Es, sin duda, la Reina más famosa de toda la Historia. Su Reinado fue uno de los más longevos. Sin un derramamiento de sangre, extendió su poder por toda Europa. Y lo hizo como se hacía antes. Mediante ventajosos matrimonios.
Estoy hablando de la Reina Victoria de Inglaterra.
Su historia es muy larga y muy intensa. Como sus años de Reinado.
He decidido contarla por partes. Pienso que vale la pena conocer a una mujer tan fascinante y las circunstancias que le tocó vivir tanto a nivel social como a nivel familiar. Unas circunstancias que vinieron marcadas incluso antes de su concepción.
Vino al mundo el 24 de mayo del año 1819. Era la hija de Eduardo, duque de Kent y hermano del Príncipe George. Eduardo permaneció soltero, aunque tenía muchas amantes, hasta que la muerte de su sobrina, la Princesa Carlota, única hija legítima del Príncipe George, falleció en el año 1818, abriendo serias dudas acerca de la sucesión. El siguiente en la línea sucesoria, el duque de York, se había separado de su mujer 27 años antes sin haber tenido descendencia y sin posibilidad alguna de volver a estar juntos. Todo un escándalo, sin duda, no sólo para la época, sino también para la Familia Real.
El duque de Cumberland sólo había tenido dos hijas que habían nacido muertas. Mientras, los hijos del duque de Sussex estaban apartados de la línea sucesoria, debido a que se había casado sin el consentimiento del Rey, por lo que, según el Acta de Matrimonios Reales, su matrimonio era nulo.
Los duques de Kent, de Clarence y de Cambridge no tardaron mucho en contraer matrimonio. El duque de Clarence ascendió al trono en el año 1830, tras la muerte de su hermano, Jorge IV. Había contraído matrimonio con la Princesa Adelaida de Sajonia-Meiningen, con la edad suficiente como para ser su hija. La Princesa concibió hasta en cuatro ocasiones. Dio a luz a una niña que nació muerta e idéntica suerte corrieron sus hijos gemelos. Su única hija, Isabel, apenas vivió tres meses a su nacimiento.
Tuvo numerosos hijos ilegítimos, pero ninguno de ellos podía acceder al trono.
A la muerte de Guillermo IV, el trono pasó a manos de su sobrina Victoria de Kent. Era el año 1837.
El duque de Ken se había casado en el año 1818 con Victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, viuda del Carlos, duque de Leningen, con el que había tenido dos hijos, Carlos y Fedora. La boda se celebró por poderes en Coburgo el 29 de mayo de 1819 y en persona el 13 de julio de ese mismo año. Hay que decir que la ceremonia fue doble, ya que el por entonces duque de Clarence se casó ese mismo día con la Princesa Adelaida.
Sin embargo, el duque de Kent tenía numerosas deudas y una mala relación con el Príncipe Regente, que se negaba a ayudarle económicamente. El duque y su mujer se fueron a vivir a Alemania. Allí, se supo que la duquesa iba a ser madre. El duque decidió que era importante que su hijo naciera en Inglaterra. Con la ayuda de unos amigos, reunió una cantidad de dinero para regresar a su país y pagar sus deudas. Él y su mujer se instalaron en el Palacio de Kensington. Allí, la duquesa daría a luz un mes después de instalarse.
La única hija de la pareja, Victoria, llegó cuando no hacía ni un año que se habían casado.
El bautizo de Victoria se celebró en la Sala de la Cúpula del Palacio de Kensington, siendo oficiado por el obispo de Canterbury. Fue apadrinada por el Zar Alejandro I (siendo representado por el tío de la recién nacida, Federico de York), por el mismísimo Príncipe de Gales, por su abuela materna (la duquesa Augusta) y la hija del Príncipe de Gales, Carlota.
Fue llamada Alejandrina Victoria.
Por desgracia, siete meses después del nacimiento de Victoria, el duque de Kent enfermó de neumonía y falleció. El despuesto y anciano Rey Jorge III falleció seis días después. Entonces, el Príncipe George, que había ejercido como Regente hasta la fecha, fue coronado Rey.
El Acta de la Regencia de 1830 incluía una cláusula especial que incluía que, en el caso de morir el Rey antes de que Victoria cumpliera los dieciocho años, su madre se convertiría en Regente hasta la mayoría de edad de la niña. El Rey Guillermo declaró que quería vivir hasta que Victoria cumpliera dieciocho años para evitar que su cuñada accediera al trono. Las relaciones entre ambos eran ya muy tensas.
Se cuenta que la duquesa de Kent era muy protectora con su hija, quizás para protegerla de las desgracias que se habían cebado con su familia y consciente de que Victoria era la heredera al trono. La duquesa quería que Victoria dependiera de ella y del mayordomo, sir John Conroy. De este hombre se decía que era el amante de la duquesa. Cierto o no, se dice que usó su influencia en ella para alejarla de su hija. Para ello, le decían con quién debía de hablar y a quién debía de evitar.
Durante mucho tiempo, Victoria no pisó la Corte. La duquesa quería evitar todo contacto no sólo con los hijos ilegítimos de su marido, sino también con los hijos ilegítimos de sus cuñados, ya que la mayoría formaban parte de la Corte.
Victoria fue una niña melancólica y solitaria. Pasaba el tiempo jugando con sus muñecas y con su perro, un toy spaniel inglés. Aprendió a hablar francés, italiano, alemán y latín.
Entre los años 1832 y 1835, hizo varios viajes por distintos pueblos de la campiña inglesa que disgustaron enormemente al Rey. Victoria no quería seguir adelante con estos viajes, pero su madre la obligó. En 1836, cayó enferma y Conroy quiso aprovecharse de su enfermedad para que le hiciera su secretario personal. Victoria se negó. Por aquella época, su relación con su madre iba a peor.
Para entonces, ya se estaba pensando en buscarle un marido a Victoria. El Rey pensaba casarla con el Príncipe Alejandro de los Países Bajos. Mientras, Leopoldo, Rey de Bélgica y hermano de la duquesa, prefería a su sobrino Alberto, hijo de su hermano Ernesto, como marido de Victoria. Ya entonces, las inclinaciones de Victoria iban dirigidas hacia Alberto y no hacia Alejandro, si bien no se anunció en aquella época ningún compromiso formal entre ambos.
CONTINUARÁ...
Será muy interesante seguirte en la vida de esta reina y saber un poco más de su historia y de su vida.
ResponderEliminarMe encanta esta época de la historia de Inglaterra.
Un beso amiga!!!
Me gustaría comentarte una idea que tengo. ¿Tienes mail o facebook? Te dejo mi correo: raecj@hotmail.com
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