Lo hemos visto muchas veces. Tanto en el cine. Como en la televisión.
Hemos visto esas mesas llenas de comida. Hemos visto a nobles atiborrándose a carne que comían con las manos. Fuera del castillo, el pueblo llano pasaba hambre. En el interior del castillo, todo era alegría y diversión. Fuera, el pueblo sufría.
La Edad Media es uno de los periodos más oscuros de la Historia. Fue la época en la que se creyó que se acababa el mundo cuando apareció la peste negra. Y recorrió toda Europa llevando la muerte y la destrucción por doquier.
Los banquetes que se celebraban en el interior de los castillos son una de las imágenes más famosas de la Edad Media. Junto con los duelos con las lanzas...Y las guerras...Y la Santa Inquisición...O los bailes...
Sin embargo...¿Qué era lo que comían aquellos nobles? ¿Qué era lo que comían también sus siervos? ¿Aquellos banquetes eran tan frecuentes como se nos da a entender en las películas? Será mejor que lo comprobemos.
Es cierto que los nobles usaban la carne casi como única comida cuando se celebraban sus tan comentados grandes banquetes. Y usaban para condimentar la carne un curioso trío a modo de especie, sin ser especie. Queso, azúcar y canela. Jabalíes, perdices...Eran las carnes favoritas de los grandes nobles. Las presentaciones solían ser atípicas. Las perdices (o cualquier otro pájaro que había sido cazado) eran presentadas sin desplumar. A los jabalíes se les decoraba con oro. Sí, sí...¡Con oro! Lo que me lleva a preguntarme si existe algún tipo de oro que sea comestible. En otros casos, esos animales llevaban una sorpresa dentro que consistía en que habían sido rellenados con otro animal mucho más pequeño.
Una de las comidas que más auge tuvo en esta época fue la sopa. Se elaboraba con habas, huevos, guisantes, calabaza, hinojos y arroz. Por supuesto, es una sopa muy distinta a la que nosotros conocemos. Hemos visto en muchas películas ollas llenas de caldo en la cocina. Y vemos cómo las ollas se van haciéndose en el fuego.
Un plato muy típico de esta época era la "sopa dorada". ¡No piensen mal! Se tostaban unas rebanadas de pan. Se hacía una salsa con azúcar, vino blanco, yemas de huevo y agua de rosas. Las rebanadas tostadas se empanaban bien en esta salsa. Se freían. Y se les echaba de nuevo agua de rosas junto con azúcar y azafrán.
En Cuaresma, no se comía carne. Entonces, los pescados se convertían en el plato principal. Tanto si se trataba de carne como si se trataba de pescado, no se desperdiciaba nada. ¡Se comían hasta los órganos de los animales! No se podía ni siquiera beber leche de cabra, de oveja o de vaca en Cuaresma. Eso estaba prohibido. Se bebía, entonces, leche de almendras.
Los huevos y la leche se utilizaban para elaborar el queso y la mantequilla. Es en esta época donde más abundan los cereales, las legumbres, las frutas y las hortalizas. Estos productos formaban parte de la dieta de los campesinos. A veces, éstos comían hierbas y raíces. El contraste entre su forma de vida y la forma de vida de los nobles era bien visible. Las enfermedades se cebaban con el campesinado de la época.
Podías encontrar muchas clases de frutas. Podías encontrar desde moras hasta granadas. Pasando por higos...Uvas...Sandías...Melocotones...Membrillos...
En cambio, no había tantos frutos secos. Eso sí, podías encontrar entre los frutos secos almendras, avellanas, castañas, nueces, etc.
Los miércoles, los viernes y los sábados, así como durante la vigilia y la Cuaresma, la Iglesia dictaba que no se podía comer grasas animales. Salvo el previo pago de la bula que hacía que pudieras comer carne. Y que estaba al alcance de unos pocos.
Las carnes se comían con las manos al no existir cubiertos en esta época. Las sopas se servían en cuencos. Se cogían los cuencos. Y se sorbía la sopa.
A la hora de servir una ensalada, la lechuga no se troceaba. Los comensales la cogían con las manos y se la comían. En ocasiones, se servía la fruta en primer lugar, en vez de postre. Esto se hacía para que los comensales hicieran bien la digestión después de la opípara cena.
La realidad se ajusta, en este caso, a la ficción. Como también se ajustan las desigualdades sociales de esa época. Pero eso es otra historia. En otra entrada, me ocuparé de hablar un poco de este tema.
Quizás la Edad Media fuera una época oscura, cargada de supersticiones, de guerras, de enfermedades, de hambre y de miedo. Pero muchos de nosotros hemos soñado con ser un caballero que lucha por una dama. Con ser la dama de un castillo. Y entregar una prenda a un caballero como señal de nuestro amor por él. Una época cargada de contradicciones...Como todas las épocas de la Humanidad, para ser justos.
Curiosa entrada, me he quedado con lo de que se comían todo del pescado. la verdad es que eran unos bárbaros comiendo y luego el pueblo a pasar hambre.
ResponderEliminarPero no deja de ser una época interesante!!!
Un beso!
Estoy de acuerdo contigo en que la Edad Media es uno de los periodos más interesantes de la Historia. Un periodo lleno de oscurantismo y de grandes desigualdades sociales, sí. Pero, al mismo tiempo, lleno de magia y de leyenda. De caballeros andantes y de hermosas damas. ¿Y quién no ha querido tener un caballero andante en su vida?
ResponderEliminarUn abrazo, Rae.
Gracias por la información querida, me viene muy bien para mi historia "Destinada A Ser Tu Esclava", jejeje
ResponderEliminarUn beso guapa y hasta otra!, muak!
¡Vaya! Me alegro de haberte ayudado con esta entrada, Dulce. Y de saber que estás de nuevo inspirada para continuar con la historia de Diana.
ResponderEliminar¡Qué alegría me das!
Un abrazo enorme y sigue así de animada y de motivada.