Hola a todos.
En la entrada de hoy, sigo desgranando algunos de los tópicos que vemos en nuestros novelas románticas favoritas.
Uno de esos tópicos es la presencia en varias de ellas de Beau Brummell.
Sobre este personaje me gustaría hablar más adelante a fondo. Pero, de momento, vamos a averiguar un poco más acerca de él.
Vivió en el Londres de la Regencia y nunca tuvo un trabajo, ya que lo único que hacía era gastar cantindades fuertes de dinero en buena ropa. Tan sólo se sabe que su padre fue secretario de un aristócrata y que él heredó una cuantiosa fortuna. Era un adicto a la última moda y, de hecho, se dedicó únicamente a vestirse bien, sabiéndose admirado y envidiado a partes iguales. Se sabe que fue íntimo amigo desde la infancia del que sería el Príncipe Regente. Usó esa amistad para perfeccionar la extravagante manera de vestir del Príncipe y, a cambio, éste le ayudó en todo lo que pudo.
Pero la buena vida le duró poco y, a la edad de treinta y ocho años, perdió el favor de su gran amigo, convertido ya en el Rey Jorge IV. Huyó de Inglaterra porque acumulaba demasiadas deudas y se vio en la ruina. El no poder vestir bien le desequilibró. Murió en la Baja Normandía en la miseria.
En la época en la que transcurren las novelas románticas que solemos leer sobre la Regencia, Beau Brummell está en su máximo apogeo. Es invitado a cuanta fiesta de la aristocracia se precie. Todo lo que él viste se pone automáticamente de moda y los demás caballeros corren a copiarle los modelos. El único que no necesita copiarle nada y a quien Beau Brummell envidia es el protagonista, el cual, a pesar de ser un libertino que no duerme en toda la noche porque se pasa la noche de juerga y en la cama de alguna cortesana/actriz/viuda/casada, que es su última amante, viste de manera elegante. Yo me pregunto cómo alguien que malgasta así su dinero en juergas y no visita sus tierras desde hace siglos es cada vez más y más rico.
La opinión de Beau Brummell es temida por todo el mundo. Suele hacer comentarios irónicos acerca de la manera de vestir de algunos de los personajes. Irónicos rayano en lo hiriente...
La única que se libra de esta clase de comentarios, además del protagonista, es la protagonista, que, en ocasiones, suele baila con Beau Brummell, el cual alaba su buen gusto al vestir y coquetea con ella, dando a entender que le ha gustado. Tranquilos, no pasan de un baile.
El protagonista es gran amigo del Príncipe Regente y puede llegar a ser amigo de Beau Brummell.
El conocido como Árbitro de la Elegancia se deja caer con alguna que otra frecuencia en nuestras novelas románticas favoritas para que nos sumerjamos de lleno en el mundo de la Regencia.
Retrato de Beau Brummell.
Más adelante, su biografía.
Muy interesante, te mando un beso
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