viernes, 20 de diciembre de 2013

EL REENCUENTRO

Hola a todos.
Aquí os traigo la segunda entrada del día.
Se trata de un relato con el cual quiero presentarme al reto navideño que organiza el blog "Acompáñame". Tiene que contar las peripecies de un perro en la cocina y tiene que ser cortito (no más de dos páginas de word).
Este relato, junto los demás relatos que se vayan a presentar, se juntarán en una Antología de descarga gratuita.
¿A que suena bien?
Mi relato se llama El reencuentro. Es de época, tiene tintes románticos y un perro como testigo de todo.

LONDRES, 1803

            Hacía rato que los criados se habían retirado. Habían dado cuenta de su particular cena de Nochebuena. Era su momento. Llevaba toda la noche esperando. 
                  Siro era un dálmata que estaba en la cocina. Daba cuenta de las sobras de la cena de Nochebuena. En el salón, se oía el sonido de unos violines interpretando un vals. Su dueña, lady Jessica Pettigrew, entró en aquel momento en la cocina. 
-Tú también buscas estar solo, amigo-le dijo al dálmata con una sonrisa triste. 
                  Jessica era la hija del conde de Smith. Se trataba de una joven que había recibido una esmerada educación. Se había comportado durante años como se esperaba de ella. Sabía tocar muy bien el arpa. Era hermosa. Era dulce. Poseía una larga melena de color castaño. Sus ojos eran de color azul oscuro. Además, su padre le iba a proporcionar una elevada dote. 
-No soporto estar allí fuera-le confesó a su amigo peludo-Me agobio. 
                  Siro escuchó la música que salía del salón. Los invitados, pensó, ya habrían cenado. Jessica quería alejarse de aquel bullicio. El baile ya había empezado, pero ella quería estar sola. 
                  Recordó la cena de Nochebuena. El mayordomo trinchando el pavo. Los invitados hablando entre ellos de temas frívolos. Recordó a su prima Sarah callada. Y ella fingía escuchar y seguir aquellas conversaciones. Pero algo en el interior de Jessica había cambiado. 
                 Siro se acercó a su ama. Jessica agradeció el tenerle cerca. Su familia no la entendía. En realidad, era Sarah quien no la entendía. Sus padres no sabían nada. Ni siquiera lo sospechaban. Era mejor así. ¿Cómo se le había ocurrido enamorarse de un traidor? Lord Smith era un vehemente enemigo de Napoleón, si bien no pensaba viajar a la Península a luchar contra él. Prefería quedarse sentado en el sofá del salón de su mansión en el lujoso barrio de Mayfair. 
-Brian no es ningún traidor-le dijo Jessica a Siro-Puede que tenga razón. Puede que Napoleón sea un buen gobernante. Yo sólo quiero estar con Brian. No conozco a Napoleón, pero no puede ser peor que nuestro Rey. 
                     Jessica vivía con sus padres y con su prima Sarah. Siro había oído a Jessica discutir con Sarah en numerosas ocasiones. Y todo porque Jessica se había enamorado de un partidario de Napoleón. No de un agente del Servicio Secreto que se estaba haciendo pasar por traidor. No...De un verdadero partidario de Napoleón...Y eso era algo que Sarah no podía entender. 
                    A pesar de que lo intentaba. 
                   Siro las había oído discutir aquella misma tarde, en la habitación de Sarah. 
-Si Brian regresa, me iré con él-le informó Jessica a su prima-Nos amamos. 
-¿Cómo has podido enamorarte de un traidor?-le increpó Sarah-¿Has olvidado que sirve a Napoleón? Si fuera un agente secreto en plena misión, fingiendo que es un traidor, yo lo entendería. ¡Pero no es así!
                 Siro estaba echado sobre la cama. Pensaba en la cena de Nochebuena que le esperaba. Pero... Odiaba ver a Jessica sufrir. Su propia familia parecía estar en contra de ella. 
-No me importa-afirmó la joven-Brian es el amor de mi vida. 
                     Unos golpes en la puerta de la cocina sobresaltaron a Jessica. Siro se puso en guardia. Jessica ahogó un grito al ver quién era. 
-¡Brian!-chilló feliz. 
                 Siro ladró contento. 
                 Brian había vuelto a casa. 
                  Brian Harper era hijo de un matrimonio inglés perteneciente a la nobleza rural. Le gustaba leer desde que cayó un libro por primera vez en sus manos, tiempo atrás. Los ecos revolucionarios de Francia llegaron hasta la casa solariega de sus padres. 
                   Brian acababa de regresar de una dura misión. Varios compañeros suyos habían muerto a manos de un agente del Servicio Secreto Británico. Aquel hijo de perra se había hecho pasar por partidario de Napoleón. Se había ganado la confianza de varios compañeros de Brian. Y los había matado de manera atroz. 
                     Brian lo estuvo persiguiendo por toda Inglaterra. Finalmente, dio con él. 
                    No dudó en matarlo ni un sólo instante. Después de eso, envió coordenadas falsas a los superiores de aquel tipo, indicándoles dónde iban a realizar los partidarios ingleses de Napoleón una entrega de armas. Se trataba de una trampa y algunos espías ingleses cayeron en una emboscada. No sobrevivió ninguno de ellos. 
-¡Jessica, amor míio!-exclamó Brian feliz-¡Por fin! ¡Por fin he vuelto! ¡Estoy aquí!
                     Siro se acercó a él para saludarle. Movió la cola contento. 
-¡Hola, Siro!-le saludó Brian. Se agachó. Le acarició el lomo-¿Cómo estás, amigo? ¿Estás contento de verme? ¿Has cuidado bien de Jessica?
                    El dálmata volvió a ladrar. 
-No hagas mucho ruido-le recomendó Brian-Escúchame. Nadie, excepto Jessica y tú, deben saber que estoy aquí. ¿Entendido? Estás mucho más gordo que cuando me fui-Le rascó detrás de la oreja-Los cocineros te tratan como a un Rey-Se rió. 
-Sí...-intervino Jessica-Es muy buen perro. 
-Te lo regalé yo-le recordó Brian. 
                    Los dos enamorados se fundieron en un fuerte abrazo. Brian llenó de besos el rostro de Jessica. Los dos acabaron fundiéndose en un beso apasionado y cálido. 
                      Siro había sido testigo fiel de los besos dados por los dos enamorados en el jardín trasero de la casa de los condes. 
                       Se amaban. Más allá de la guerra...De todo...
                       Cayeron sobre el suelo de la cocina. 
                       Sus manos buscaron la piel del otro bajo la ropa. No les importaba nada. 
                       Se abrazaron. Se besaron. Se acariciaron mutuamente. 
                      Se besaron muchas veces con fuerza. Se abrazaron muchas veces con intensidad. 
                      Siro no entendía nada. Se retiró a un rincón a seguir cenando. Estaba contento porque veía a su ama contenta. Miraba, de vez en cuando, hacia la puerta. Si alguien entraba en la cocina en aquel momento, se lo impediría. 
                     Jessica se dejó llevar por lo que le dictaba su corazón. Se abandonó a los brazos de Brian. Él llenó de besos su hermoso rostro, el rostro de su amada. Mordisqueó el lóbulo de su oreja. La besó varias veces en el cuello. Los dos se habían quedado medio desnudos. Llenó de besos sus hombros. No podía parar de acariciarla bajo la ropa. 
                       Jessica tocó el cuerpo de Brian por todas partes. 
                        Siro no entendía el porqué se chupaban mutuamente sus amos. 
                       Sólo sabía que los dos se amaban. Terminó de dar cuenta de su cena de Nochebuena. Estaba lleno. La cena había sido exquisita. Se retiró a su rincón de la cocina. Dormía allí. Hoy, pensó Siro, es una noche de felicidad. 


FIN

He optado por convertir al protagonista humano en un inglés al servicio de Napoleón porque me cansa un poco el rollo de que el malo malísimo de las novelas de la Regencia sea un inglés partidario de Napoleón. He querido cambiar un poco eso. 
En líneas generales, el relato es éste. 
Espero que os guste. 

4 comentarios:

  1. woooooo me encanta. Ha sido super bonito y emotivo. Me gusta muchoooooo
    Besos

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  2. Hola Laura, qué buen relato te has marcado para el reto.
    Enhorabuena.

    Te lo recojo y te anoto.

    Un abrazo y gracias por participar.

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  3. Laura, déjame decirte, que tu relato esta genial. Es sutil, tierno y romántico. Los personajes y Siro son encantadores. Buen trabajo.
    Saludes

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  4. Me encanto el relato de los que leído del reto el tuyo es mi favorito, te mando un abrazo y t eme cuidas.

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