viernes, 17 de mayo de 2013

LA PRIMERA VEZ EN LA NOVELA ROMÁNTICA

Hola a todos.
No os asustéis si pasan los días y veis que no he hecho ninguna entrada en este blog. Como dije en mi última entrada, estoy muy metida de lleno en mi relato Berkley Manor. Poco a poco, estoy llegando al final del mismo. Quiero que todo esté en orden.
No va a ser el único relato que voy a subir a mi blog "Mi otro blog". Tengo otros relatos iniciados hace tiempo. Y me gustaría verlos acabados.
Buenas amigas mías (Anna, Rae, Aglaia...) me han aconsejado que termine mis historias. Y eso es lo que quiero hacer. Sólo así, no me atascaré.
La entrada de hoy guarda algo de relación con mi última entrada. Vamos a hablar de la primera vez en la novela romántica de la protagonista.
He leído muchas novelas románticas a lo largo de mi vida. La mayoría de esas novelas eran históricas.
La protagonista de esas historias es virgen.
Eso me parece bien porque las novelas transcurren en unas épocas en las que ser mujer era un deporte de alto riesgo. Podías morir al dar a luz. No tenías ni voz ni voto para elegir ni a tu marido. Y el sólo hecho de enseñar un poco de talón al bailar un vals te condenaba al ostracismo.
Y, entonces, aparece él. Un hombre que ha pasado por muchísimas camas. Ignoro si hay algún protagonista en la novela romántica que haya sufrido alguna enfermedad venérea. Todos los protagonistas de novela romántica saben cómo complacer a una mujer en la cama. Se preocupan de que ellas se diviertan. ¡Leñe! ¡Yo quiero uno así!
Y, finalmente, llega el momento cumbre.
Lo podemos encontrar de dos maneras:
A-Apenas lo describe y nos lo imaginamos nosotros. Y tenemos el ejemplo de La rosa de cristal, de Rebecca Brandewyne.
B-Lo describe con pelos y señales. Y tenemos el ejemplo de Corazón de fuego, de Gaelen Foley.
En todo caso, el final es el mismo. Ellas disfrutan como locas en la cama. Basta con un leve roce del galán de turno. ¡Y parecen saberse el Kamasutra de memoria!
A veces, me pongo en la piel de cualquier mujer de la época.
He leído Domina, de Bárbara Wood. Ya al inicio, la autora cuenta que está mal que una mujer sienta placer al tener relaciones íntimas con su marido. Sobre todo, dependiendo de sus creencias religiosas. Las mujeres de esa época son educadas para buscar un buen marido y llevar una vida cómoda. Poco importan sus opiniones.
En la novela Conquistadora, se nos describe la noche de bodas de Ana, la protagonista, con su marido, Ramón. Y es bastante realista.
Porque el matrimonio se considera una manera de procrear.
Y digo yo. ¿Sólo el matrimonio permite la procreación?
En algunos casos, la protagonista, después de divertirse en la cama con el galán, se da cuenta de que está embarazada. Y el galán ha tenido una amplia colección de amantes. ¿Ninguna de ellas ha quedado embarazada? ¿Todas eran estériles? Eso es algo que jamás he entendido. ¿Por qué el protagonista sólo tiene hijos con la protagonista y nunca le ha salido un hijo con su amante?
Entiendo que las cosas, cuando se hacen por amor, y estoy hablando de la primera vez, es mucho mejor. Pero, a veces, me hago muchas preguntas. ¿Y el escándalo? Estamos en una época donde enseñar un poco el escote ya era motivo para ser señalada con una letra escarlata.
En Enamorada del diablo, la protagonista, Lizzie, pasa toda una noche fuera con Devlin. Y nadie dice nada.
Eso, en la vida real, no habría pasado, evidentemente. De alguna manera, no pensamos como auténticos habitantes del siglo XIX. Pensamos como escritores de hoy en día. Nuestros personajes son reflejos de nosotros mismos.
En lo que no falla es en lo mismo. La protagonista sangra un poquito cuando pierde la virginidad. Le duele un poquito. Pero...
El protagonista sabe muy bien lo que se hace. Y se divierten tanto que se le olvida a ella el dolor. ¿Eso pasaba?
Obviamente, no vamos a saberlo nunca. Sólo nos queda especular. Imaginar lo que pasó. Lo que pudo ser.
No sé si esa clase de encuentros ocurrían en la vida real. Pero es bonito imaginarlos.
Luchar contra el sentido común que nos rodea. Y dejarnos llevar.
¿Y vosotros? ¿Qué pensáis de la primera vez en la novela romántica? ¿Creéis que pudieron haber pasado? ¿O pensáis que es todo muy fantasioso?
¿Cuál fue mi primera vez favorita? Me gustó mucho la primera vez de Maddy y Christian en Flores en la tormenta. Hubo mucha pasión. Pero también hubo mucha ternura. No se trató de contar con pelos y señales la primera vez. Laura Kinsale supo indagar bien en el corazón de Maddy. Hacernos partícipes de lo que le pasaba por la cabeza en aquellos momentos.



Portadas de distintas novelas románticas

5 comentarios:

  1. Me encantan estas entradas tuyas!!!
    Me alegro mucho que te estés dedicando a terminar tus proyectos!!!
    He leído "La mujer sin corazón" y me ha gustado muuuucho!!!
    Sobre la entrada, creo que en algunas novelas no se dan cuenta de que la época no era tan realista en cuanto a las escenas de sexo, ya que las explican con demasiados detalles y creo que eso no sucedía.
    Muchos matrimonios eran de conveniencia y el marido no se preocupaba porque su mujer sintiera placer. Creo que en las novelas idealizamos un poco esta primera vez, pues tanto el hombre como la mujer piensan en lo que sienten.
    Bueno eso es lo que creo!
    No me he leído las novelas que nombras, pero me las he anotado para buscarlas!!!

    Besos y muchos ánimos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida, Rae.
      Me alegro mucho de leerte.
      Tienes mucha razón. Los matrimonios, hasta muy avanzado el siglo XX, eran casi siempre de conveniencia y el sexo no se entendía cómo la unión de los cuerpos y de los corazones, sino como una forma de tener hijos. La noche de bodas era como una especie de trámite para verificar el matrimonio con la esperanza de que la mujer quedara encinta. Nada más...
      Por eso, nos gusta pensar que la primera vez es todo bonito y maravilloso.
      Te recomiendo que leas "Flores en la tormenta". Te aseguro que es la mejor de todas las que aparecen comentadas en la entrada.
      ¡Y muchas gracias por tus palabras sobre "La mujer sin corazón"!
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  2. Una entrada muy interesante, como siempre.

    Creo que en esa época las cosas eran muy diferentes y al mismo tiempo quizá no tan distintas al presente, aunque suene contradictorio, o al menos no para la mujer, porque nosotras, me parece, tendemos a idealizar esta experiencia. En el caso de las novelas románticas, creo que es algo que puede llevarse sin necesidad de dar demasiados detalles; disfruto más leyendo y escribiendo acerca de estas escenas con una carga de sensualidad delicada.

    Tomo nota de tus sugerencias y me alegra mucho que sigas con tus proyectos.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Aglaia.
      Posiblemente, tengas razón. La mujer quiere pensar que su primera vez sea todo maravilloso y todo salga a la perfección.
      Pero, en aquella época, las cosas eran muy distintas. Y había muchos tabúes. Sobre todo, cuando una madre tenía que explicarle ciertas cosas a sus hijas.
      Te recomiendo "Flores en la tormenta". Todas las cosas buenas que se dicen de ella se quedan cortas cuando la lees.
      Un fuerte abrazo, querida Aglaia.

      Eliminar
  3. Bueno, Lauri, me gustan estas reflexiones tuyas pero me quedo un pelín avergonzada ya que no he leído ninguno de estos libros que mencionas,pero no cuesta mucho imaginarlos. Está bueno que lo pienses desde tu perspectiva como escritora, debe ser extremadamente difícil ponerse en la cabeza de una mujer de época a la hora de escribir una novela.
    Porque siempre van a filtrarse nuestras experiencias propias,la mirada que tenemos en la actualidad acerca del sexo y el amor físico; y si bien antes la primera vez de una mujer era algo muy importante dentro de la trama de cualquier novela, ahora al parecer lo más importante es "innovar", casi como si el sexo ya fuera poco, hay que buscarle condimentos que lo hagan más interesante.
    Creo que Lo que el Viento se Llevó describe muy bien esos momentos de la vida de Scarlett, la diferencia entre acostarse con un hombre que no le atraía en lo más mínimo e inmediatamente quedar embarazada. Y luego su experiencia con Butler.
    Me parece que allí se refleja a la perfección lo que sentiría una dama de las condiciones de Scarlett.
    Besos.
    Jazmín.

    ResponderEliminar