En una entrada que hice hace algunos días, hablé de los Nenucos, mi muñeco favorito. En la entrada de hoy, sigo con el tema juguetes. Lo hago para reivindicar a una muñeca que hace ya veinte años desapareció de nuestras vida. Pero que, desde aquí, pretendo rendir un sincero homenaje.
Estoy hablando de Chabel. ¿Os acordáis de ella?
Durante la década de los ochenta, aquí en España, Chabel llegó a ser más famosa que la Barbie, con perdón para la muñeca de las muñecas. Parecía ser la costumbre de la época. Las niñas vestíamos con nuestros vestidos de cuello de nido de abeja y jugábamos con nuestra Chabel.
¿Qué ocurrió para que Chabel llegara a nuestras vidas como un huracán sólo para desaparecer?
Sofá cama de Chabel.
En 1967, una empresa juguetera japonesa crea una muñeca, Licca-Chan. Representa a lo que debería de ser una niña japonesa típica. Estudia, juega, ayuda en las labores de la casa, etc. Tendría una familia con padres, hermanos y abuelos y muchos amigos.
Más tarde, la empresa Feber firma un convenio con la empresa que creó a Licca-Chan con el propósito de crear una muñeca a imagen de ésta última, pero usando otro nombre, sólo para venderla en España.
Se busca crear a una muñeca que refleje cómo era la juventud española a principios de la década de 1980 y que vistiera igual que vestía una chica de aquella época.
Como bien indica en la caja, Chabel y su lazo. Aunque bien podría parecer una Chabel Princesa.
Durante 10 años, desde 1982 hasta 1992, en España, es Chabel la muñeca que más triunfa entre las niñas junto con las Barriguitas y los Nenucos. Podías encontrar todo tipo de Chabel. Tenista, colegiala, sport, acampada, safari, etc.
Venía con todos sus complementos tales como vestidos de fiesta, bañadores, etc.
¡Incluso hubo una Chabel Cenicienta!
Os presento a Chabel Cenicienta. Todavía me acuerdo de ella.
Y, por supuesto, venía acompañada por un Dany Príncipe, su casita, el castillo, la carroza, etc.
Y fue a la Universidad.
A principios de la década de 1990, la cantante Madonna era ya todo un hito y Chabel no dudó a la hora de rendirle un tributo.
¡Hasta se disfrazó! Chabel Caperucita...Chabel Pirata...Chabel Conejito...
Incluso la mismísima Agatha Ruíz de la Prada se atrevió a diseñar ropa para Chabel.
Tenía una familia compuesta por sus padres, ella y dos hermanos pequeños que eran mellizos. Y no debía de faltar su amigo o novio llamado Dany.
Los hermanos mellizos de Chabel.
Durante todo el año 1992, los anuncios de Chabel empezaron a desaparecer de la televisión hasta que dejaron de emitirse de manera definitiva. La muñeca ya no se encontraba en las tiendas. Dejó de fabricarse. ¿Por qué?
Hay varias razones. Se achaca a que Barbie recuperó su hegemonía como la muñeca favorita de las niñas españolas a principios de la década de los noventa. También se dice que la empresa Feber tenía problemas económicos. No cerró del todo, pero varió hacia otros objetivos. Chabel desapareció de nuestras vidas sin hacer ruido, pero de forma tan repentina que resulta ahora, visto con el paso del tiempo, injusta.
Chabel nunca tendría que haber desaparecido.
Nos dio muchas horas de juego.
La madre de Chabel es la más alta. A su lado, más bajita, está Chabel. La madre coge en brazos a los mellizos.
¿Ken y Barbie? ¿Por qué nunca llegó a ser del todo Dany y Chabel? ¿Por qué nos privaron de ellos? ¿Quién no se acuerda de que jugaba con Chabel Cenicienta y creía que estaba en el cuento? ¿O cuando fue olímpica y creía que estaba ganando medallas de oro? ¿Y cuándo jugábamos a que iba a estudiar al instituto en plan "Sensación de vivir"? ¿O que estaba en su casa con sus padres y los mellizos?
Sobre estas líneas, Chabel preparándose para la Olimpiada de Seúl 1988.
Es ya imposible que vuelva a venderse esta muñeca. La podemos comprar todavía vía Internet a algún coleccionista. En nuestro recuerdo estará todos los buenos ratos que pasamos con ella jugando. Cuando jugábamos a que se iba con su familia y con Dany al campo en su carabana. O a la playa. O a la piscina. Son momentos que ya no regresarán, pero que no está de más recordar porque una vez todos fuimos niños. Y jugábamos. Y soñábamos.
No hemos de olvidarnos de la pegadiza canción que sonaba en cualquiera de sus anuncios.
"Chabel, Chabel, ¡qué bien!"
ohhh que tiernos recuerdos de infancia.
ResponderEliminarBesines
Qué bonitos, creo que nunca tuve una muñeca como estas que has mostrado, son lindísimas.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Anna.
ResponderEliminarDe vez en cuando, es bonito recordar nuestros juguetes favoritos.
Un abrazo muy fuerte.
Si te soy sincera, Aglaia, siempre me ha gustado más Chabel que la Barbie. Es mucho más bonita que la Barbie, a mi entender.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Aglaia.
Hola. Tengo una Chabel Star Mil y una noches nueva en su caja, precintada. Si os interesa, preguntar sin problemas. alexandrika85@hotmail.com
ResponderEliminar