lunes, 22 de septiembre de 2014

EN LA ISLA

Hola a todos.
Aquí os traigo un nuevo fragmento de mi relato En la isla.
No sé cuándo lo terminaré. Pero sí sé que no lo quiero dejar olvidado.
A partir de ahora, pienso subir un fragmento todos los días hasta que termine.
Y sospecho que le falta poco para terminar.

                          Lady Honora bebió un sorbo de su taza de café.
-No entiendo cómo Phoebe no ha querido salir de su cuarto-se quejó.
                          Lily le dio un mordisco a su tostada untada con mantequilla. Meredith todavía no había probado bocado. Estaba sentada a la mesa del desayuno con su familia.
                         Y Phoebe no había bajado a desayunar.
-Regresó ayer por la tarde de no se sabe dónde y se encerró en su habitación-se extrañó Lily-Lo único que hace es llorar.
-Espero que no haya ocurrido nada entre lord Kirkcaldy y ella-se inquietó sir Henry-¡Sería una locura romper el compromiso a estas alturas! Lord Kirkcaldy quiere fijar ya la fecha de la boda.
-¿Ya se va a celebrar la boda?-preguntó Meredith.
-Tiene que celebrarse algún día, querida-respondió lady Honora-Lord Kirkcaldy quiere casarse ya con tu hermana. Hay todavía que hacer muchas cosas. ¡Ni siquiera tienes un vestido! Después de Phoebe, le buscaremos un marido a Mary Therese. Ya tiene cierta edad. Tiene que casarse.
                          Al escuchar su verdadero nombre, Lily se envaró.
-Con el debido respeto, tía Honora, pero me molesta que me llames así-replicó la joven.
-Es tu verdadero nombre-le recordó la baronesa-Y parece que lo has olvidado. Nunca me gustó ese sobrenombre que te puso tu padre. ¡Es horrible!
                           Meredith sabía lo que había pasado entre Phoebe y Gabriel. Su hermana había ido a encontrarse con él junto al fuerte. Y Gabriel le había confesado que no estaba enamorado de ella.



-Merry es un poco joven como para pensar en matrimonio-afirmó lady Honora-Lo que tiene que hacer es centrarse en Londres.
-Londres...-murmuró Meredith.
-Viajarás a Londres en cuanto se haya casado tu hermana. La hermana de lord Kirkcaldy será tu patrocinadora. Le hemos escrito hablándole de ti. Piensa que podrías causar sensación. Eres la clase de joven en la que se fija un caballero. Eres hermosa. Eres dócil. Posees una dote elevada.
-Mamá...Por favor...No quiero hablar de ese tema ahora. Estoy preocupada por Phoebe.
-Tu hermana está nerviosa. Su boda se acerca.            
               Aquella misma mañana, antes de desayunar, Meredith golpeó la puerta de la habitación de Phoebe. Intentó hablar con ella. Pero su hermana se negó a abrirle la puerta. Lo único que hacía era llorar. Y las lágrimas de Phoebe destrozaron el corazón de Meredith.
-La culpa es mía-pensó la joven.
-Te noto pensativa, querida-observó sir Henry.

                         Nadie salió de casa aquel día.
                         Empezó a llover a partir de las once de la mañana. Estuvo lloviendo hasta que anocheció. Y Phoebe no salió de su cuarto.
                          Lily y Meredith intentaron hablar con ella en varias ocasiones.
                          Phoebe no quería ver a nadie.
                          No quiso comer. Ni siquiera su doncella pudo entrar en su habitación.
                          Lo único que quería Phoebe era llorar. Le habían roto el corazón.
                          Meredith se puso el camisón con la ayuda de su doncella. Unos golpecitos en su ventana llamaron su atención. La doncella acababa de salir de su habitación. Alguien le estaba tirando piedrecitas al cristal.
                           Meredith se acercó a la ventana y abrió el cristal.
                           Se llevó una sorpresa cuando vio a Gabriel abajo.
-Voy a subir-le informó a Meredith.
                         La joven pensó que estaba soñando cuando Gabriel se puso a trepar por la fachada de su casa.
-¿Te has vuelto loco?-le espetó-¡Baja!
                       Gabriel la ignoró. Finalmente, entró por la ventana de la habitación de Meredith. La joven se asustó.
-Me imagino lo que ha pasado-comentó Meredith-Has hablado con Phoebe.
-Le he contado la verdad-admitió Gabriel-No puedo fingir que la amo cuando no es así.
-Le has roto el corazón.
-La ayudaré a huir de su matrimonio con Kirkcaldy. Te he dado mi palabra de que lo haría.
                       Meredith le abrazó. Llenó de besos el rostro de Gabriel.  
                       Él la besó con ternura en los labios.
-¿Y qué vas a hacer?-le preguntó Meredith.
-Déjame que lo piense-respondió Gabriel-He de sacar a Phoebe de casa sin que vuestros padres se den cuenta. Tengo amigos. Conozco a personas que podrían refugiar a Phoebe en su casa durante una temporada. Vuestros padres jamás la encontrarían.
-Eso es lo que quiero. Que ayudes a Phoebe.
                        Gabriel abrazó de nuevo a Meredith. Deseaba ayudar a Phoebe por el amor tan grande que Meredith le profesaba a su hermana mayor.
-Lo que más lamento es haberle roto el corazón a Phoebe-se lamentó Gabriel-Ella me ama. Pero yo no correspondo a ese amor. Sólo le destrozaría el corazón.
-¿Por qué está mal que nos amemos?-le preguntó Meredith con pesar.
-Phoebe lo entenderá.
-¿Qué le has contado?
-Le he contado que no estoy enamorado de ella. Le he confesado que hay otra mujer en mi vida. Y que amo a esa mujer. Meredith, eres mi vida.
                        Lo siguiente que supieron fue que estaban acostados en la cama de Meredith. Gabriel estaba trazando un plan para ayudar a Phoebe a huir de aquel matrimonio indeseado con lord Kirkcaldy. Después, se casaría con Meredith. El tiempo la ayudará a olvidar, pensó.
                        Se despojaron de sus ropas el uno al otro al tiempo que Gabriel llenaba de besos el rostro de Meredith.
                         Se acariciaron el uno al otro con las manos. Sus labios se encontraron en un beso cargado de pasión. Gabriel besó con suavidad el cuello de Meredith. Nadie supo que se encontraba allí.
                         Que estaba lamiendo cada porción del cuerpo del Meredith.
                         Sólo estaban ellos dos en aquella habitación. Sólo estaban ellos dos unidos en el lecho.
                        Todo lo demás podía esperar.
                        Cuando Gabriel tomó a Meredith entre sus brazos, la hizo finalmente suya. Los dos se abrazaron con fuerza dejándose llevar por el amor que se profesaban mutuamente.

2 comentarios:

  1. Uy a mi me encanta esta historia . Veamos q ue va pasar entre Gabriel y Meredith . Te mando un abrazo y gracias por siempre apoyarme

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    1. Hola Citu.
      Gracias a ti por tu amistad. Celebro mucho que te esté gustando esta historia.
      Todavía queda un poco para que termine.
      Un fuerte abrazo, amiga.

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