JUDITH

Hola a todos.
Hoy, os voy a presentar a otro personaje de mi novela El final de los buenos tiempos. 
Se trata de Judith.
Judith es la última conquista de sir Jonah, el mejor amigo de lord William, nuestro protagonista. Se trata de una mujer de clase humilde. Tiene treinta años. Pero conserva algo de inocencia.
Fue abandonada por su madre cuando todavía era una niña. Ha hecho de todo para sobrevivir. Ha cometido algunos actos que podrían ser reprochables. Pero Judith sabe que ha tenido que obrar así para poder sobrevivir.
Se trata de una joven de apariencia frágil. Pero que ha peleado mucho por salir adelante. No ha hecho ascos a ningún trabajo. Y ha soportado de todo para poder comer algo caliente.
Aún así, conserva intacta su dulzura y su bondad.
Sir Jonah se encapricha de ella nada más verla. Y no duda en convertirla en su amante. Judith cree que está viviendo un sueño. No entiende el porqué aquel aristócrata tan apuesto ha podido fijarse en una mujer como ella. No quiere atreverse a pensar que sir Jonah pudiera casarse con ella. Le da miedo pensar que podría tener un final feliz.
A pesar de todo, Judith acaba enamorándose de sir Jonah. Y él también empieza a enamorarse de ella. Pero ocurre algo que podría cambiarlo todo.
¿Qué pasará?
¡Os invito a que lo descubráis!
A Judith la he imaginado con el rostro de una de las mejores actrices de todos los tiempos: Bette Davis.
Bette siempre me ha parecido una actriz que ha luchado duro para llegar hasta donde ha llegado. Que ha sufrido mucho a lo largo de su vida. Una mujer que ha sabido endurecerse si quería triunfar y no hundirse.
En ese aspecto, me ha recordado un poco a Judith. Hay algo en el rostro de Bette que me invita a pensar que había mucha dulzura en su corazón, a pesar de los papeles que le tocó interpretar (casi siempre de mujer dura o malvada). Creo que Bette se hacía respetar por todo el mundo, lo cual habla mucho a su favor. Era, y sigue siendo, una gran actriz.
Juzgad vosotros si Bette podría ser una perfecta Judith.



Por cierto, las sorpresas no han acabado.
Pronto, os daré más noticias.
No puedo decir nada más.