Hola a todos.
Ayer, como ya recordaréis, hice la que para mí fue la entrada más difícil que jamás he hecho. Me sentía mal porque nadie comentaba mi relato
Berkley Manor.
Por eso, anuncié que iba a suspender su publicación.
Ayer, yo no era yo. Tuve un bajón terrible. Se me juntó el Cielo con la Tierra. No pensé con claridad. Actué de un modo estúpido y egoísta. La situación en mi casa, por motivos que no vienen al caso, no es buena. Y se me vino el mundo encima.
Mis queridas Anna y Aglaia me han ayudado a reflexionar. Me han hecho ver las cosas con más claridad. Lo he estado pensando mucho.
Salí a dar un paseo ayer por la tarde. Ese paseo de una hora me ha venido bien para aclarar mis ideas.
Tengo varios blogs. De acuerdo, no es bueno para nadie. Hay gente que los tiene y a mí no me asustan los retos.
Luego, me doy por pensar. ¿Por qué quería tener un blog?
No fue por los comentarios. ¡No! Quería tener un blog porque quería tener un sitio en el que tener mis historias. Con el que poder compartirlas. No pensé en que alguien me comentara. No pensé en tener seguidores. ¡Y ya tengo 80 seguidores! No pensé en eso.
Ya tengo ese sitio en el que poder compartir mis historias con vosotros. Y no sólo eso. También puedo compartir vivencias, reflexiones...Todo lo que se me pasa por mi mente calenturienta, que es bueno. Creo.
Me he dado cuenta de que todo el mundo tiene problemas. Problemas que, por respeto a su intimidad, no cuentan porque hay cosas que es mejor guardarlas en secreto. Yo admiro a la gente que hace eso. La auto compasión no me gusta en mí. Lo que hice ayer fue auto compadecerme de mí misma. Y no se siento nada orgullosa de mi comportamiento.
Ayer dieron en la tele un reportaje sobre las películas que mejor influyen en nuestro estado de ánimo. Dicen que, cuando estemos depresivos, veamos una película que sea todo lo contrario a nuestra depresión.
Trainsporting fue la peli que pusieron de ejemplo, pero su temática (jóvenes adictos a la droga en el Londres de mediados de los noventa) no es, por desgracia, nada alegre. Mejor sea que veamos
Una noche en la ópera, que podemos partirnos la caja con Groucho.
Un relato largo que habla sobre la muerte de un niño no es nada agradable de leer cuando te sientes mal. Esperas leer cosas que te levanten el ánimo. Que alguien te diga: No te preocupes. Todo esto es una mala racha. Vas a salir de ésta. Todo irá bien. Ya lo verás. Eres muy fuerte. Podrás superar esto. ¡Es verdad! Somos fuertes. Aunque no lo creamos. ¡Somos más fuerte de lo que pensamos!
Todos tenemos problemas. Todos lo pasamos mal.
¡Pero salimos adelante! ¡No podemos venirnos abajo! Podemos llorar y patalear. Pero sólo un día. Al día siguiente, seguimos adelante. ¡No hay que tirar nunca la toalla, joder! La vida es muy hermosa. Tenemos derecho a ser felices. Tenemos derecho a vivir. A sonreír. A plantarle cara a la vida. Como en las peleas de boxeo...Esquiva derechazos.
¿Qué es lo que quiero decir?
No suspendo las publicaciones de
Berkley Manor. Voy a seguir publicando la historia. Hay gente que la lee y tiene razón Aglaia. No comenta. ¡Dios! ¿Cuántas veces he entrado en el blog de "800 spaghetti westerns" y nunca he comentado? He leído sus entradas, pero jamás me atreví a comentarlas. También leo mucho el blog de James Wallenstein, "Dimensión fantástica", pero nunca lo comento, aunque quiera. Algo me detiene. Y también leo mucho el blog de Eileen,
Blackwood Manor.
Desde aquí, hago un llamamiento a Eileen. ¡No nos dejes sin saber lo que va a pasar con Harriet, con Agnes y con Sofía! ¡Queremos saber lo que va a pasar entre ellas y sus tres galanes! ¡Quiero Adam le parta la cara al malnacido de Dorian! Quiero ver cómo Julian supera sus traumas del pasado gracias a Agnes. Quiero que Sofía descubra la diferencia entre un mentiroso canalla y un caballero de verdad. Y quiero saber lo que pasa con miss Prince. Ya ha pasado un año desde la última entrada que Eileen hizo. Espero que vuelva pronto a la carga.
Dicho esto, quiero hacer un anuncio.
Seguiré publicando
Berkley Manor en mi blog "Mi otro blog". Es una historia a la que le tengo mucho cariño. Porque quería escribir algo diferente y creo que lo he conseguido. Porque me gusta escribir y compartir mis historias con la gente. Aunque no las comente. Eso ya es secundario. Disfruto escribiéndolas y subiéndolas. Me gustaría hacer una entrada diaria, pero eso no va a poder ser. Las haré cuando pueda.
También quiero decir que no voy a hacer entradas tan seguido en este blog. Tengo que descansar y quitarme un poco el vicio que le he cogido a blogger.
Haré entradas, pero no serán diarias. Tengo que tomarme blogger con calma. Con más calma...
Descansar y centrarme en otras cosas. Como en salir a la calle. Ir a la biblioteca. Ver a mis amigos. Estar con mi familia. Blogger es como hacer punto. Una afición, pero no tiene que ser el eje de mi vida.
No voy a cerrar ninguno de mis blogs, tranquilos. Es una terapia que hago porque es lo mejor para mí. Porque no quiero que se repita lo de ayer.
Voy a centrarme en otras cosas.
Por supuesto, siguen en pie las sorpresas que tengo preparadas. ¡Faltaría más! Pero llevarán su tiempo y se harán poco a poco. Para poder paladearlas como más calma.
Creé mi blog porque quería un sitio en el que compartir mis historias. No me importaba nada más que eso.
Ayer, me encontré de nuevo con esa parte de mí que tenía esa ilusión. Y puedo decir que hoy me siento mucho mejor que ayer.
Ya he subido un nuevo fragmento de
Berkley Manor a "Mi otro blog".
Si me lo permitís, le he dedicado el fragmento a mis buenas amigas Anna y Aglaia, que tan bien se han portado conmigo. Ellas son dos chicas maravillosas que merecen lo mejor. Las quiero muchísimo.
El link del fragmento es el siguiente:
http://blogdeepoca.blogspot.com.es/2013/04/berkley-manor_8.html
¡Y muchas gracias por todo! Por vuestro desprendimiento...Por vuestros sabios consejos...Por vuestra amistad...Por estar al lado de esta idiota. Por saber aguantarme. ¡Os quiero muchísimo!