He de haceros una confesión.
Cuando era pequeña, mi muñeca favorita no era la Barbie ni la Nancy. Era un Nenuco.
Siempre me han gustado los Nenucos. Para mí, de entre todos los muñecos que hay, éste es el que más se acerca a la imagen de un niño pequeño.
Es un muñeco precioso. Rubito y con los ojos azules y una carita risueña de ángel. ¡Es que te dan ganas de que sea de verdad!
En los anuncios, aparecen los nenucos haciendo sus características pompitas, pero nunca he conseguido que mis nenucos hicieran pompitas. Yo les daba el biberón, los acostaba en mi camita, jugaba con ellos, les cantaba canciones, les peinaba, les echaba colonia...
Cuando tenía siete años, me disfracé de Virgen María para la obra de Navidad de mi colegio. Quise que mi Nenuca niña hiciese de Niño Jesús. Lo que quería era llevármela a clase y poder enseñársela a mis compañeros para presumir de ella. Era mi juguete favorito y estaba orgullosa de él. Veintiún años después, todavía conservo a mi querida nenuca.
Os dejo con unas cuantas fotografías de Nenucos. Muchas de vosotras seguro que habréis tenido un Nenuco y estas fotos quizás os traiga viejos recuerdos. Nunca está de más mirar hacia atrás y recordar los momentos más felices de nuestra infancia. En mi caso, esos recuerdos están asociados a mis Nenucos. Encontraba en ellos y en ese aire tan dulce, tan risueño y tan inocente que transmiten la amistad que a lo mejor no tenía en otros niños de mi edad.
Pero no quiero hablar de cosas tristes.
Y los Nenucos transmiten sensaciones de ternura, de protección, de cariño, pero nunca de tristeza.
Esta foto corresponde a uno de los primeros Nenucos que salieron al mercado en el año 1977.
Obviamente, los Nenucos han ido evolucionando a lo largo del tiempo.
También hay Nenucos negros, como esta preciosa Nenuca Niña de finales de los setentas. ¡Dan ganas de achucharla!
Éste es un Nenuco Bebé, con su biberón, su chupete y su orinal.
Aquí tenemos a una preciosa Nenuca Niña del año 2010. Viene con accesorios de peluquería para ponerla guapa con distintos peinados.
Éste es un gracioso Nenuco Niño.
Y aquí tenemos a una Nenuca Niña, pero china. Esta preciosa Nenuca viene acompañada por su mascota, a la que cuida.
Por desgracia, no tengo una foto hecha con mi Nenuca cuando yo era pequeña. Sólo puedo enseñaros el tipo de Nenuca que era.
Es este modelo de Nenuca. ¿Verdad que es preciosa? El vestido que lucía la mía era blanco y las flores eran más pequeñas. Los lacitos eran de color rosa, pero se han perdido.
Y así acabo esta entrada. Nunca está de más recordar nuestros juegos de cuando éramos pequeños. Lo peor que le puede pasar a uno es perder la inocencia que tenía cuando era pequeño. Debemos de conservarla, aunque sólo sea un poco. Y recordar cuando éramos niños y jugábamos, quizás ajenos a los problemas que nos rodeaban. Quizás conscientes de que las cosas iban mal, pero intentábamos olvidar, aunque sólo fuera un poco.
De niña yo tambien jugaba con mi nenuco, era ¡mi bebe! Me encantaba mas que ningún otro ¡que recuerdos, ¡son tan monos verdad!
ResponderEliminarBesines
Hola, Lilian, muchas gracias por tu visita, me alegra mucho verte por "casa". ¿Sabes? Cuando era niña, y hasta hoy, a decir verdad, me encantaban esas muñecas de trapo, de piernas largas y cabellos de lana, son mis favoritas; estas son también muy lindas, aunque no recuerdo cómo les llamamos por aquí.
ResponderEliminarSobre la historia en mi blog y tu pregunta, de cómo hago un cast al escribir, en realidad es según voy escribiendo que las imágenes vienen a mi mente, y es entonces que "el rostro" aparece, es algo muy curioso ;)
Besos.
Entrañable recuerdo el de este simpático muñeco. Confieso que de pequeña me regalaron uno que todavía conservo casi intacto.
ResponderEliminarUn beso preciosa!!1
Hola, Anna.
ResponderEliminarParece que tú y yo tenemos más cosas en común, además de escribir. Para mí, mi Nenuca era muchas cosas. Era mi hijita, mi hermanita, mi amiguita...¡Todo! Y tienes razón cuando dices que los Nenucos son monísimos. ¡Me encantan!
Un abrazo muy fuerte, Anna.
Hola, Aglaia.
ResponderEliminarTuve una muñeca así cuando era pequeña. Estaba encima de mi cama. No recuerdo muy bien cómo se llamaba, pero yo la llamaba "Pipi Calzaslargas", no porque se pareciera a ella, sino porque tenía el pelo recogido en dos trenzas, como Pipi.
Muchas gracias por explicarme cómo haces un "casting" para tu novela. Me ha llamado la atención y suena interesante.
Un abrazo, Aglaia, y nos seguimos leyendo y comentando.
Hola, Rae.
ResponderEliminarNunca vas a ver a un Nenuco de gesto triste. Todos tienen una expresión alegre grabada en su carita. Es imposible no mirar a un Nenuco y no sonreír porque es como si te estuviera sonriendo.
Es bueno conservar los juguetes de cuando éramos pequeños ahora que somos mayores. Así, nuestros hijos podrán jugar con ellos cuando los tengamos.
Un abrazo muy fuerte, Rae.