ESCENAS HOT

Hola a todos.
En esta entrada, hablaremos de las escenas hot de las novelas románticas. No voy a dar una clase para deciros cómo escribir una escena hot. Primero porque no tengo ni idea. Cuando la escribo, pienso que lo he hecho fatal.
Lo que quiero es reflexionar acerca de esta clase de escenas.
Por algún motivo, son nuestras favoritas. Una escena hot no quiere decir una escena porno. Es erótica. Pero el erotismo no tiene nada que ver con el porno. Tiene más que ver con los sentimientos. Con lo que entendemos por sensual.
Hemos leído muchas escenas de ese tipo en las novelas románticas. Y reconozcamos que disfrutamos mucho con ellas. Los protagonistas demuestran físicamente su amor. Pero, a veces, tenemos la sensación de que se abusa de esa clase de escenas. Sobre todo, en las novelas en las que apenas hay argumento. Un ejemplo es la novela de Gaelen Foley Pecados inconfesables. Vi poco creíble que la protagonista se acostara con el protagonista nada más conocerlo. Ella no era ninguna prostituta, sino una joven de familia bien. Aquel comportamiento no era el adecuado. Después, se pasan media novela en la cama. Las escenas de sexo estaban muy bien descritas. Pero ocupaban la mitad de la novela. Y la historia que se quería contar era bastante interesante. En resumen...Pero...No sé qué le pasó a la autora.
Pero también hemos leído muchas novelas en las que apenas hay una escena de sexo. Se les da más importancia a otras subtramas. No olvidan la historia de amor. Dejan que se vaya cociendo a fuego lento.
Un buen ejemplo lo encontramos en las novelas de Bárbara Cartland.
Sus novelas describen a la perfección la manera de pensar de la autora. Nada de sexo hasta después de casarse. Si lo hay, es después de pasar por el Altar.
Bárbara Cartland nos invita a que nos imaginemos cómo es la escena cuando quiere. Otras veces, la describe sin querer ahondar en detalles. Nos podemos hacer una idea de lo que está pasando. Un ejemplo de esta clase de escenas lo encontramos en su novela La novia sustituta. Se puede ver una escena apasionada entre los protagonistas.
Pero, en otras novelas, esa clase de escenas no aparece.
No se las echa de menos. Quizás, porque vemos cómo se va gestando la relación entre los protagonistas. Hay gestos que están llenos de amor. Llenos de ternura...No necesitan irse a la cama a la primera de cambio.
En las primeras novelas de Corín Tellado no había esa clase de escenas.
Primero, porque tenía que lidiar con la censura que había en aquella época. Más adelante, las fue introduciendo. Pero lo hizo de un modo sutil. Dejando al lector imaginar lo que estaba pasando.
Más tarde, lo hizo más abiertamente. Pero sin dejar de ser sutil. De hecho, Corín Tellado escribió algunas novelas eróticas bajo seudónimo. No buscaba mostrar la escena erótica en sí. Sino contar lo que sentían los protagonistas. Erotismo...No porno...
Os voy a hacer una pregunta.
¿Cómo os gustan las novelas? ¿Os gusta que haya escenas hot en ellas? ¿Preferís que os dejen algo a la imaginación? ¿O, a lo mejor, os gustan las novelas que se conocen como blancas? Una novela blanca es una novela romántica en la que apenas hay unos besos.
Os diré la clase de novela que me gusta a mí leer. Que haya escenas hot. Pero que no saturen la novela. Que dejen avanzar el argumento.
¿Cuál preferís vosotros?

 Ejemplo de novela blanca. Lo que no se nombra, de Gabriela Margall.

 Y un ejemplo de novela con escenas hot muy logradas y bien repartidas haciendo que la trama se desarrolle y vaya ganando en intensidad. Me llaman Artemio Furia, de Florencia Bonelli.