejo sobre cómo escribir una novela romántica histórica. No es lo mismo escribir sobre la Venecia del siglo XVI que sobre la Inglaterra de aquel periodo.
http://camilawinternovelas.blogspot.com.es/2012/08/escribir-romantica.html
A todas nosotras nos encanta leer novelas protagonizadas por mujeres fuertes e independientes que logran salirse con la suya. Pero, por desgracia, la vida real era bien distinta en aquella época. En esta entrada, veréis cómo era la vida cotidiana para las mujeres del siglo XIX.
http://camilawinternovelas.blogspot.com.es/2012/07/costumbres-de-otros-tiempos.html
O séa, que las novias no se casaban de blanco hasta el periodo victoriano y no había luna de miel. Un detalle que yo ignoraba. Pero que siempre es bienvenido para así saber más.
En esta entrada vemos cómo las exigencias de los lectores chocan de frente con la realidad de la época en la que transcurren nuestras novelas románticas favoritas.
http://camilawinternovelas.blogspot.com.es/2012/06/escribir-historica-parte-3-y-media.html
Y ya, para acabar, tiene una interesante entrada acerca de la tan cacareada puesta de largo de una jovencita tanto en Inglaterra como en Francia durante los siglos XVIII y XIX.
http://camilawinternovelas.blogspot.com.es/2012/05/la-presentacion-en-sociedad-de-las.html
La realidad parece más aburrida que la ficción.
Escribir una novela romántica histórica es muy difícil, sí. Hay que investigar a fondo para que tu historia sea cuando menos creíble. La forma de vida, la ropa, la arquitectura...Pero si te gusta escribir, te gustará también investigar.
Muchas gracias, Camila, por regalarnos tan buenos consejos.
Si queréis saber más cosas acerca de cómo era la vida real en otros tiempos, acercaos al blog de Camila Winter. Os puede servir de gran ayuda.
Camila Winter

jueves, 20 de septiembre de 2012

SARA FERNÁNDEZ

Ya llevamos 48 capítulos de la primera parte de mi saga "Pleamar", "Cruel destino". Y me alegra ver que sois muchos los que la habéis leído. Aunque no la comentéis, sé que estáis detrás leyéndola. Y a los que la comentáis, veo que la vivís con intensidad. Sobre todo tú, Anna. Lo pasaste mal cuando María tuvo aquella pesadilla y lo pasas mal cuando Darko se siente acosado por los remordimientos. Y quiero pensar que eso significa que estoy en el buen camino.
Quería hacer una historia basada en un solo personaje, Sara. Pero sus hermanas, la sensible María y la romántica Catalina están adquiriendo mucho protagonismo. Las dos juegan sus papeles en esta historia. Sus historias y sus vivencias acabarán influyendo en la vida de Sara. Aunque esté mal decirlo, mi favorita es Catalina. No encaja para nada en el perfil de la heroína convencional actual. Una chica fuerte e independiente, como lo es Sara. Catalina es más dulce, más tranquila. Aunque saca también sus garras cuando se trata de luchar por el amor de Stephen.
Ya sabéis más o menos cómo es nuestra heroína, Sara.
Una muchacha muy sociable y extrovertida, llena de pasión por la vida y dispuesta a luchar por el amor de Darko. Físicamente, tiene el pelo negro y los ojos de color turquesa.
Voy a haceros una confesión. Cuando imaginé el personaje de Sara, en quien esta pensando era en Sara Carbonero. Sí, sí, la novia de Iker. Me inspiré en su físico para crear a Sara. ¡Hasta le puse el mismo nombre!
A mí, Sara Carbonero me parece una persona muy humana. No entiendo el porqué la gente se mete tanto con ella. Puede cometer sus errores, pero es que se la critica hasta por la ropa que se puso para asistir a la boda de una amiga. ¡Ya es el colmo! Es como si los que la critican, al hacerlo, trataran de enmascarar sus propios errores.
Quizás Sara (la real) sea más consciente de sus errores que la otra Sara (la de la historia). Las dos se equivocan. Las dos lo pasan mal. Las dos se enamoran. Las dos saben disculparse cuando hay que hacerlo. Las dos están cerca de sus seres queridos cuando más lo necesitan.
Juzgar vosotros si Sara Carbonero encajaría como Sara Fernández.


Anna, te dedico esta entrada porque estás entre las más fervientes admiradoras de "Cruel destino". Gracias por el consejo que me diste el lunes. Tienes razón. No debo de empezar una historia hasta que no acabe con la otra. Debería de tatuármelo para no olvidarlo. Si he estado desaparecida desde el lunes es porque he estado muy ocupada con asuntos ajenos al blog.
Pero ya estoy de vuelta y con muchas ganas de seguir.
Un abrazo a todos vosotros. A los que leéis y a los que comentáis. Gracias por estar ahí.

lunes, 17 de septiembre de 2012

AMOR PROFANO/AMOR Y DOLOR 6

Hola a todos.
Hoy voy a subir un nuevo capítulo de "Amor profano".
He subido muy pocos capítulos de esta novela. La verdad es que la he tenido un poco olvidada.
La he dividido en dos partes. La primera parte la subiré a este blog. Se trata de la historia de Melanie y Chris. La segunda parte sería la historia de Pierre y Adorna. Y esa segunda parte me gustaría verla publicada en alguna editorial. Ya sea una editorial convencional o autopublicarla. Aunque, después de lo que he oído acerca de diversas editoriales, casi es mejor a que me espere a tener algo más de dinero y poder autopublicarla. No quiero arriesgarme a llevarme un chasco con una editorial.
He hecho algunos cambios. La segunda parte seguirá llamándose "Amor profano". Pero la primera parte lleva el nombre de "Amor y dolor". He hecho los cambios correspondientes del título en las entradas que hay. Pido perdón por las molestias.
Aquí os dejo con el capítulo. Espero que os guste.

ENTRADA ELIMINADA.
POR FAVOR, DISCULPEN LAS MOLESTIAS.
GRACIAS.

sábado, 15 de septiembre de 2012

POCAS PECAS

Hoy vamos a seguir recordando los juguetes que marcaron nuestra infancia.
Cuando yo era pequeña, tuve una muñeca, la Pocas Pecas. Os acordaréis de ella. Era una muñeca pelirroja con la cara salpicada de pecas.

 En esta foto aparecen los distintos modelos de Pocas Pecas que había.

Pocas Pecas era fabricada por Feber. La misma empresa que fabricó en su día a Chabel.
Mi Pocas Pecas funcionaba con pilas. Llevaba una pulsera en la mano. Miento, lleva una pulsera en la mano de color azul porque todavía la conservo. Está sentada en un pupitre. Metes como una especie de pincho de forma redonda que sale de la pulsera dentro de un agujero que está en el pupitre. La mía dice:
-Hola. Vamos a aprender muchas cosas.
Le ponía una cartulina delante. Ella debía de decir los dibujos que aparecían en la cartulina.
-Ésta es la vaca. Ésta es la nube.
Si no había una cartuina decía:
-Pon una ficha.
Todavía conservo en buen estado mi Pocas Pecas. Aunque es una pena que no tenga ninguna foto con ella para subirla. Era, junto con mi Nenuca, uno de mis juguetes favoritos.

 Un modelo de Pocas Pecas que no llegué a conocer. Ésta tenía el cuerpo blandito. La mía tenía el cuerpo más duro, de plástico.

Me he puesto nostálgica y me ha dado por recordar los juguetes con los que solía jugar cuando era pequeña.

 Ésta es una de las primeras Pocas Pecas que salieron al mercado.

La Pocas Pecas fue una muñeca que estuvo de moda durante la década de 1980 hasta la década de 1990. En la actualidad, ya no se fabrican. Desaparecieron casi al mismo tiempo que desapareció Chabel. Lo cual es una pena.
Me gusta recordar las muñecas que formaron parte de mi niñez.
Y me gusta hacer estas entradas porque es una forma de recordar unos tiempos que no fueron todo lo felices que debieron de haber sido por motivos que no vienen al caso.
Quiero quedarme con lo mejor de aquella época. Y lo mejor, para mí, fueron los juguetes. Al menos, mientras estaba jugando, no estaba pensando en todos los problemas que había a mi alrededor.
Me quedo con los recuerdos de mi  Pocas Pecas diciéndome lo que era cada cosa. De mi Chabel tomando el té con una Barbie que tenía. Y de mi Nenuca disfrazada de Niño Jesús.

Aquí os dejo otra Pocas Pecas. Dicen que se parece mucho a los Garbage Kid. Yo no le encuentro ningún parecido. Os dejo una foto de un Garbage Kid para que podáis comparar.

viernes, 14 de septiembre de 2012

TARDÍO HOMENAJE

Te fuiste hace ya veinte años.
Perdona que haga tarde esta entrada.
He estado muy ocupada.
Yo, al igual que muchos, no te olvidamos. Te recordamos por todos tus trabajos. Por todos tus personajes...Has interpretado muchos papeles. Pero sólo te recordamos por uno. Lo cual me parece curioso. De tantos trabajos, sólo uno es el que más destaca sobre los demás. El perturbado Norman... ¿De verdad estaba tan loco? ¿O le volvieron loco? Es una de las muchas preguntas que me he hecho.
Han pasado veinte años desde que te fuiste. Aquella terrible enfermedad acabó contigo. Y lo hizo en muy poco tiempo. Yo quiero pensar que fuiste feliz en vida. Que viviste como te dio la gana. Por encima de todos aquéllos que te criticaban sin motivo. Porque ya sabes que a la gente le gusta hablar. Y le gusta hablar mal de los demás. Eso no ha cambiado en estos veinte años.
Fuiste el hijo de Gary Cooper en "La gran prueba". Enamoraste a Audrey Hepburn en "Mansiones verdes". Recuerdo a la perfección el monólogo de ella hablando del amor y de los sentimientos tan extraños que empezaba a sentir. Nunca antes nadie había descrito el amor como lo describió ella.
Te sentiste atraído por tu madrastra en "Phaedra". Estuviste casado con Sophia Loren en "Un abismo entre los dos". No sólo fuiste Norman. Fuiste un moderno Hipólito. Fuiste un reverendo enloquecido en "La pasión de China Blue".
Pero sólo se te recuerda empuñando un cuchillo y acuchillando a Janet Leigh en una ducha.
¿En serio te quedaste encasillado?
No lo creo. Recuerdo tu doctor Jeckyll en "Al borde de la locura".
Era un papel tan intenso. Te creías tus personajes.
Los hacías más reales. Eso era lo que más me gustaba de ti. Te debatiste entre la cordura que representaba Jeckyll y la locura que encarnaba mister Hyde. Podías dar miedo cuando querías. Pero también eras capaz de enamorar a quien estaba contigo. Y de enamorar a todos los que te estaban viendo. Tu encanto traspasaba la gran pantalla.
A nadie le extrañó que te concedieran el Premio Donostia en 1991, un año antes de tu marcha.
Aunque sea con dos días de retraso, te escribo esta carta.
Te parecerá muy cursi. No importa.
Querido Anthony, donde quiera que estés. Deseo de todo corazón que seas feliz. Fuiste humano. Viviste como quisiste. Pocos pueden decir lo mismo.
Nos has dejado un maravilloso legado. No sólo nos dejaste a Norman. Nos dejaste también a Abel. Nos dejaste a Josh. Tus personajes no han muerto contigo. Y quiero pensar que tú, de alguna manera, sigues vivo. Nadie muere del todo mientras se piensa en él.
Me quedo con una de tus frases. La pronunciaste antes de morir.
«He aprendido más acerca de amor, altruismo y entendimiento humano de la gente que he conocido en esta gran aventura del mundo del sida que lo que aprendí en el desgraciado y competitivo mundo en el que desperdicié mi vida.»
Te echamos de menos. No te olvidamos.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

EL PRIMER ORDENADOR PORTÁTIL

Dedico esta entrada a los ordenadores debido a una peripecie que he vivido estos últimos días por culpa de mi ordenador.
Tuve un problema con él. No entraré en muchos detalles. Basta con decir que tiene que ver con una mañana de sábado soleada, una persiana sucia, un cubo con agua que dejé encima de mi silla (que no es giratoria, pero eso es otra historia), un empujó accidental, el agua sale del cubo como si se salpicara un vaso y varias gotas caen en la torre del ordenador.
Me asusto. Mis conocimientos acerca de la reparación de ordenadores mojados son nulos. Me dicen que lo desconecte y lo deje secarse durante todo el fin de semana. Así lo hago. Llega el lunes. Llamo al técnico, a Víctor. Me dice que lo lleve a que lo vea por si acaso no está seco del todo. Así lo hago. Llevo la torre a que Víctor la vea. Me dice que lo deje secarse hasta la tarde. Me cambia una pila que se ha ido y el ventilador de dentro lo limpia porque se ha ensuciado.
Paso a recogerlo por la tarde. Me deja que pruebe el ordenador a ver si funciona. Pero, a los cinco minutos, la torre se apaga y no vuelve a encenderse. Lo dejo allí hasta ayer martes. Víctor me cuenta que el ventilador funciona a 90ºC cuando debería de funcionar a 38 o a 39ºC y que, por eso, se apaga la torre.
Recojo el ordenador y regreso a mi casa a montarlo. Pero empieza a hacer un ruido muy raro la torre y uno de los enchufes no quiere entrar.
Llamo de nuevo a Víctor (la informática, definitivamente, no es lo mío), le cuento lo que pasa. El pobre pasa a ver el ordenador ayer por la noche. El enchufe que no quería entrar tiene un puerto USB por lo que se puede meter por otro sitio. El ruido que hacía la torre eran los cables que se rozaban. Víctor lo arregla con un poco de fiso.
Y hoy, por fin, puedo hacer esta entrada contando un poco todo lo ocurrido a lo largo de estos últimos días.
 Este gato sabe más de Informática que una servidora.

Por eso, quiero dedicar esta entrada a unos ordenadores que no creo que nos den tantos problemas de cables y de torres.
Si yo hablara de ordenadores portátiles, la imagen que se nos viene a la cabeza es ésta:


Un ordenador pequeño y ligero que se puede llevar a todas partes, que nos permite trabajar en cualquier sitio, ya sea sentados en el banco de un parque, en la playa, en el campo, en la montaña, en un bar o en la biblioteca.
Pensamos que algo moderno, de hace unos diez años más o menos.
Sin embargo, la historia de los ordenadores portátiles es mucho más vieja. El primero en ser considerado como tal fue el Epson HX-20. Salió a la venta en el año 1981. ¡Hace treinta y un años! Era un lujo al alcance de muy pocos. Empresarios, militares y científicos eran los que más lo usaban porque les permitía seguir con sus proyectos en cualquier sitio que fueran.

Os presento uno de los primeros ordenadores portátiles de la historia, el Osborne 1, posterior al ordenador de Epson, toda una pieza de coleccionista.

No eran tan ligeros ni tan fáciles de transportar como los portátiles de ahora. Carecía de ratón y funcionaba metiendo órdenes a través de los comandos, como los demás ordenadores de sobremesa. Pensad que el primer portátil pesaba 10 kilos y medio.
Su procesador Z80 sólo tenía ocho bits y trabajaba a 4 MHz y sólo tenía 64 kb de memoria RAM. En la actualidad, se piensa que la perfecta memoria RAM es aquélla que posee 4 Gbytes.
Su monitor CTR era monocromático y medía 4,4 pulgadas. Si os fijáis bien, el monitor de pantalla es muy pequeño y apenas se ve. Nada que ver con las enormes pantallas planas de los portátiles actuales. En un portátil primitivo sólo cabían 52 caracteres en cada líneas de texto. Y olvidaos por completo de la conexión a Internet. No existía.
Windows 95 dio el espaldarazo definitivo a la venta de portátiles en todo el mundo.
A lo largo de toda la década del 2000, los portátiles adquieren el aspecto que tienen en la actualidad.
Los podeís encontrar de todos los colores. Y cada vez son más y más ligeros, fáciles de llevar a cualquier sitio si sientes que no puedes trabajar en tu casa y necesitas aire fresco, pero sin dejar de teclear.
En la actualidad, los portátiles han dejado de ser un lujo al alcance de unos pocos. Cada vez son más las personas que tienen un portátil. Los cuales van a seguir evolucionando a lo largo de los años. ¡Todavía tienen que darnos muchas sorpresas!
Y aquí acabo esta entrada tan bizarra sobre portátiles y torres mojadas.
Espero que hayáis encontrado esta entrada interesante, aunque soy consciente de que es un poco chorra.
¡Hasta la próxima!

viernes, 7 de septiembre de 2012

REIVINDICANDO A CHABEL

En una entrada que hice hace algunos días, hablé de los Nenucos, mi muñeco favorito. En la entrada de hoy, sigo con el tema juguetes. Lo hago para reivindicar a una muñeca que hace ya veinte años desapareció de nuestras vida. Pero que, desde aquí, pretendo rendir un sincero homenaje.
Estoy hablando de Chabel. ¿Os acordáis de ella?
Durante la década de los ochenta, aquí en España, Chabel llegó a ser más famosa que la Barbie, con perdón para la muñeca de las muñecas. Parecía ser la costumbre de la época. Las niñas vestíamos con nuestros vestidos de cuello de nido de abeja y jugábamos con nuestra Chabel.
¿Qué ocurrió para que Chabel llegara a nuestras vidas como un huracán sólo para desaparecer?
 Sofá cama de Chabel.

En 1967, una empresa juguetera japonesa crea una muñeca, Licca-Chan. Representa a lo que debería de ser una niña japonesa típica. Estudia, juega, ayuda en las labores de la casa, etc. Tendría una familia con padres, hermanos y abuelos y muchos amigos.
Más tarde, la empresa Feber firma un convenio con la empresa que creó a Licca-Chan con el propósito de crear una muñeca a imagen de ésta última, pero usando otro nombre, sólo para venderla en España.
Se busca crear a una muñeca que refleje cómo era la juventud española a principios de la década de 1980 y que vistiera igual que vestía una chica de aquella época.
 Como bien indica en la caja, Chabel y su lazo. Aunque bien podría parecer una Chabel Princesa.

Durante 10 años, desde 1982 hasta 1992, en España, es Chabel la muñeca que más triunfa entre las niñas junto con las Barriguitas y los Nenucos. Podías encontrar todo tipo de Chabel. Tenista, colegiala, sport, acampada, safari, etc.
Venía con todos sus complementos tales como vestidos de fiesta, bañadores, etc.
¡Incluso hubo una Chabel Cenicienta!
 Os presento a Chabel Cenicienta. Todavía me acuerdo de ella.

Y, por supuesto, venía acompañada por un Dany Príncipe, su casita, el castillo, la carroza, etc.
Y fue a la Universidad.
A principios de la década de 1990, la cantante Madonna era ya todo un hito y Chabel no dudó a la hora de rendirle un tributo.
¡Hasta se disfrazó! Chabel Caperucita...Chabel Pirata...Chabel Conejito...
Incluso la mismísima Agatha Ruíz de la Prada se atrevió a diseñar ropa para Chabel.
Tenía una familia compuesta por sus padres, ella y dos hermanos pequeños que eran mellizos. Y no debía de faltar su amigo o novio llamado Dany.
 Los hermanos mellizos de Chabel.

Durante todo el año 1992, los anuncios de Chabel empezaron a desaparecer de la televisión hasta que dejaron de emitirse de manera definitiva. La muñeca ya no se encontraba en las tiendas. Dejó de fabricarse. ¿Por qué?
Hay varias razones. Se achaca a que Barbie recuperó su hegemonía como la muñeca favorita de las niñas españolas a principios de la década de los noventa. También se dice que la empresa Feber tenía problemas económicos. No cerró del todo, pero varió hacia otros objetivos. Chabel desapareció de nuestras vidas sin hacer ruido, pero de forma tan repentina que resulta ahora, visto con el paso del tiempo, injusta.
Chabel nunca tendría que haber desaparecido.
Nos dio muchas horas de juego.
 La madre de Chabel es la más alta. A su lado, más bajita, está Chabel. La madre coge en brazos a los mellizos.

¿Ken y Barbie? ¿Por qué nunca llegó a ser del todo Dany y Chabel? ¿Por qué nos privaron de ellos? ¿Quién no se acuerda de que jugaba con Chabel Cenicienta y creía que estaba en el cuento? ¿O cuando fue olímpica y creía que estaba ganando medallas de oro? ¿Y cuándo jugábamos a que iba a estudiar al instituto en plan "Sensación de vivir"? ¿O que estaba en su casa con sus padres y los mellizos?
 
Sobre estas líneas, Chabel preparándose para la Olimpiada de Seúl 1988.

Es ya imposible que vuelva a venderse esta muñeca. La podemos comprar todavía vía Internet a algún coleccionista. En nuestro recuerdo estará todos los buenos ratos que pasamos con ella jugando. Cuando jugábamos a que se iba con su familia y con Dany al campo en su carabana. O a la playa. O a la piscina. Son momentos que ya no regresarán, pero que no está de más recordar porque una vez todos fuimos niños. Y jugábamos. Y soñábamos.
No hemos de olvidarnos de la pegadiza canción que sonaba en cualquiera de sus anuncios.
"Chabel, Chabel, ¡qué bien!"

miércoles, 5 de septiembre de 2012

CRUEL DESTINO

              Durante los días siguientes, parecía que todo seguía igual.
              Sarah no le contó a nadie la terrible confesión de Mary.
             Su hermana así se lo había rogado y ella no pensaba traicionarla. Sarah estaba preocupada por su hermana. Pero también estaba preocupada por Darko. Había pasado casi un mes desde la última vez que se vieron. Por supuesto, ignoraba que Darko se encontraba en Holyhead.
             Él la había visto aquella tarde en el jardín.
              Nunca antes había visto a Sarah tan destrozada. Incluso la vio llorar. Hizo mal en no saltar la verja. Quería ir a su encuentro y consolarla. Pero el miedo se apoderó de él.
             Mary permaneció encerrada en su habitación.
             Estuvo encerrada durante varios días. Alegó tener dolor de cabeza. Su padre habló de ir a buscar al médico.
-No hace falta-replicó Mary-Sólo necesito descansar. Nada más...
             En realidad, la joven estuvo escribiendo. Escribió numerosas cartas. Cartas que verían la luz algún día. Muchas ideas cruzaron por la mente de la joven. No podía vivir tranquila desde lo ocurrido aquella terrible noche.
             Era inocente de la atrocidad que habían cometido con ella. Nunca sería vengada.
             Pero era culpable de otro delito. Mary quería convencerse así misma de que había obrado de aquel modo movida por el terror. Pero no podía luchar contra su conciencia. Era una asesina.
              Derramó muchas lágrimas. Apenas probó bocado. Gastó mucha tinta. Había papeles arrugados esparcidos por todo el suelo. No sabía cómo expresar en palabras todo lo que sentía.
             Mary estaba destrozada. No podía casarse con lord Robert. Pero no se atrevía a confesarle la verdad.
              Estaba hecha un lío. Nunca antes se había sentido más confundida que en aquellos días. Tendría que estar contenta. Y, sin embargo, estaba más hundida que nunca.



             Mientras tanto, Katherine se mostró más animada, pero estaba triste porque sabía que no iba a tener un hijo de Stephen. A veces, volcaba la tristeza que sentía interpretando una  Sonata en el piano. Era de Beethoven. En Fa menor...Sarah y Mary se estremecían al escucharla. Pero pensaban que iba acorde con su estado de ánimo. Sarah estaba angustiada por el secreto de Mary. Secreto que debía de cargar ella también. Y, además, estaba la ausencia de Darko. ¿Por qué no había ido a verla? ¿Por qué no se había puesto en contacto con ella? ¿Acaso había estado jugando con su corazón? Algunas noches, Sarah se retiraba temprano a su habitación y lloraba aferrada a su almohada.
             Erika, mientras, intuía que algo raro estaba pasando. Lo veía flotar en el ambiente mientras limpiaba el polvo de los muebles.
            La tarde en que la señorita Katherine regresó tan enferma de su paseo, Erika estaba barriendo el pasillo de las habitaciones. Pegó su oído a la puerta de la habitación de la señorita Katherine y pudo escuchar una conversación entre la señorita Sara y la señorita María, pero no entendió bien lo que estaban diciendo. La señorita Katherine estaba durmiendo. Erika juraba haber oído llantos. Y también podía jugar haber escuchado la palabra violación. Pero ignoraba a quién se estaban refiriendo a las hijas de sus señores.
              Pensó que podían estar hablando de Mary. Erika recordaba que la joven había sufrido un brutal cambio cinco años antes. Una noche, regresó de una baile con Sarah con un ataque de nervios. Su hermana no había conseguido averiguar lo que le había pasado.
            Al cabo de algunas semanas, Mary partió rumbo a Cemaes. Una amiga suya y su marido la habían invitado a pasar unas semanas allí. Cuando regresó, pasados siete meses, Mary estaba más delgada que nunca. Sus ojos estaban vacíos de expresión.
             Parecía ser una muerta en vida.
              La cocinera no soltaba prenda. Tampoco ella sabía gran cosa. Ignoraba si habían violado a alguna joven de Holyhead y si las hijas de sus señores se habían enterado y se habían conmocionado al saberlo.
Por supuesto, lord Robert seguía cortejando a Mary.
              Con frecuencia, le escribía cartas a su prima Emma y a su hermana Margaret contándoles cómo iban los progresos.
              Un día, recibió una carta de Emma:

             Estoy al tanto de la noticia de tu compromiso, primo.
             Por un lado, me alegro por ti.
            Has sufrido mucho.
            Mereces ser feliz. No conozco personalmente a miss Wynthrop.
           Pero hablas mucho de ella en tus cartas. Lo cual significa que debes de quererla mucho. Hablas de las virtudes que posee. Espero que Margaret acabe cediendo. No se fía de ninguna mujer que se acerque a ti.
          Todavía se acuerda de todo lo que sufriste en tu anterior matrimonio. Tiene miedo de que puedan hacerte daño.
           Robert, me gustaría hacerte una pregunta. ¿De verdad estás enamorado de miss Wynthrop? A mí no me basta con que sea la mujer perfecta para convertirse en tu condesa. Me importa mucho más que la ames de verdad.
            Porque pienso que el amor es el pilar más importante en el que debe basarse el matrimonio. Lo demás es secundario.  
           No quiero que cometas un nuevo error. Asegúrate, antes de casarte, de que estás enamorado de miss Wynthrop. La decisión final la tienes tú, primo. 
            Y asegúrate también de que ella también te ama. Si os casáis sin amaros, seréis muy infelices. Y yo no quiero que os pase eso. Sabes que me preocupo por ti de lo mucho que te quiero, Robert. Y, por eso, te ruego que busques en tu corazón la respuesta a la pregunta que te hago. Sé sincero contigo mismo, mi querido primo. ¿Estás realmente enamorado de Mary Wynthrop?

            Robert le escribió una carta a Emma a modo de contestación:

            Emma, entiendo que estés preocupada por mí.
           Debes de pensar que puedo volver a equivocarme. Y te juro que no es así. Siento un gran cariño hacia Mary. Y me gustaría pensar que ese cariño es recíproco. No se trata de un amor apasionado, como el que sentía cuando me casé por primera vez. Se trata de un sentimiento mucho más tranquilo. Más sereno...
          Te prometo que voy a intentar ser feliz al lado de Mary.
          Con el paso de los años, llegará el amor. Emma, no se trata de que esté o no esté enamorado de Mary.
          Se trata de mi deber.
          Tengo que cumplir con mi deber. Mary lo sabe. Ella es la mujer más apropiada para convertirse en mi esposa y en la madre de mis hijos. Tengo treinta y siete años, Emma. Ya no soy ningún chiquillo. No puedo seguir aferrándome a las fantasías románticas que tuve en mi juventud. Todas han fracasado.
            Respetaré y querré mucho a Mary. La honraré con mi fidelidad eterna.

              A pesar de que estaban prometidos, Robert quería ganarse todavía más la confianza de Mary.
             Con mucha frecuencia, le enviaba poemas que él copiaba a otros autores, como lord Byron, cuyos libros de poemas se había traído consigo en la maleta cuando se marchó de viaje. También le enviaba todos los días un ramo de flores. Rosas...Claveles...Lirios...Erika se enfadaba porque el señor conde estaba llenando de flores el salón.
-¡A poco que siga, acabará llenando de flores toda la casa!-se quejaba la joven criada-¡Y, luego, me tocará a mí quitar todos los pétalos que caigan al suelo!
            Estaba en la cocina junto con la cocinera.
             Fuera, estaba cayendo una fuerte tormenta. La cocinera lió tabaco en un papel.
-¿Por qué siempre te estás quejando, niña?-le increpó a Erika-Desde que te conozco, lo único que has hecho has sido quejarte.
-Echo de menos mi casa-mintió Erika.
-Eso es mentira. He llegado a conocerte. Sé que le tienes cariño a las hijas de los señores. Pero también veo que no las soportas.
-¡Lo que acaba de decir usted es una mentira!
-Parece que quieres saber hasta el último de sus secretos. Y eso no está nada bien. Porque a los señores hay que respetarlos. Aunque te estés acordando todos los días de sus muertos.
-Jamás le haría daño a las señoritas. Siempre se han portado muy bien conmigo.
             Erika guardó silencio. Desde que le pasó aquéllo, su vida había cambiado. Sabía que no era la misma persona que una vez fue. A veces, estaba furiosa. Odiaba a las hijas de sus señores porque las tres se tenían las unas a las otras. Y también creía odiarlas porque parecían que habían encontrado el amor, algo que para Erika, en su opinión, le estaba vetado.

            Sarah regresaba a casa acompañada por Erika. Estaban haciendo el trayecto a pie. Sarah había decidido ir a ver a la modista. Quería hacerse unos vestidos nuevos. Estuvo mirando telas, pero ninguna le gustó. Todas las telas que le enseñó la modista le parecieron feísimas.
-¿Por qué no ha encargado los vestidos, señorita?-le preguntó Erika.
-¿Has visto las telas que me ha mostrado esa mujer?-respondió Sarah-¡Eran horribles! Todas eran oscuras.
-Bueno...-El susurro de Erika quedó ahogado por el ruido del carruaje que pasó por su lado.
-¿Qué has dicho?-le increpó Sarah, deteniéndose y girándose hacia la joven criada.
-¡Yo no he dicho nada, señorita!-se asustó Erika.
                Sarah arqueó una ceja.
-Debes de estar pensando que soy una solterona, ¿verdad?-la presionó-Una mujer de veintiséis años...Sin hijos...Sin marido...¿Qué es?
             Erika no dijo nada más. Pensó que era mejor guardar silencio. Ella y Sarah reanudaron la marcha. De pronto, Erika sintió unos pasos que venían detrás de ella. Se le erizaron los pelos de la nuca. Se acercó mucho a Sarah.
-¡Señorita!-la llamó-¡Creo que nos están siguiendo!
-¿Qué dices?-se extrañó Sarah-¿Cómo es que nos están siguiendo? ¡No digas tonterías!
-¡Es la verdad!
              Volvieron a detenerse.
             Sarah miró por encima de la cabeza de Erika. De pronto, vio cómo un hombre vestido de negro se acercaba a grandes zancadas a ellas. El corazón de Sarah dio un vuelco cuando reconoció a aquel hombre. Sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción.
-Darko...-susurró.
             Apartó a Erika y fue corriendo hacia él mientras gritaba su nombre como una plegaria. Darko...Lo abrazó con fuerza.
-¡Señorita, vayámonos!-le imploró Erika-Ha vuelto. ¡Aléjese de él, miss Sarah!
-¿Por qué no has venido a verme en todo este tiempo?-le preguntó Sarah a Darko-¡Te he echado muchísimo de menos! ¡Pensaba que me habías olvidado! ¡Pensé que nunca más volvería a verte!
              Darko llenó de besos el rostro de Sarah.
-¡Señorita, déjelo!-insistió Erika.



-No podemos hablar aquí-respondió Darko.
-¿Cuándo nos veremos?-quiso saber Sarah.
-Espera noticias mías en breve.
-¡Señorita!-Erika gritaba.
-Tengo que irme-dijo Darko.
           Besó a Sarah con fuerza en la boca. Pero ella le retuvo cogiéndole del brazo.
-Estoy harta de estar siempre despidiéndome de ti-le espetó-Quiero estar siempre contigo.
-Eso no va a poder ser por ahora-se lamentó Darko.
-¿Y cuándo va a poder ser?
-Pronto...Muy pronto...Te lo juro.
           Volvió a besar a Sarah con fuerza en la boca y cruzó la calle, estando a punto de chocar con un caballero bien vestido que venía de la otra acera. Sarah lo vio alejarse con el corazón encogido y con las lágrimas surcando sus mejillas. ¡Cruel Darko!, pensó. No notó cómo una nerviosa Erika la tiraba con fuerza del brazo. Vienes a llenarme la cabeza y el corazón de ilusiones, pensó Sarah con rabia. Pero acabas marchándote.
             ¿Sería así su vida una vez casados? Sarah se dijo así misma que debía de tener fe en Darko.
-¡Señorita!-la llamó Erika-¡Vámonos de aquí! ¡Volvamos a casa! ¿Qué quería ese criminal? Era el mismo que vimos en el puerto. El que se puso a hablar con usted. ¿Qué pasa? ¿Qué quiere de usted, señorita?
              Sarah se encaró con la criada.
-Erika, júrame que no le dirás nada de lo que has visto a mis padres-le ordenó.
-¡La estaba besando en la boca, señorita!-se escandalizó la joven criada.
-¡No importa! Tienes que jurarme que no le vas a decir nada a mis padres. Yo, a cambio, te daré lo que quieras. Uno de mis vestidos más bonitos...Mis pendientes...Una de mis pulseras...Lo que tú quieras. Pero, antes, tienes que jurarme no le vas a decir ni una palabra de lo que has visto a mis padres. ¿He sido clara?
-Sí, señorita.
-Ahora, júramelo. ¡Júramelo y te daré todo lo que quieras!
-Le juro no le diré a sus padres nada de lo que he visto.
-Eso me gusta. Espero poder confiar en ti. Cuando lleguemos a casa, vendrás conmigo a mi habitación. Me dirás lo que quieres y yo te lo daré. ¿Te parece bien?

martes, 4 de septiembre de 2012

NENUCOS

He de haceros una confesión.
Cuando era pequeña, mi muñeca favorita no era la Barbie ni la Nancy. Era un Nenuco.
Siempre me han gustado los Nenucos. Para mí, de entre todos los muñecos que hay, éste es el que más se acerca a la imagen de un niño pequeño.
Es un muñeco precioso. Rubito y con los ojos azules y una carita risueña de ángel. ¡Es que te dan ganas de que sea de verdad!
En los anuncios, aparecen los nenucos haciendo sus características pompitas, pero nunca he conseguido que mis nenucos hicieran pompitas. Yo les daba el biberón, los acostaba en mi camita, jugaba con ellos, les cantaba canciones, les peinaba, les echaba colonia...
Cuando tenía siete años, me disfracé de Virgen María para la obra de Navidad de mi colegio. Quise que mi Nenuca niña hiciese de Niño Jesús. Lo que quería era llevármela a clase y poder enseñársela a mis compañeros para presumir de ella. Era mi juguete favorito y estaba orgullosa de él. Veintiún años después, todavía conservo a mi querida nenuca.
Os dejo con unas cuantas fotografías de Nenucos. Muchas de vosotras seguro que habréis tenido un Nenuco y estas fotos quizás os traiga viejos recuerdos. Nunca está de más mirar hacia atrás y recordar los momentos más felices de nuestra infancia. En mi caso, esos recuerdos están asociados a mis Nenucos. Encontraba en ellos y en ese aire tan dulce, tan risueño y tan inocente que transmiten la amistad que a lo mejor no tenía en otros niños de mi edad.
Pero no quiero hablar de cosas tristes.
Y los Nenucos transmiten sensaciones de ternura, de protección, de cariño, pero nunca de tristeza.
 Esta foto corresponde a uno de los primeros Nenucos que salieron al mercado en el año 1977.
Obviamente, los Nenucos han ido evolucionando a lo largo del tiempo.
También hay Nenucos negros, como esta preciosa Nenuca Niña de finales de los setentas. ¡Dan ganas de achucharla!
 Éste es un Nenuco Bebé, con su biberón, su chupete y su orinal.
 Aquí tenemos a una preciosa Nenuca Niña del año 2010. Viene con accesorios de peluquería para ponerla guapa con distintos peinados.
Éste es un gracioso Nenuco Niño.
Y aquí tenemos a una Nenuca Niña, pero china. Esta preciosa Nenuca viene acompañada por su mascota, a la que cuida.
Por desgracia, no tengo una foto hecha con mi Nenuca cuando yo era pequeña. Sólo puedo enseñaros el tipo de Nenuca que era.
  Es este modelo de Nenuca. ¿Verdad que es preciosa? El vestido que lucía la mía era blanco y las flores eran más pequeñas. Los lacitos eran de color rosa, pero se han perdido.
Y así acabo esta entrada. Nunca está de más recordar nuestros juegos de cuando éramos pequeños. Lo peor que le puede pasar a uno es perder la inocencia que tenía cuando era pequeño. Debemos de conservarla, aunque sólo sea un poco. Y recordar cuando éramos niños y jugábamos, quizás ajenos a los problemas que nos rodeaban. Quizás conscientes de que las cosas iban mal, pero intentábamos olvidar, aunque sólo fuera un poco.

domingo, 2 de septiembre de 2012

CRUEL DESTINO

             Sarah salió al jardín después de oír la dramática confesión de Mary.
-¡Yo no quería!-le juró su hermana entre sollozos-¡Te juro por Dios que no quería! ¡Me defendí! ¡Pero era mucho más fuerte que yo! ¡Ni siquiera alcancé a verle el rostro! Me hizo daño. Le rogué. Le supliqué que parase. ¡Y no lo hizo! ¡Oh, Dios mío!
             Mary sólo se había sentido capaz de contarle una parte de su secreto a Sarah. Sin embargo, no tuvo valor de contarle lo ocurrido después.
             Tenía miedo de la reacción de su hermana.
             Lo ocurrido aquella noche había dejado un recuerdo imborrable en ella.
             Tocó su vientre sin darse cuenta.
             Se preguntó si habría quedado estéril. El conde quería tener hijos. Y ella no sabía si podría darle un hijo.
               Había estado a punto de morir. Mary había apalabrado con un matrimonio que le entregaría al bebé nada más nacer. Ella era amiga de la mujer.
              Se marchó con la esposa a una casa que ésta tenía en las afueras de Cemaes. Pasaría todo el embarazo allí. Nadie lo sabría.
              Todo ocurrió cuando Mary estaba en el sexto mes de gestación.
              La futura madre adoptiva creía que había sido espontáneo. Una gran desgracia...Mary estuvo a punto de morir. Por suerte, se salvó. Por desgracia, pensaba ella. Una y otra vez, veía a aquel ser tirado en el suelo. Atado a ella mediante el cordón umbilical.
             Nunca quiso tener aquel hijo. Le recordaba demasiado lo ocurrido aquella espantosa noche. Los días iban pasando lentamente. Mary tenía la sensación de que se iba a volver loca.
            Aquella tarde, salió a pasear.
            Podía salir a cualquier parte. Pero debía de ocultar su cada vez más abultado vientre. Le ensancharon la cintura de todos sus vestidos.
            Cuando salía, se cubría con una capa de color oscuro. Sólo los criados del matrimonio sospechaban algo. Pero no decían nada. Mary no podía ver nacer al ser que estaba creciendo en su interior. Era el hijo de una alimaña sin entrañas. No podía seguir con aquel ser dentro de ella. ¡Se volvería loca! Ya estaba medio loca cuando salió aquella tarde.
           ¿La entenderían sus hermanas si se lo contaban?
            Katherine quería tener un hijo con Stephen. Y Mary...No quería pensar en aquella cosa como su hijo. Los hijos, en su opinión, tenían que ser fruto del amor. No podía mirarle sin acordarse de lo que le habían hecho.
            Ya lo odiaba. Y lo habría odiado aún más.
           Sarah le había prometido a Mary que guardaría su secreto, pero entendía el porqué su pobre hermana le tenía tanto terror al matrimonio.
-¡Júrame que no se lo dirás a nadie!-le rogó Mary.
-Te lo juro-le aseguró Sarah-No se lo contaré a nadie. Tu secreto está a salvo conmigo. Quédate tranquila.
-Gracias...
            Mary permaneció sentada en la silla con gesto cansado, pero, al mismo tiempo, aliviado. Parecía que se hubiese quitado un gran peso de encima. Y, en cierto modo, así era. Había guardado aquel espantoso secreto durante cinco años.
-De haberlo sabido nuestros padres, la habrían repudiado-pensó Sarah con horror-A pesar de que ella había sido la víctima.



          Pero Mary se culpaba de lo ocurrido aquella terrible noche. Salió al jardín sola durante aquel baile. Lo único que pretendía era tomar un poco el fresco y, después, regresar. Pero aquel desconocido surgió de entre las sombras y se abalanzó sobre ella. La música amortiguó los gritos de Mary pidiendo ayuda. Nadie acudió a ayudarla.
           ¿Dónde estaba yo?, se preguntó Sarah con desesperación. ¿Dónde estaba yo mientras aquel miserable violaba a mi hermana? ¿Por qué no hice nada? ¿Por qué no la oí gritar? ¿Por qué no me contó nada? Los ojos de Sarah se llenaron de lágrimas de rabia contra sí misma. No fue capaz de ayudar a Mary. No entendió lo que le ocurrió a Mary. Su hermana había cambiado de la noche a la mañana. Se mostraba más huraña. Más retraída...
           Durante sus primeros años de vida, las hermanas Wynthrop habían sido felices. Se llevaban pocos años de diferencia. Más que hermanas, siempre habían sido amigas y cómplices. Hasta hacía poco, Mary pensaba que no existía secretos entre ellas. Pero todo cambió cuando descubrió la relación que mantenía Katherine con su profesor de piano. Y tras enterarse del romance que estaba viviendo Sarah con el tal Darko Raven.
            Hasta la propia Mary tenía sus propios secretos.
-Debiste de habérmelo contado-le había dicho Sarah después de escuchar la confesión de su hermana.
-¿Y de qué hubiera servido?-le increpó Mary. Cogió las manos de Sarah y se las oprimió hasta hacerle daño-El daño estaba ya hecho. Tú no podías hacer nada para remediarlo.
-Debí de haber salido contigo al jardín aquella noche.
-¿Hubiera servido de algo? A lo mejor, nos habría atacado a las dos. Era muy fuerte.
-En una pelea de uno contra dos, habríamos salido ganando. ¡Oh, Mary!
             Sarah abrazó a su hermana con fuerza. El relato de lo sucedido aquella aciaga noche le había roto el corazón.

            Recordó que, cuando Katherine se hizo mujer, Mary la abrazó con afecto y, por primera vez, le habló de matrimonio.
             Ocurrió en el jardín. Parecía que habían pasado siglos desde aquella tarde. 
-Yo no me voy a casar nunca-le dijo entonces la muchacha a su hermana mayor-Yo me quedaré a vivir aquí siempre con vosotras.
-Aunque vivas en el rincón más remoto del planeta, antes o después, acabarás conociendo al hombre de tu vida, cariño-le había contestado entonces Mary.
-¿Y qué pasará si nunca lo encuentro?
-Te quedarás soltera, pero eso no tiene que preocuparte. Aunque pienso que lo mejor que puedes hacer es casarte.
               Sarah contempló con aire triste las rosas que había plantado María en el jardín al poco tiempo de llegar de su estancia en la casa de Cemaes. Se detuvo a la sombra de un árbol que se había secado.
           Alzó la vista al cielo. Buscaba una respuesta para todo. ¿Por qué se había ensañado así la vida con Mary? Su hermana siempre se había portado bien con todo el mundo.
           Luego, pensó en lord Robert. El conde creía que María era virgen, pero ella no lo era. ¿Y si ella le contaba lo que le había pasado?
Era mejor que decírselo en su noche de bodas. La pobre Mary estaba muerta de miedo.
            Lord Robert parecía ser un buen hombre.
           Pero también podía romper el compromiso si se enteraba de lo ocurrido. Los hombres eran así de cerrados e intolerantes con las mujeres. Lo peor de todo sería si se enteraba en su noche de bodas. La humillación sería terrible para Mary. Porque podía repudiarla. Su hermana no lo soportaría.
             ¡Oh, Mary!, se lamentó Sarah. Las lágrimas rodaron sin control por sus mejillas. Por eso, tuviste la otra noche aquella pesadilla. No fue una pesadilla. Son los recuerdos de aquella terrible noche que no paran de atormentarte. Mary...¿Por qué no me lo contaste? Yo misma habría tomado venganza. ¿Quién te hizo aquéllo? Algún hijo de perra...Nadie con entrañas le hace semejante cosa a otra persona.
            Has guardado tu secreto durante muchos años. Sin querer compartirlo con nadie.
           ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Quieres romper con el conde? Te ahorrarías una humillación, hermana mía. Los hombres son exigentes con las mujeres. En cambio, les piden que ellas, a su vez, no sean tan exigentes con ellos. Mary...