Ya sé que hoy tocaba un nuevo fragmento de mi blog novela La viuda de la atalaya.
Sin embargo, he decidido adelantar para hoy el epílogo de mi relato Fiesta de compromiso, que tenía pensado subir mañana.
Será mañana cuando suba el fragmento correspondiente a La viuda de la atalaya.
Vamos a ver en el epílogo cómo Nell encuentra el verdadero amor.
Pasó un año desde la ruptura del compromiso entre Nell Campbell y Douglas Crane.
Fue la comidilla de Escocia durante mucho tiempo. Los rumores se cebaron sobre Nell.
Después de la boda de Catriona y de Devin, la joven estuvo mucho tiempo sin querer salir de casa. A través de Devin, a Nell le llegaban noticias de Douglas. Una parte de su ser seguía amándole. Sin embargo, Nell luchaba por borrar de su mente todo rastro de aquel amor insano y no correspondido.
Seis meses después de la boda de Devin y de Catriona, llegó a Innis Chonain una mala noticia. Douglas Crane había sido asesinado en Palermo.
Por lo visto, el marido de una de sus numerosas amantes le había perseguido tras sorprenderle con su mujer. Una vez que le dio alcance, le acuchilló muchas veces. La gravedad de las heridas sufridas por Douglas acabaron con su vida. Nell cayó enferma cuando lo supo. Pensó que la vida había dejado de tener sentido para ella.
El doctor Fang Acair fue el médico encargado de atender a Nell. Tenía unos cuarenta años y todavía no se había casado. De algún modo, el doctor Acair fue el encargado de sanar la mente de Nell. Veía que la enfermedad que sufría la joven no tenía que ver sólo con el cuerpo, sino también con el corazón. Sufría los estragos de un amor no correspondido.
El doctor Acair cayó rendido ante los encantos de Nell. Le pareció la mujer más bella que jamás había visto. Con su largo cabello de color negro...Con sus ojos de color violeta...Además, era bastante alta.
Iba a visitarla y hablaba con ella. Le recetaba medicinas para sanar su cuerpo. Y, a escondidas, le escribía versos que no se atrevía a recitar en su presencia. Versos de amor...Se atrevía a besarla en la mejilla a modo de saludo.
-Las personas son las que se forjan su propio destino-le decía-No podemos hacer nada para remediarlo. Ni siquiera basta con el amor...
Nell empezó a agradecer las visitas que le hacía el doctor Acair. Le parecía un hombre agradable y atento. Tuvo que admitir, para sus adentros, que, incluso, le parecía atractivo. Al mirar los ojos del doctor Acair, Nell se veía reflejada. Aquello la dejó muda.
-Usted está enamorado de mí-le dijo en una de sus visitas, cuando ya podía levantarse de la cama.
El doctor Acair se sinceró con ella y le confesó que la amaba.
-Y yo he empezado a enamorarme de usted, doctor-se sinceró Nell.
-Hablaré con su tío-decidió el doctor Acair-Le diré que quiero hacerla mi esposa. No soy rico.
-Eso no importa.
-Le juro que consagraré mi vida a hacerla feliz.
El doctor Acair le pidió a Gilroy la mano de Nell al día siguiente. El hombre aceptó la oferta de matrimonio del médico. Sabía que era mejor hombre que Douglas.
-Sólo le pido que haga feliz a mi sobrina-le pidió.
La boda se celebró pocos meses después.
Entre los brazos del doctor Acair, Nell se sintió feliz. Supo lo que era sentirse amada de verdad por un buen hombre. Y le devolvió cada beso que recibió de él. Cada caricia...Esto es el verdadero amor, pensó Nell.
Mientras tanto, noche tras noche, Catriona recibía los besos de Devin. Le devolvía cada beso que su marido le daba. Un año de besos, pensaba la joven dichosa.
No sentía pudor alguno cuando estaba con él. Le acariciaba y sentía las caricias de las manos y de los labios de Devin. Catriona había aprendido a acariciarle con las manos y con los labios.
Se abrazaban con fuerza. Se apretaban el uno contra el otro. Se abandonaba el uno en brazos del otro. Se chupaban mutuamente. Se lamían mutuamente.
Aquello era el Paraíso.
FIN
Bueno a veces uno no toma el rumbo que debia o simplemente deja pasar un tren del que no está seguro hasta encontrar el adecuado.
ResponderEliminarinteresante
unos besotesssssssssssssssssss
Me ha gustado mucho esa frase. Es cierto. Podemos amar ciegamente a una persona, pero debemos de alejarnos de ella porque no nos hace ningún bien estar a su lado. El verdadero amor puede aparecer en cualquier momento.
EliminarUn fuerte abrazo.
Wow! Un final feliz! Muy bien elaborado. Jamás imagine que matarían a Douglas Crane.
ResponderEliminarUn beso
Hola Yessy.
Eliminar¡Me alegro muchísimo de que te haya gustado!
Decidí matar a Douglas porque no le veía otra salida a este personaje.
Un fuerte abrazo.
Uy adore esta historia y me encararon los personajes aunque s e me hizo cortita. Te mando un abrazo y te me cuidas mucho
ResponderEliminarHola Citu.
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado tanto esta historia.
Un fuerte abrazo, Citu.
Y cuídate.
Que hermoso es sentirse amada entre los brazos de un hombre, bonito epílogo. Un besazo.
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