Los días seguían avanzando.
Al enterarse de que viajarían a Dublín, Sarah comenzó a ponerse nerviosa. Por un lado, le hacía ilusión viajar a la capital. Por el otro lado, no quería abandonar su hogar. No quería estar lejos de Alexandra durante una larga temporada. Era su mejor amiga.
Y, por el otro lado, estaba Luke.
Aquel hombre seguía obsesionado con ella. Iba a visitarla todos los días. No siempre podía eludirlo. Brigitte no le servía de cómplice todo el tiempo. Le obligaba a bajar con ella al salón.
Como hizo aquella tarde de domingo.
-¡Ah, miss Allen!-la saludó Luke.
-¿Cómo estáis, señor?-inquirió Sarah. Lo hizo por educación.
-Después de veros, estoy mucho mejor-contestó Luke.
Se sentaron.
-Hacía mucho que no os veía-comentó Luke.
-Se ha sentido indispuesta durante algunos días-intervino Brigitte. Estaba mintiendo, por supuesto-Pero, ahora, se encuentra mucho mejor.
En aquellas ocasiones, Sarah creía odiar con toda su alma a su hermana mayor.
-¡Cuánto me alegro!-exclamó Luke.
El matrimonio Allen fue el que llevó el peso de la conversación. Hablaron con Luke acerca de temas tan triviales como el tiempo. O el último caballo que había comprado. O el sermón que el sacerdote había pronunciado durante la homilía del domingo.
-Os vi, miss Allen-le dijo a Sarah-Os vi al salir de la Iglesia.
-¿No vais a la Iglesia, señor?-inquirió Brigitte.
-Trabajo mucho-contestó Luke-Incluso los domingos. No puedo parar.
Sarah hizo un mohín de disgusto. Odiaba a aquel hombre con toda su alma.
Brigitte le dio un codazo.
-¿Qué?-le increpó Sarah.
-Por favor...-le susurró Brigitte-Te lo ruego. No montes un numerito. Nos conocemos.
Sarah ignoraba lo que le estaba esperando en Dublín. Confiaba en encontrar allí el amor. Y, por supuesto, el hombre de su vida no sería como Luke.
A pesar de todo...A pesar de que Brigitte quería verla casada con aquel imbécil. No se casaría con él.
Luke besó la mano de Sarah cuando anunció que tenía que irse. Lo hizo a modo de despedida. También besó la mano de Brigitte.
-Te odio-le siseó Sarah a su hermana.
-Hacéis una buena pareja-sonrió Brigitte.
Si tanto te gusta, ¿por qué no te casas con él y me dejas en paz?, deseaba preguntarle Sarah a Brigitte.
Acompañaron a Luke a la puerta.
jejeje, pero mira que Brigitte es brujilla eh.
ResponderEliminarMe encanta
Un beso.
P.D
Perdona que no me pase a menudo, pero es que estoy enferma y ademas internet no me va bien.
Un beso
Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que Brigitte puede dar alguna que otra sorpresa. Aunque no lo parezca, también tiene su genio.
ResponderEliminarEspero que te pongas bien.
Por cierto...¿Cuánto costaría "Vendetta de amor"?
Un abrazo.