Se está acercando poco a poco el verano. ¿Lo notáis?
Está a la vuelta de la esquina.
Aunque parezca que no, las temperaturas van subiendo poco a poco. Los días son un poco más largos. Hace Sol. Ya no llueve tanto. El cielo está despejado. Apetece salir a la calle. Disfrutar de la alegría que nos rodea cuando hace Sol. La gente parece que está más animada.
Da gusto pasear por la calle. Da gusto irse a la playa a pasear por la orilla descalza. Con los pies clavándose en la arena. Dejando que el agua los moje. Da gusto bañarse en el agua. Nos podemos refrescar cuando las temperaturas suben mucho. Da gusto tumbarnos en la arena y ponernos morenos. Por supuesto, usando siempre crema de protección. No vaya a ser que nos llevemos un susto.
Da gusto ir a la piscina. Y da gusto bañarse en ella.
Nos provoca una gran alegría comprarnos un helado. Poder saborearlo.
Parece que nunca llegará la noche cuando es verano. Parece que el día es siempre largo. Que no termina.
Las noches son más cortas. Tenemos más horas para disfrutar del Sol. Para sentirnos un poco más vivos. Vemos cómo las flores de los árboles se convierten en fruto.
Es la época del año donde más se va a las terrazas a tomar algo y a tomar también el fresco. A hablar con la gente.
Se disfruta comiéndose una pieza de fruta fresca. Se le echa cubitos a los refrescos. Se agradece una ducha fría.
Uno puede dormir una pequeña siestecilla de media hora para recuperarse del calor.
Cuando las temperaturas no son de 35 ºC para arriba, da gusto disfrutar del verano. Porque, cuando las temperaturas se disparan, hay que estar abanicándose constantemente, se suda mucho y se pone el ventilador o el aire acondicionado, uno se queda como aplatanado y no tiene ganas ni de moverse. Y el verano hay que disfrutarlo.
La pena es que llegarán también las olas de calor. Esa parte del verano es la que menos me gusta. Y es la que hace que, en ocasiones, acabe odiándolo.
En este cuadro de principios del siglo XX, vemos a una mujer con una niña a orillas de la playa.
Es un cuadro precioso :)
ResponderEliminarComo este invierno se me ha hecho tan largo, tengo muchísimas ganas de que llegue el veranito ;)
Besos
Hola Trinity.
EliminarEl invierno, al menos donde yo vivo, es más suave. No es tan frío ni tan lluvioso. La verdad es que, como del Sur que soy, echo más en falta más frío y más nieve.
Un fuerte abrazo, Trinity.
Acá, en pleno otoño nuboso, tuvimos una semana donde parecía que había vuelto el verano y tuvimos que desempacar ropa guardada!
ResponderEliminarEl famoso efecto invernadero?