Hola a todos.
He perdido la cuenta de las novelas románticas de época que he leído a lo largo de los últimos dieciséis años, desde que cayó en mis manos Olivia y Jai.
He leído a diversas autoras. De un tiempo a esta parte, salvo algunas honrosas excepciones, parece que todas las novelas románticas históricas siguen el mismo patrón.
En su inmensa mayoría, transcurren en el Londres de la Regencia. Es un poco como pasa con las novelas que transcurren en Escocia. ¿Acaso no hay más sitios en Escocia que no sean las Highlands? ¿No tiene Escocia preciosas islas y archipiélagos como las Orcadas?
Si no transcurren las novelas en el Londres de la Regencia, transcurrirán en otra década del siglo XIX. Mientras no se muevan de la capital inglesa.
El caso es que, ¿acaso no hay más ciudades inglesas aparte de Londres? He leído que algunas transcurren en un balneario de Bath. Pero, a excepción de ésas tenemos el binomio pueblo pequeño-Londres. O sólo Londres...
De Liverpool no sabemos nada.
Hay una honrosa excepción. Brenda Joyce. La saga de la familia de Warenne transcurre en gran medida en la Irlanda de principios del siglo XIX. La vida de las protagonistas podría ser similar a la de cualquier chica londinense con la excepción de que la puesta de largo se celebra en Dublín. Pero se agradece conocer más a fondo esta ciudad.
El pueblo pequeño es donde la familia riquísima del protagonista vive y tiene su casa de campo. El protagonista pasa más tiempo en Londres bebiendo y de furcias que visitando a su olvidada familia. Me extraña que los habitantes del lugar vivan bien gracias a él cuando no le han visto desde hace años.
La mayor parte de la novela ocurre en Londres. Sí, es muy divertido leer que los protagonistas se encuentran en una fiesta que se celebran en Almacks. O que pasean por Hyde Park. O las visitas que el héroe hace a los diversos clubs de caballeros de la ciudad.
Te sabes de memoria los nombres de todas las calles.
Te cansas de no salir nunca del riquísimo barrio de Mayfair sólo para pasar a los barrios más miserables. En ocasiones, la protagonista visita los barrios pobres para hacer obras de caridad. A veces, conoce a algún pequeño ladronzuelo de buen corazón al que adopta.
Y la cosa sigue a caballo entre el pueblo pequeño donde está la casa de campo del protagonista y donde ella monta a caballo y hace picnics por las tierras de él, pero no suele bajar al pueblo a conocer a los que habitan las tierras. Aunque, si lo hace, recibirá toda clase de alabanzas sobre el héroe, aunque los vecinos no le hayan visto nunca.
Algunas novelas transcurren en el Salvaje Oeste. En las novelas de piratas, la acción transcurren en islas que son refugio de piratas. Otras novelas transcurren en países exóticos. Pero es muy triste ver cómo los nativos de ese país parecen vivir felices sometidos a los colonos ingleses (porque recordemos que los protagonistas son ingleses). Y meto en ese saco a países tales como La India, Ceilán o Jamaica. En ocasiones, se van a otros países como Francia o Italia. Pero los protagonistas siguen siendo ingleses.
¿Todos los ingleses se han ido a París o a Roma de golpe?
Los cambios de escenario son buenos. Aprendes más cosas de otros lugares cuando lees una novela que transcurre en un lugar que no sea Londres.
En el proceso, el autor ha aprendido más cosas. Ha estado en un sitio desconocido descubriendo cómo era. Haciendo un viaje extraordinario.
Por algún motivo, varias autoras españolas, últimamente, ya no se centran sólo en escribir historias de amor que transcurran en Londres.
Y aquí tenemos algunos ejemplos:
La hija del cónsul, de Teresa Cameselle: Transcurre en el Sultanato de Bankara.
Dama de tréboles, de Olivia Ardey. Transcurre en el Salvaje Oeste.
Un amor en el tiempo, de Raquel Campos. Nos quedamos en un lugar fijo. El bonito pueblo de Tower Bridge...
Tormenta de amores, de Anna Soler Segura. La mayor parte de la acción transcurre en un cortijo andaluz, pero la novela arranca en Mississipi.
Coral, también de Teresa Cameselle: Toda la acción transcurre en Vigo.
Me dejo alguna en el tintero, pero es de agradecer el esfuerzo que hacen para que el género romántico no se quede estancado y vaya avanzando. Contando la misma historia, sí. Pero de una manera nueva y fresca. Poniendo cada una su propio sello. Dejando fluir la inspiración. Permitiendo que conozcamos sitios nuevos y podamos soñar con ellos.
Les estoy agradecida porque se mueven en otros sitios, a parte de Londres.
Y aquí algunas de las novelas mencionadas como claro ejemplo de que existen lugares más allá de Londres.
Estoy de acuerdo contigo, me encanta esta entrada y me ha hecho pensar en las novelas que he leído. Como lectora he de decir que existe muchas novelas como dices ambientadas en el Londres del s XIX o cerca de él, u otras se centran en otras ciudades también. La verdad es que me gusta leer algo variado de vez en cuando y quizás por eso cambie de género de tanto en tanto, para no atiborrarme de un solo.
ResponderEliminarAdoro todas las épocas que has comentado y como escritora intento abrir nuevos lugares donde llevar mis historias.
Besos!!
Lo tomare en cuenta si sigo escribiendo sobre los personajes de melodías prohibidas Y en eso tienes razón, te me cuidas y te mando un abrazo
ResponderEliminarUna buena entrada, aunque no soy mucho de novela romantica creo que tienes razón anda que no hay escenarios para enclavar una novela, jeje esperemos que el tiron de orejas ayude a las escritoras.
ResponderEliminarunos besotessssssssss