martes, 21 de abril de 2015

LA PROMETIDA

Hola a todos.
Y aquí os traigo el último fragmento de mi relato La prometida. 
Quiero daros las gracias a todos por haber estado siempre ahí. Por leer. Por comentar. ¡Por todos!
¡Sois maravillosos!
Os quiero mucho a todos vosotros.

-¿Eres feliz?-le preguntó James a Adriana.
                          Habían transcurrido varios meses desde que se casaron.
                          Estaba lloviendo con fuerza. Ellos se encontraban en el salón de su casa.
                         Adriana disfrutaba cuando salía a pasear en una barca de alquiler con James. Podía contarle cualquier cosa. Él siempre la escuchaba cuando hablaba. Era feliz cuando bailaba con él en las pequeñas fiestas que se celebraban en la isla. De algún modo, sentía que había hecho lo correcto cuando se había casado con él.
-Soy muy feliz-respondió Adriana-Y me da miedo esto. Que tanta dicha sea real.
-¡Es que es real!-sonrió James.
-Te amo.
-Yo también te amo.
-No me arrepiento de haberme casado contigo. Nunca lo haré.
-¿Te estoy haciendo feliz? Dime la verdad.
-Mírame a los ojos. Soy la mujer más feliz del mundo, James.
                           Esto es lo que la gente dice que es el verdadero amor, pensó James con alegría. Miró con arrobo a Adriana.
                           Poder estar ella y él solos. Sentir que ya no estaba solo. Poder pasear con Adriana por la isla con orgullo.
                           Susurrarle palabras de amor en la intimidad de su habitación. Donde nadie podía oírles.
                          Poder acariciar su piel. Lamer su carne.
                          Las horas que pasaban besándose una y otra vez. Esos besos que se prolongaban hasta la madrugada.
                           Poder despertar al lado de Adriana todas las mañanas.
                          Eso era la felicidad. La verdadera felicidad...



FIN

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