Hola a todos.
El fragmento de hoy de No te vayas tiene como protagonistas a nuestra pareja de enamorados, Paul y Amanda.
Paul quiere averiguar hasta qué punto está involucrada Amanda en la huida de Christine.
Después del desayuno, Paul llevó a Amanda a un aparte.
Era la primera vez desde que hicieron el amor en la playa que se encontraban a solas. Amanda se sintió incómoda. Paul no sabía cómo debía de comportarse.
-Christine se ha ido-empezó a hablar-Y sospecho que tú estás involucrada en su marcha de algún modo.
Le sujetó los brazos con suavidad.
Amanda no contestó. No dijo nada.
Se limitó a clavar sus hermosos ojos en la cara de Paul. El joven se sintió aturdido.
La mirada que le dedicó Amanda era una mirada retadora.
-Lo único que quiero es ayudaros-le aseguró.
-Christy se encuentra en un lugar mejor-le contó Amanda-No te puedo decir nada más. Es por su seguridad. No quiero que vuelva con sus padres. Y tu hermana está de acuerdo conmigo.
Aquella información no le pilló por sorpresa a Paul. Sophie adoraba a Christine. Lo único que querían Amanda y ella era ayudarla.
Pero Christine era menor de edad. Sus padres eran, además, sus tutores. Podían hacer lo que quisieran con ella. Podían casarla en contra de su voluntad. El escándalo que podía armarse sería increíble. Y podía acabar con Amanda.
-Christy está bien-afirmó la muchacha-O eso espero.
Paul bufó. Desde luego, Amanda no le estaba ayudando nada. ¿Por qué no se daba cuenta de que sólo quería ayudarla? Era por su bien. Deseaba hacérselo saber.
Amanda sonrió. Se acercó a Paul, se puso ligeramente de puntillas y le estampó un beso en los labios. Se alejó de su lado sonriendo sabiendo que el joven estaba aturdido por su comportamiento. Además de no querer darle información alguna sobre el paradero de Christine, no quería hablar con él de ciertos temas. Era lo mejor.
-Es mejor que no sepas nada por el momento-opinó Amanda.
-Todo el mundo necesita ayuda alguna vez-le recordó Paul.
Amanda subió a la habitación de Christine. Normalmente, no se comportaba de un modo tan descarado. Pero Paul despertaba en ella una clase de sentimientos desconocidos. No sabía cómo explicarlo. No podía quitarse de la cabeza lo ocurrido noches antes, en la playa.
Podía sentir todavía sobre sus labios los besos que le había dado Paul.
No le sorprendió mucho encontrar a Eunice barriendo los mechones de cabello castaño rojizo que había tirados en la habitación de Christine.
-Es para ocultar las pruebas-le informó Eunice-Nadie sabe que Christy va disfrazada de hombre.
-Haces bien-aprobó Amanda.
Guardó silencio. Eunice se dio cuenta de que a su hermana le preocupaba algo más que el hecho de no saber todavía si Christine había llegado bien a su destino. Y pensó que su preocupación tenía algo que ver con Paul.
-¿Has hablado con Paul?-le preguntó.
-No quiero hablar de lo que pasó con él-respondió Amanda.
-Si no hablas con él, podría ocurrir algo peor. Lo que habéis hecho puede tener consecuencias nefastas sobre ti.
-Lo sé. No creas que no lo he pensado.
-Estuviste en sus brazos.
No creas que lo he olvidado, pensó Amanda. Lo recordaba a todas horas.
Lo recordaba todo.
Recordaba los besos que le había dado Paul. Los labios de Paul sobre su cuerpo...Trató de detener tales pensamientos. Cómo la había abrazado y la había besado en el cuello.
-Te aconsejo que tengas tú cuidado con William-exhortó a Eunice-Yo ya estoy arruinada. No quiero que Paul se case conmigo porque se sienta obligado. Eso me destrozaría.
-Y yo pienso que eres un poco orgullosa-afirmó Eunice, dejando de barrer-Deberías de hablar con Paul. Puede que él esté enamorado de ti.
-Yo estoy enamorada de él, Eunice. Pero...No sé lo que Paul siente por mí. Y me da miedo saberlo.
Uy y ahora que hará te mando un abrazo
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