No sé el porqué dejé esta historia a medias porque se trata de una historia más bien cortita.
Quedan muy pocos fragmentos por subir.
Espero que os esté gustando.
Beau empezó a acercarse a Lucía cuando la veía en el jardín a la hora del recreo con la intención de hablar con ella. Con el paso de los días, Lucía empezó a sentirse atraída por aquel joven inglés. Sentía que podía hablar de cualquier cosa con él. Sara y Blanca les contemplaban con curiosidad.
-Los dos somos extranjeros en este país-afirmó una mañana Lucía durante uno de aquellos encuentros.
Tenían muchas cosas en común. Por las tardes, empezaron a encontrarse en la biblioteca. Beau solía coger un libro.
Se lo leía en voz alta a Lucía.
Ella sabía que nunca más volvería a ver España. Y Beau no tenía muchas ganas de regresar a Inglaterra.
-Nos quedaremos aquí para siempre-afirmó en una de aquellas tardes Beau.
Aquella certeza no puso triste a Lucía.
-Me he acostumbrado a vivir aquí-afirmó la joven, al tiempo que se acercaba a la ventana.
Beau se acercó a ella.
-¿Es feliz viviendo aquí?-quiso saber.
Lucía tenía que admitir que la vida que llevaba en aquel lugar tan aislado era tranquila. En cierto modo, se podía decir que era feliz viviendo allí.
Y fue cuando miró a Beau que éste se inclinó sobre ella y la besó por primera vez.
Lucía sintió cómo su corazón daba un vuelco al sentir aquel beso. Al sentir aquellos labios posados sobre sus labios. Percibió su ternura.

Uy que tierno, te mando un beso
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